Un virus inocuo para los humanos frena el desarrollo del sida
Los cient¨ªficos debaten el uso terap¨¦utico del microorganismo
Ser portador del virus GB de tipo C (GBV-C en ingl¨¦s) puede proteger frente al VIH, el virus que causa el sida. Carolyn Masters Williams, del instituto estadounidense sobre alergias y enfermedades infecciosas (NIAID), ha seguido la evoluci¨®n durante 11 a?os de un grupo de portadores del VIH. El 75% de los que ten¨ªan tambi¨¦n el GB-C sigue vivo. En cambio, la supervivencia entre el resto fue del 39%.
Hasta la fecha no se ha encontrado que el virus GB-C cause ninguna enfermedad. Aunque se describi¨® en 1995 asociado con un tipo raro de hepatitis (y por eso se le llam¨® en un principio virus de la hepatitis G), esta relaci¨®n se ha descartado. Los bancos de sangre ni siquiera hacen pruebas para detectarlo entre los donantes, porque no supone ning¨²n riesgo.
"Tener permanentemente el virus [GB-C] da una ventaja considerable a los portadores", afirm¨® Williams al presentar el estudio en la d¨¦cima conferencia sobre retrovirus organizada por la Fundaci¨®n Americana de Investigaci¨®n sobre el Sida (Amfar) en Boston (EE UU). "Es como darle a alguien 300 c¨¦lulas T extra", a?adi¨®. (El recuento de linfocitos T en una persona sana est¨¢ por encima de 800 por mililitro de sangre; el sida aparece cuando bajan de 300).
Pero los cient¨ªficos no se ponen de acuerdo sobre su posible valor terap¨¦utico. El GB-C tiene un inconveniente: cuando el organismo lo elimina, la progresi¨®n del VIH se acelera. De las 12 personas del estudio de Williams que hab¨ªan perdido el GB-C, s¨®lo dos (el 16%) segu¨ªan vivas al acabar el trabajo. De alguna manera, el VIH sale reforzado cuando se elimina la competencia, explic¨® Jack Stapleton, investigador de la Universidad de Iowa y descubridor del efecto protector del virus GB-C en 2001.
La desaparici¨®n del virus puede ser tambi¨¦n una se?al de que el HIV est¨¦ afectando el entorno celular, con lo que el enfermo tendr¨ªa que enfrentarse a una cepa de VIH especialmente peligrosa, indic¨® Stapleton. "Si desaparece el virus GB, tenemos un problema serio", a?adi¨® Williams.
La coexistencia de ambos virus en un mismo individuo es relativamente frecuente, aunque depende de las zonas. Los estudios de Stapleton han encontrado que var¨ªa entre el 41% en Iowa y el 14% en Connecticut, lo que da una media del 27%, de acuerdo con un trabajo que public¨® en la revista New England Journal of Medicine en septiembre de 2001. En Espa?a no es tan habitual, seg¨²n el experto en coinfecci¨®n con VIH y hepatitis C, Juan Carlos L¨®pez Bernaldo de Quir¨®s, del hospital Gregorio Mara?¨®n de Madrid.
Los cient¨ªficos todav¨ªa no tienen claro c¨®mo act¨²a un virus frente al otro. Una hip¨®tesis es que el GB-C bloquea los receptores CD4 de la membrana de los linfocitos que usa el VIH para unirse a ¨¦l e infectarlo (ver gr¨¢fico). Ser¨ªa como si le quitaran el sitio para aparcar.
Otra posibilidad, explica L¨®pez, es que act¨²e sobre las citoquinas. Estas sustancias juegan un papel primordial en otro paso de la infecci¨®n por el VIH: su uni¨®n a los correceptores de la membrana linfocitaria. Stapleton sugiere que la infecci¨®n por el virus GB-C produce un cambio en la superficie de la membrana, e impide que aparezcan los correceptores (prote¨ªnas que sirven para que el VIH abra la cubierta de los linfocitos y les inyecte su carga viral). Ser¨ªa como si en vez de quitarle la plaza de aparcamiento al VIH retirara el muelle de carga por el que vuelca su contenido.
Cualquiera de las dos v¨ªas tienen una ventaja a?adida: impiden que el VIH entre en el linfocito, por lo que no puede reproducirse. As¨ª se evita que mute y que aparezcan resistencias.
Ataque preventivo
El VIH pasa la mayor parte del tiempo escondido dentro de los linfocitos hasta que los destruye. S¨®lo sale para buscar una nueva v¨ªctima. Los medicamentos dise?ados hasta ahora no atacan al VIH cuando est¨¢ en la sangre, sino que van a buscarlo dentro de los linfocitos. Para llegar ah¨ª tienen que atravesar la membrana, y se corre el riesgo de que interfieran con los procesos celulares. Pero el enfoque est¨¢ cambiando. En la Conferencia sobre Retrovirus y Enfermedades Oportunistas de Boston, la novedad son los medicamentos que atacan al VIH antes de que entre en la c¨¦lula. Son, por ejemplo, los que impiden que se una al linfocito o los que interrumpen su maduraci¨®n. De momento, ninguno es definitivo, pero son una opci¨®n m¨¢s para los c¨®cteles que toman los enfermos.
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