Las distribuidoras ya no apuestan fuerte por el cine de Sundance

El Festival de Cine de Sundance, templo de la industria independiente, ha experimentado una ca¨ªda en los negocios de distribuci¨®n. Las compa?¨ªas han frenado su entusiasmo por los nuevos valores y se alejan de los gustos del p¨²blico de la muestra creada por Robert Redford, que quiere huir tambi¨¦n de la aglomeraci¨®n de estrellas. "No queremos que esto se convierta en Cannes", dice su director, Geoffrey Gilmour.

Cuando la pel¨ªcula The Station Agent se present¨® en el Festival, la acogida del p¨²blico fue tremenda. Entusiastas espectadores y cr¨ªticos apreciaron por igual el filme del guionista-director Tom McCarthy, que lleva como artista principal al actor enano Peter Dinklage y que trata sobre un tipo solitario que hereda una dilapidada bodega junto a la l¨ªnea del tren en un pueblo perdido de Nueva Jersey. Algo similar sucedi¨® con la pel¨ªcula Pieces of april, de Peter Hedges y con Katie Holmes, que trata sobre una familia que explota en una crisis emocional durante una cena de acci¨®n de gracias. La audiencia tambi¨¦n sali¨® enamorada del filme. Pero ambas tuvieron dificultades en venderse.

A diferencia de otros a?os, cuando los filmes favoritos de la audiencia eran los que se vend¨ªan primero, y a altos precios, en ¨¦ste han debido de pasar varios d¨ªas y los precios han sido menores de lo esperado a la hora de cerrar los pactos de distribuci¨®n.

El cambio de actitud de los compradores tiene una raz¨®n: Tadpole, el filme que el a?o pasado fue un gran ¨¦xito de audiencia y que Miramax lo compr¨® de inmediato en cinco millones de d¨®lares y result¨® un fracaso en taquilla. "El m¨¢s grande error que se puede cometer aqu¨ª es enamorarse de una pel¨ªcula s¨®lo porque el p¨²blico lo ha hecho", dijo Tom Ortenberg, de Lions Gate Films.

Seg¨²n este argumento, los asistentes a Sundance gustan de filmes poco comerciales, que por lo general tratan de familias rotas e individuos problem¨¢ticos que se cuestionan el sentido de la vida. Nada que ver, seg¨²n los expertos de mercadotecnia de Hollywood, con el entretenimiento puro. Al final, tras largas jornadas de negociaci¨®n, The station agent fue vendida en 1,5 millones de d¨®lares y Pieces of april por un poco m¨¢s de dos millones de d¨®lares. Poco dinero para las cifras millonarias que se manejan por los grandes estudios.

Sobre las estrellas que han asistido este a?o a Sundance, es tal la cantidad y su despliegue por las calles de la ciudad de Park City (en el Estado de Utah) que los organizadores estudian ya como reducir su perfil para las pr¨®ximas ediciones. "Me gusta cuando las estrellas vienen, lo que no me gusta es cuando llegan", se?al¨® Geoffrey Gilmore, director del Sundance, en referencia al s¨¦quito que los acompa?an. "No quiero que este festival se convierta en otro Cannes, donde no se puede caminar por la calle y las mujeres andan en biquini en la playa", a?adi¨® Gilmore.

Entre las celebridades que se desplazaron a Park City est¨¢n Dustin Hoffman, Al Pacino, Jennifer L¨®pez, Kevin Spacey, Salma Hayek y Morgan Freeman, que present¨® el filme Leavity, de Ed Soloman. Todos por motivos de promoci¨®n. Es tal el ruido que Sundance genera que el festival no es ¨²nicamente un lugar de descubrimiento de cine de bajo presupuesto, sino tambi¨¦n una plataforma para el lanzamiento de pel¨ªculas con estrellas que tendr¨¢n distribuci¨®n masiva.