Baile a dos
Vinicius Cantu¨¢ria toca unas notas de esa escuela que han frecuentado tipos como Bill Frisell o Marc Ribot, y Nan¨¢ Vasconcelos se acerca al micr¨®fono para soplar, balbucear, gargarear... Mientras el guitarrista remite a clubes de vanguardia de Nueva York, el percusionista invoca con su tambor el ancestral maracat¨² de los esclavos africanos. Un soberbio baile, a menudo improvisado, de dos contundentes artistas brasile?os.
Nan¨¢ es un orfebre de texturas. No suele agitarse en vano: el silencio es siempre mejor que la verborrea. Y es maestro del berimbau, esa cuerda tensada entre una calabaza y un palo, que acompa?a la acrob¨¢tica lucha-danza de la capoeira. De su boca salieron cantos de p¨¢jaros ex¨®ticos, gritos de macacos, el viento en la selva amaz¨®nica, reserva de vida y sabidur¨ªa, como dijo. Una l¨¢mina met¨¢lica y unos sonajeros le bastan. Cantu¨¢ria quiso probar al p¨²blico. Dif¨ªcil es que trescientas personas, de pie y con una copa o una cerveza en la mano, guarden silencio. Pues ¨¦l se puso a tocar a muy bajo volumen un cl¨¢sico de la bossa nova -O barquinho- y logr¨® una atenci¨®n inesperada. Ofreci¨® una elegante Ela ¨¦ carioca, ese himno a la mujer de R¨ªo de Ant¨®nio Carlos Jobim, y una Ligia, tambi¨¦n de Jobim, mucho m¨¢s desestructurada.
Vinicius Cantu¨¢ria y Nan¨¢ Vasconcelos
Vinicius Cantu¨¢ria (voz y guitarra el¨¦ctrica), Nan¨¢ Vasconcelos (voz y percusi¨®n). Sala Caracol. Madrid, 2 de febrero.
Tienen esa complicidad de quienes estimulan en el otro intuici¨®n y creatividad. De unos punteos delicados de Vinicius y unas sencillas palmas de Nan¨¢ brot¨® m¨²sica con may¨²scula.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.