'Trinimarat¨®n II' en Vallecas

Trinidad Jim¨¦nez, candidata socialista a la alcald¨ªa, tiene querencia por Vallecas. All¨ª comenz¨® su primer Trinimarat¨®n y all¨ª comenz¨® ayer la segunda parte. Trinimarat¨®n II o, como lo ha bautizado Jim¨¦nez, Madrid barrio a barrio. Un recorrido que le llevar¨¢, en poco m¨¢s de un mes, hasta el ¨²ltimo rinc¨®n de la capital.

En este distrito "emblem¨¢tico", como dice ella, frente a un bloque de viviendas con las ventanas tapiadas, unas paredes que amenazan con venirse abajo y sin alcantarillado; un inmueble que podr¨ªa haber salido del decorado de una pel¨ªcula sobre la guerra de Bosnia, frente a ese muro de las lamentaciones para muchos vallecanos, Jim¨¦nez hizo siete promesas. Siete compromisos por Vallecas.

Habl¨®: "Antes de finalizar mi primer mandato, soterrar¨¦ las v¨ªas f¨¦rreas que dividen el distrito en dos. La avenida de Entrev¨ªas no ser¨¢ una v¨ªa r¨¢pida, sino un bulevar como piden las asociaciones de vecinos. Se crear¨¢ un nuevo centro escolar y doblar¨¦ el n¨²mero de escuelas para ni?os de 0 a 3 a?os. Habr¨¢ m¨¢s seguridad y un mayor despliegue policial en las calles de Vallecas. Iniciar¨¦ la remodelaci¨®n de las colonias municipales [esas casas que amenazan ruina] del distrito. Impulsar¨¦ el di¨¢logo y la participaci¨®n de los vecinos y del movimiento asociativo en el funcionamiento de la junta de distrito y, antes de que finalice el primer a?o de mi mandato, elaborar¨¦ un plan de equipamientos culturales y deportivos".

Hechas sus promesas, incluida la de construir 60.000 viviendas, la candidata se encamin¨®, acompa?ada por una vecina, hacia la calle de Uceda. No result¨® f¨¢cil que sus zapatos rojos brillantes, que conjuntaban con una chaqueta de pana, avanzaran con paso firme. En Vallecas la gente quiere hablar con Jim¨¦nez. Antonia P¨¦rez dice que tiene "m¨¢s a?os que el mundo". Tiene 76 y lleva 45 viviendo con su hermana en la colonia de San Francisco Javier. "Hemos pagado a la Empresa Municipal de la Vivienda por nuestra casa. Pero nos han rechazado el ¨²ltimo recibo. El dinero est¨¢ en un juzgado y creemos que nos pueden enganchar por ah¨ª para decirnos que nuestra casa no nos pertenece. A ver si usted puede darle la vuelta a esto", le pidi¨® la anciana. Jim¨¦nez la tranquiliz¨®, le dio dos besos, un abrazo y continu¨® camino. En el n¨²mero 9 de la calle de Uceta, un bonito edificio de ladrillo rojo de una planta, naci¨® hace 50 a?os Ignacio Mart¨ªnez, un fontanero en paro. Trinidad Jim¨¦nez quiso entrar en su casa, donde vive con su madre, su esposa y un hijo. Cuatro personas en apenas 40 metros cuadrados. Al entrar en el dormitorio la candidata se qued¨® helada. El techo se cay¨® "hace unos meses" encima de la cama, as¨ª que Mart¨ªnez y su mujer tienen que dormir en el sof¨¢ cama del sal¨®n, junto a las jaulas de un loro y un canario. "Vinieron los bomberos y funcionarios del Ayuntamiento y dijeron que se pod¨ªa vivir perfectamente aqu¨ª. ?Cree usted que con el fr¨ªo y la humedad que entra se puede vivir?", le pregunt¨® el fontanero a la candidata, que transmiti¨® todo su apoyo a la familia. "Es incre¨ªble que todav¨ªa haya gente que viva en estas condiciones", admiti¨® Jim¨¦nez.

Pasi¨®n por el Rayo

Despu¨¦s de una visita a la comisar¨ªa de polic¨ªa de la calle de Pe?a Trevinca, la agenda de Trinidad Jim¨¦nez se tom¨® un respiro para almorzar. En los bajos del estadio Teresa Rivero est¨¢ el restaurante de Cota, ex jugador del Rayo Vallecano. All¨ª, la candidata se reuni¨® con 24 integrantes de cuatro de las pe?as del equipo y con otros tres futboleros apasionados: el ex alcalde Juan Barranco, el cantautor Luis Pastor y Luis Farnox, m¨¢s conocido por El mec¨¢nico del swing, que ha ofrecido a Jim¨¦nez su Chot¨ªs de las verbenas klandestinas como sinton¨ªa de la campa?a electoral. Jim¨¦nez no bebi¨® vino, prefiri¨® un refresco bajo en calor¨ªas; dio buena cuenta de los aperitivos y se comi¨® una ensalada de segundo plato. "Voy a estar con la gente de la calle y estoy dispuesta a dejarme la piel para ganar; por m¨ª no va a quedar", proclam¨® Jim¨¦nez en agradecimiento. Recogi¨® una salva de aplausos.