El escultor Jorge Oteiza, hospitalizado por una neumon¨ªa
El escultor vasco Jorge Oteiza, de 94 a?os, ha superado la fase cr¨ªtica de una neumon¨ªa del l¨®bulo superior derecho que oblig¨® a su hospitalizaci¨®n en la policl¨ªnica Guip¨²zcoa el pasado jueves. El artista experiment¨® durante el d¨ªa de ayer una notable mejor¨ªa en su estado, al haberle bajado la fiebre, lo cual permit¨ªa establecer un pron¨®stico prudentemente optimista por parte del jefe del servicio de neumolog¨ªa del centro sanitario, Gabriel Zubillaga. El facultativo, que desde hace a?os ha controlado el estado de salud de Oteiza -padece un enfisema cr¨®nico que conlleva un tratamiento domiciliario con ¨®xigeno-, as¨ª como anteriores neumon¨ªas padecidas por el artista, declar¨® ayer que, de mantenerse la evoluci¨®n favorable como en su primer d¨ªa hospitalizado, Oteiza podr¨ªa regresar, "en ocho o nueve d¨ªas" a su domicilio de Zarautz.
El escultor, al que acompa?an habitualmente un m¨¦dico personal y su sobrina, se mantiene consciente y su estado de ¨¢nimo es tranquilo, incluso "colabora un poquito" con los m¨¦dicos, asegur¨® ayer Zubillaga, a la vez que record¨® las ¨²ltimas batallas de salud ganadas en los ¨²ltimos a?os por el escultor de Orio (Guip¨²zcoa), al que defini¨® como "un gato con siete vidas". El impulsivo Oteiza tambi¨¦n hizo gala de su "car¨¢cter fogoso" al protestar vivamente y hacer "bromas agresivas" cuando le tuvieron que hacer radiograf¨ªas de t¨®rax al ingresar en el centro.
Adem¨¢s de su dolencia respiratoria, Jorge Oteiza lleva desde hace a?os un marcapasos y se recuper¨® el a?o pasado de la fractura de la cadera izquierda y de la clav¨ªcula, tras sufrir una ca¨ªda en el ascensor de su domicilio en Zarautz. Fue sometido despu¨¦s a un tratamiento de rehabilitaci¨®n para recuperar la movilidad, aunque desde entonces buena parte del d¨ªa permanece encamado y, en el ¨²ltimo a?o, ha restringido notablemente sus salidas.
Ausencia
Una de estas ¨²ltimas fue la visita que realiz¨®, en junio del a?o pasado, a Bilbao para supervisar la colocaci¨®n de una de sus esculturas instalada en el paseo del Campo Volant¨ªn, frente al Ayuntamiento. Realizada en acero cort¨¦n en un tama?o de ocho metros de altura y unas 16 toneladas de peso, la escultura Variante ovoide de la desocupaci¨®n de la esfera data de 1958, y su instalaci¨®n restituye una ausencia flagrante y salda una deuda que la capital vizca¨ªna ten¨ªa con el pol¨¦mico escultor, que no logr¨® encajar ninguno de sus proyectos en la ciudad vasca. Igual que le ocurri¨® en San Sebasti¨¢n. La capital donostiarra acaba de inaugurar hace meses la primera escultura de Oteiza, despu¨¦s de muchos a?os planeando la instalaci¨®n de una obra suya. Finalmente, le ha hecho justicia al colocar una gigantesca reproducci¨®n a escala de una de las piezas con las que gan¨®, en 1957, la Bienal de S?o Paulo, en una esquina del paseo Nuevo, de modo que se empareja, al otro lado de la bah¨ªa, con El peine de los vientos, de Eduardo Chillida.
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