Mar¨ªa Cambrils, la famosa desconocida
Durante unos cuantos a?os se hab¨ªa llegado a sospechar que Mar¨ªa Cambrils, la famosa desconocida, considerada una de las madres del feminismo socialista de los a?os veinte, no hab¨ªa existido. Mejor dicho, que tras ese seud¨®nimo se camuflaba un hombre. Hoy podemos asegurar que Mar¨ªa Cambrils existi¨®: se ha encontrado rastro de su persona fuera de los libros, y a¨²n con muchas lagunas se puede intuir que tuvo una vida apasionante y azarosa.
Cuando en 1992 la Asociaci¨®n Clara Campoamor de Bilbao quiso reeditar Feminismo socialista, una especie de biblia de la vindicaci¨®n de la mujer obrera editada en 1925, pidi¨® al Institut de la Dona en Valencia pistas sobre posibles descendientes de la autora, para recabar los permisos. La entonces responsable de la biblioteca, Adela Risue?o, no encontr¨® rastro de ning¨²n Cambrils emparentado con aquella Mar¨ªa, pero desde la Fundaci¨®n Pablo Iglesias le lleg¨® la sospecha de que la escritora era en realidad un var¨®n llamado Jos¨¦, reconvertido en Mar¨ªa para escribir sobre feminismo. No parec¨ªa del todo un disparate. Pero entonces, como dice la historiadora valenciana Ana Aguado, Clara Campoamor habr¨ªa sido c¨®mplice del enga?o, ya que en el pr¨®logo siempre se refiere a ella como una militante que "cree en la mujer porque cree en s¨ª misma". El libro fue impreso por la tipograf¨ªa Las Artes, en la plaza Rodrigo Botet, donde podr¨ªa quedar constancia de qui¨¦n lo encarg¨®. Pero tal establecimiento ya no existe.
'Feminismo socialista', de Mar¨ªa Cambrils, y prologado por Clara Campoamor, es una especie de biblia de la vindicaci¨®n de la mujer obrera editada en 1925
La autora incluy¨® en el libro una nota en la que se dec¨ªa que las ganancias por venta de ejemplares ir¨ªan al fondo colectivo creado para dotar de imprenta propia al diario 'El Socialista'
Buceando en documentos
?De donde nac¨ªa, entonces, tal sospecha? No ha sido f¨¢cil averiguarlo, pero unas cuantas horas de buceo en los documentos que se guardan en Alcal¨¢ de Henares, con la inestimable ayuda de los t¨¦cnicos de la Fundaci¨®n Pablo Iglesias, han dado su resultado. Entre los muchos escritos del dirigente socialista Evaristo Jorge Moreno, hay uno especialmente significativo: es la relaci¨®n de los veteranos militantes del PSOE valenciano, entre los que se incluye a Jos¨¦ Alarc¨®n (Mar¨ªa Cambrils), escritor. Ning¨²n detalle m¨¢s, pero escrito as¨ª es como si se atribuyera al mencionado la autor¨ªa de lo firmado con el nombre de la mujer.
Pasado el tiempo asom¨® una esperanza. En la CNT, Leonardo Hern¨¢ndez, de 86 a?os, dice haber asistido a una conferencia de Mar¨ªa Cambrils en el Ateneo de Pellicers, en Valencia : "Fue en el 35 o 36. No recuerdo gran cosa porque yo era muy jovencito y ella ya una mujer mayor, algo regordeta. Habl¨® sobre feminismo".
Algo es algo, y vuelta a los archivos. El libro original proporciona otra pista: junto a la dedicatoria a Pablo Iglesias, al que llama venerable maestro, aparece una nota instando a que "todo hombre que adquiera y lea este libro deber¨¢ facilitar su lectura a las mujeres de su familia y de sus amistades, pues con ello contribuir¨¢ a la difusi¨®n de principios que conviene conozca la mujer en bien de las libertades ciudadanas". Pero lo m¨¢s importante es que se dice que las ganancias del libro ir¨¢n al fondo colectivo creado para dotar de imprenta propia al diario El Socialista, y remite, para los pedidos, al apartado de correos del peri¨®dico o al domicilio de la autora: Norte, 2, piso 3?, Valencia.
