Cierre de un diario
El cierre cautelar del diario en lengua vasca Egunkaria, ordenado por un juez de la Audiencia Nacional, afecta a derechos fundamentales. Nadie puede escudarse en la libertad de expresi¨®n o en la promoci¨®n del euskera para cometer un delito. Pero el delito es una conducta individual y el cierre cautelar de un diario afecta tambi¨¦n a terceros, sobre todo a sus lectores. Si se trata adem¨¢s, como es el caso, del ¨²nico diario editado en lengua vasca, es l¨®gico que esos lectores interioricen la medida como una agresi¨®n personal. De ah¨ª la necesidad de actuar con la m¨¢xima prudencia: no es lo mismo cerrar una herriko taberna de la que se sospecha que encubre actividades ilegales que un peri¨®dico.
Mientras no se conozcan con m¨¢s detalle los indicios incriminatorios que maneja el juez, ser¨ªa aventurado pronunciarse sobre el fondo del asunto, que consiste en saber si tambi¨¦n en el caso de Egunkaria se da una relaci¨®n de dependencia respecto a ETA como la que el juez Garz¨®n ha establecido para otras empresas y estructuras del llamado Movimiento de Liberaci¨®n Nacional Vasco. En el sumario de Garz¨®n que motiv¨® la suspensi¨®n cautelar de Batasuna hay referencia a algunos de los ahora detenidos. En concreto, escritos en los que la direcci¨®n de ETA se expresa con desenvoltura sobre sus preferencias para nombrar director de la publicaci¨®n.
El C¨®digo Penal prev¨¦ la posibilidad de medidas cautelares orientadas a "prevenir la continuidad en la actividad delictiva y los efectos de la misma". En el caso del cierre de Egin, en 1998, se citaba la utilizaci¨®n del diario para transmitir desde sus p¨¢ginas ¨®rdenes cifradas a comandos clandestinos y tambi¨¦n para obtener informaci¨®n para realizar atentados. ?se era el argumento principal para la aplicaci¨®n de medidas tendentes a evitar la continuidad del delito. Por lo que se sabe, los supuestos delitos de la decena de directivos y ex directivos del diario detenidos no guarda relaci¨®n con nada parecido, sino con la eventual intervenci¨®n de ETA en su financiaci¨®n. O del diario en la trama de financiaci¨®n de ETA, pues ambas cosas podr¨ªan deducirse de la extra?a nota de prensa difundida ayer por la Audiencia Nacional, consensuada ins¨®litamente con el fiscal y el Ministerio del Interior.
El mismo caso de Egin, que no volvi¨® a aparecer pese a que el cierre cautelar fue levantado un a?o despu¨¦s de su clausura, indica que es una medida dif¨ªcilmente reparable. Urge, por tanto, conocer los indicios que han llevado al juez a adoptar una medida tan extrema, que puede poner en peligro derechos fundamentales.
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