Familias, amigos, asociaciones, inmigrantes y hasta turistas
A las siete de la tarde, cuando el centro de Barcelona era un r¨ªo humano desde hac¨ªa dos horas, estall¨® un multitudinario, sonoro y, sobre todo, espont¨¢neo aplauso en la esquina de la Gran Via con la calle de Pau Claris. "?Por qu¨¦?", pregunt¨® una mujer. "Porque estamos aqu¨ª. Porque somos muchos clamando contra la guerra", respondi¨® inmediatamente alguien a su lado. "Contra la pol¨ªtica de Bush y el apoyo del Gobierno espa?ol". Nunca en Catalu?a se hab¨ªa visto una marcha tan grande, tan variada y variopinta. Y tan cohesionada. Hab¨ªa, pues, motivos.
La protesta congreg¨® desde lactantes hasta ancianos que pasaban de los noventa. "Llevo toda la vida manifest¨¢ndome y esto es incre¨ªble, los pol¨ªticos han demostrado que son sordos, pero espero que no sean ciegos", clamaba Francesc, de 82 a?os, descansando en un banco modernista del paseo de Gr¨¤cia.
Familias que sumaban hasta cinco generaciones, grupos de amigos, de matrimonios de todas las edades, de compa?eros de trabajo, asociaciones, barrios, estudiantes, parroquias, partidos, sindicatos, actores, m¨²sicos... Tambi¨¦n muchos inmigrantes -"estoy emocionado porque siento que Occidente se solidariza con nosotros", dec¨ªa el paquistan¨ª Asha- y un buen n¨²mero de turistas que estaban de paso por la ciudad. Incluso perros con camisetas perrunas en las que pod¨ªa leerse: "Tampoco en mi nombre".
La primera manifestaci¨®n
Algunos asistentes confesaban, entre euf¨®ricos y avergonzados, que era su primera manifestaci¨®n. Otros eran reincidentes. "Pero lo de hoy es alucinante", dec¨ªa emocionado un viejo militante del PSUC. Y es que la marcha de ayer se caracteriz¨® por ser una enorme suma de ideolog¨ªas, edades, indumentarias, posiciones sociales y procedencias. Llegaron manifestantes de toda Catalu?a, algunos en autocares, e incluso los hubo que hicieron doblete: por la ma?ana, en Girona; por la tarde, en Barcelona.
La variedad era tambi¨¦n el signo de las pancartas, las pegatinas y los disfraces que alegraron la espera de quienes no pod¨ªan avanzar. El "no a la guerra" era el m¨¢s frecuente, pero tambi¨¦n hab¨ªa otras declaraciones de principio: "Primero las personas, y no los beneficios", "No m¨¢s sangre por petr¨®leo". Cuando las sirenas sonaban, los manifestantes se cubr¨ªan y los m¨¢s atrevidos echaban cuerpo a tierra.
Los presidentes de Estados Unidos y Espa?a se llevaron la peor parte en las parodias, en las que no se escatimaron concesiones a la escatolog¨ªa: "Aznar, lameculos de Bush", "Aznar, deja las batallas y limpia ya las playas", "Aznar, haz como Gaspart", "Aznar, dale guerra a la Botella". "S¨ª a los tanques, pero de cerveza", se le¨ªa en una enorme furgoneta disfrazada de camuflaje. Los misiles "OBush" persegu¨ªan a los manifestantes mientras un grupo de soldados marchaba marcialmente con una maceta en la cabeza.
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