Un nuevo chasco: no s¨®lo el piso, sino toda la casa est¨¢ abandonada. Pero ya es m¨¢s f¨¢cil consultar el archivo municipal y los padrones. La b¨²squeda corresponde al a?o de publicaci¨®n del libro, el de 1924... y ?bingo! En la hoja 297, distrito Misericordia y el domicilio ya mencionado, ?qui¨¦n dir¨ªan que aparece?: el mism¨ªsimo Jos¨¦ Alarc¨®n Herrero, en concepto de vecino, soltero, empleado, sabe leer y escribir, nacido en 1878 en Jumilla (Murcia), que lleva 15 a?os en Valencia. ?Y qui¨¦n comparte domicilio? Mar¨ªa Cambrils Sendra, viuda, nacida en El Cabanyal (Valencia) en 1878, sus labores, sabe leer y escribir y lleva 46 a?os en Valencia (todos los que tiene). Tambi¨¦n en concepto de hu¨¦sped est¨¢ anotada la que debe ser su madre, Andrea Sendra Camarena, nacida en Pego en 1840, viuda, sus labores, no sabe leer ni escribir, lleva 14 a?os en Valencia.
Consultado el censo anterior, de 1920, constan tambi¨¦n los tres, pero en el del 15, Alarc¨®n vive solo en la calle Gracia y se inscribe como jornalero. En 1930 se han debido de trasladar, porque en ese piso habita un guardia civil de Murcia, su esposa y tres hijos. De nuevo se pierde el rastro hasta que en la Pablo Iglesias se localiza un peque?o suelto publicado en El Socialista el 5 de agosto de 1933 que comunica un cambio de residencia: "Nuestros estimables correligionarios Mar¨ªa Cambrils y Jos¨¦ Alarc¨®n, ambos actuantes activos y veteranos en los cuadros de lucha de la pura democracia socialista, han fijado su domicilio permanente en Pego, importante pueblo de la provincia de Alicante". Tambi¨¦n se dice que "motivos de salud imperiosos les han obligado a dejar definitivamente Valencia".
As¨ª que Mar¨ªa volvi¨® al pueblo de la madre, donde, por cierto, funcionaba una Casa del Pueblo pionera y una agrupaci¨®n socialista muy activa. Ya hab¨ªa dos hilos de los que tirar: uno, los papeles que se conservan en la Pablo Iglesias referentes a Pego; otro: el mismo pueblo, cuyo archivero Joan Miquel Almela ha resultado un valios¨ªsimo colaborador.
Claveles rojos
Pronto se localiz¨® en La Marina la primera referencia a la pareja, cuando Mundo Obrero de Alicante recoge que en un homenaje tras la muerte del socialista Carlos Guitard, Alarc¨®n y Cambrils vienen desde Valencia con un ramo de claveles rojos. Era mayo del 33, y quiz¨¢ esa visita les anim¨® a trasladarse poco despu¨¦s. Profesionalmente, ¨¦l ten¨ªa el encargo de poner en marcha la Caja de Previsi¨®n Social, cuyo membrete aparece en algunas de sus cartas. A partir de ah¨ª, Alarc¨®n se convirti¨® en un hombre fundamental, seg¨²n otro de los pocos testigos que a¨²n quedan. Joan Batiste Pons, entonces un joven funcionario guardia de asalto, comparti¨® con ¨¦l el Consejo de Administraci¨®n de la Casa del Pueblo y le recuerda como "una buena persona, respetable, entusiasta, de mucha val¨ªa". Seg¨²n el mismo testimonio, Mar¨ªa Cambrils le acompa?aba a menudo, aunque ella era m¨¢s intelectual y menos activista. En el pueblo no estaba bien vista su convivencia no reglamentada.
