El PSC propone que la sindicatura controle el gasto de los partidos durante la campa?a electoral

El Partit dels Socialistes (PSC) ha presentado una iniciativa parlamentaria que, de prosperar, permitir¨ªa a la Sindicatura de Cuentas controlar los gastos de los partidos durante las campa?as electorales e imponer sanciones directamente, sin la mediaci¨®n del Tribunal de Cuentas. Hasta ahora son los partidos los que facilitan sus datos y ning¨²n ¨®rgano externo puede comprobar que ¨¦stos sean ciertos. En las pasadas elecciones auton¨®micas, el PSC fue el ¨²nico partido que declar¨® un gasto superior al permitido por la ley al excederse en un mill¨®n de euros.

Los partidos catalanes firmaron en 2001 un pacto auspiciado por el presidente del Parlament, Joan Rigol, para autolimitar los gastos electorales. Pero de momento las consecuencias pr¨¢cticas de aquel acuerdo se limitan a la mera declaraci¨®n de intenciones que se present¨® en su d¨ªa, eso s¨ª, con gran solemnidad. Los responsables de finanzas de todos los partidos han mantenido varias reuniones sobre c¨®mo aplicarlo, pero a tres meses vista de las primeras elecciones previstas -las municipales, el 25 de mayo- no se ha llegado todav¨ªa a ninguna conclusi¨®n.

Ante las dificultades para avanzar, algunos partidos han empezado a plantear sus propuestas p¨²blicamente. Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), por ejemplo, ha emplazado al resto de los partidos a hacer p¨²blicos todos los cr¨¦ditos solicitados y a gastar por debajo de lo que permite la ley. El Partido Popular (PP) no cesa de proponer otro pacto para limitar los gastos, aunque no ha concretado ning¨²n mecanismo para alcanzarlo.

El PSC, por su parte, ha presentado esta semana una proposici¨®n de ley en el Parlament para modificar la ley de la Sindicatura de Cuentas, el ¨®rgano que fiscaliza el dinero p¨²blico en Catalu?a, que incide en uno de los puntos claves del gasto electoral durante la campa?a: la comprobaci¨®n a trav¨¦s de un organismo externo de que cada partido gasta realmente lo que dice que gasta.

La actual legislaci¨®n concede la funci¨®n de control a la Sindicatura de Cuentas, pero limitando much¨ªsimo su margen de actuaci¨®n. Este organismo act¨²a siempre despu¨¦s de las elecciones, no tiene ninguna capacidad sancionadora y adem¨¢s no accede a ning¨²n material de primera mano: se limita a certificar si el gasto declarado por los partidos respeta el l¨ªmite fijado por ley, pero no dispone de ning¨²n mecanismo que le permita comprobar que los datos declarados son veraces.

En la campa?a de las ¨²ltimas auton¨®micas, el PSC excedi¨® en un mill¨®n de euros el gasto que le permit¨ªa la ley. La sindicatura lo certific¨®, pero no pudo establecer ninguna sanci¨®n y finalmente ha sido el Tribunal de Cuentas el que ha impuesto a los socialistas una multa de 169.000 euros.

Los socialistas admitieron la sanci¨®n, pero pusieron en tela de juicio la contabilidad presentada por otras formaciones, especialmente CiU. La federaci¨®n nacionalista, con una presencia p¨²blica muy similar a la del PSC, declar¨® gastos en publicidad muy inferiores a los de la plataforma encabezada por Pasqual Maragall y present¨® unos presupuestos ajustad¨ªsimos a lo que permite la ley. El ¨²ltimo informe del Tribunal de Cuentas revela, no obstante, que CiU no contabiliz¨® un cr¨¦dito de tres millones de euros concedido a su grupo en el Parlament unos d¨ªas antes del inicio de la campa?a de las auton¨®micas de 1999.