"Me rompieron la vida con tan s¨®lo 20 a?os"
El caso de Susana Javaloyes ha sido uno de los m¨¢s dram¨¢ticos, tanto por la gravedad de las afecciones que sufr¨ªa como por la intervenci¨®n quir¨²rgica a la que se tuvo que someter en 1993, un trasplante bipulmonar. Su trabajo en Ardystil, adonde lleg¨® con 20 a?os, era el segundo empleo. Pero esta mujer dej¨® de trabajar tres meses despu¨¦s de incorporarse como consecuencia de una aparente gripe, m¨¢s grave de lo habitual. Unas pruebas confirmaron la gravedad de sus lesiones.
Once a?os despu¨¦s y ya con 30 a?os, Javaloyes ha rehecho su vida en la ciudad de Alicante, aunque, apunta, en la medida de sus posibilidades. Siempre acompa?ada de sus 16 pastillas diarias para evitar el rechazo de los ¨®rganos implantados (lleg¨® a ingerir 36 con las consiguientes secuelas para el h¨ªgado y los ri?ones), y sin olvidar sus revisiones bimensuales, esta mujer tira adelante "siempre con optimismo", salpicado por altibajos emocionales.
"A m¨ª me rompieron la vida con tan s¨®lo 20 a?os. Son muchos medicamentos y est¨¢s a expensas de c¨®mo responde el organismo cada d¨ªa. Hoy est¨¢s bien, pero ma?ana mal", dice. Con gran entereza, Susana Javaloyes, que con 1,67 metros de altura pesa s¨®lo 40 kilos a causa de los f¨¢rmacos, est¨¢ convencida de que su manera de afrontar la vida despu¨¦s de la operaci¨®n es el secreto de su fortaleza. "Para m¨ª ahora mi cumplea?os es el d¨ªa en que me operaron", asegura. "No s¨¦ de d¨®nde saco las fuerzas, pero siempre hay algo que me impulsa a seguir adelante". Cuando fue intervenida, en 1993 en Francia (en Espa?a, el trasplante de pulm¨®n se encontraba entonces en fase experimental), los facultativos le garantizaron una esperanza de vida de 10 a?os. "Lo que me pase a partir de ahora es tiempo ganado", apostilla. Despu¨¦s de un tremendo padecimiento f¨ªsico y ps¨ªquico, ella vio por vez primera a la due?a de Ardystil, Juana Ll¨¢cer, el pasado martes por la televisi¨®n. "Cuando la vi, me dio repugnancia; no s¨¦ c¨®mo puede tener tantos h¨ªgados", dice. Opina que los seis a?os de c¨¢rcel que pide el fiscal es poco por los da?os causados. Lo que espera de la justicia es que siente un precedente "para que esto no vuelva a ocurrir". "Lo que m¨¢s lamento es c¨®mo se port¨®
. Ni una llamada, ni una visita. Lleg¨® a insinuar que la causa de la enfermedad de las empleadas era consecuencia de su desordenada vida sexual", relata con rabia.
Susana Javaloyes, que vio morir a dos de sus compa?eras, pens¨® que ella ser¨ªa la pr¨®xima. "Estaba cegada del miedo, pero mi car¨¢cter me ha ayudado". En su estancia hospitalaria en Francia descubri¨® que lo suyo "eran los idiomas". Aprendi¨® el franc¨¦s y ahora estudia ingl¨¦s, alem¨¢n y Turismo en la Universidad de Alicante. "Trato de continuar con mi vida", dice. Pese a todo.
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