La guerra avanzaba inexorable, y la ¨²ltima noticia documentada es un acta fechada el 3 de febrero del 39. Est¨¢ firmada por Jos¨¦ Alarc¨®n como secretario de la Casa del Pueblo.
Perdida la pista durante m¨¢s de un a?o, en el pueblo "se coment¨®" que Alarc¨®n hab¨ªa sido fusilado en Denia junto a la mayor¨ªa de sus compa?eros. Hoy, en Pego, no queda casi nadie que viviera aquellos d¨ªas con edad de guardar memoria. Otros, simplemente, dicen no saber nada. Ninguno de los muchos Cambrils de la zona guarda relaci¨®n de parentesco con Mar¨ªa, de la que desde entonces nunca m¨¢s se supo.
Feminismo socialista frente a feminismo catequista
CLARA CAMPOAMOR lo dice en el pr¨®logo: "El feminismo no ha nacido ni se ha cultivado jam¨¢s en los campos de golf, en los halls de los grandes hoteles o en las fiestas aristocr¨¢ticas; feminismo es... sufrimiento, consideraci¨®n penosa de la diferencia de derechos...". La diputada saluda, adem¨¢s, que el libro El feminismo socialista no se quede s¨®lo, como dice la autora, en "un ariete contra la opresi¨®n masculina y las mentiras convencionales", sino que adem¨¢s llame a la lucha y conforte en ella.
Mar¨ªa Cambrils define su obra como "alegato contra la injusticia, la opresi¨®n, el matrimonio indisoluble y las violencias con las afecciones del coraz¨®n. Discrepa con el "feminismo catequista" y defiende el socialista como "el ¨²nico liberador", al tiempo que alerta contra el peligro de conformarse con s¨®lo haber logrado el voto.
El libro, desde el punto de vista del "feminismo de clase" surgido a partir de 1912, aborda temas como la familia, el matrimonio, el divorcio y la libertad del amor, el socialismo, la situaci¨®n internacional, un cat¨¢logo de mujeres ilustres... con erudici¨®n camuflada, pero evidente, y descarada militancia. Y tambi¨¦n su punto anticlerical. El mismo que transpira en la mayor parte de sus art¨ªculos en El Socialista, hasta ahora olvidados, pero que aparecieron en un lugar de honor en la primera p¨¢gina, al menos durante los a?os 25 y 26, junto a otras firmas ilustres como Besteiro, Saborit, Largo Caballero o Indalecio Prieto. Mar¨ªa Cambrils es pr¨¢cticamente la ¨²nica colaboradora femenina, cosa que aprovecha para lanzar la idea de una p¨¢gina semanal dedicada a los problemas de las mujeres. De inmediato se publican adhesiones como las de Julia Vega, Claudina Garc¨ªa o Jean Jaur¨¦s, aunque Concepci¨®n Hern¨¢ndez est¨¢ de acuerdo en que hay que aspirar a una publicaci¨®n espec¨ªfica que se podr¨ªa llamar Bandera Femenina o La Voz Femenina. Son unos momentos en los que las juventudes socialistas se manifiestan por el feminismo y en los que todas las agrupaciones estimulan la creaci¨®n de grupos de mujeres.
Cambrils, siempre dispuesta a la controversia, se manifiesta en contra de un "presunto frente ¨²nico feminista" porque es imposible contar con la Iglesia y con los que se oponen al divorcio. Escribi¨® tambi¨¦n sobre protecci¨®n de la maternidad, educaci¨®n (por las "valientes mujeres en las escuelas laicas" y contra las "mu?ecas sin alma")... y hasta sobre gastronom¨ªa.
Algunas de estas ideas est¨¢n recogidas en el libro, del que ella misma dice que en parte es una recopilaci¨®n de art¨ªculos.
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