Desmantelado un plan para matar al fiscal antidroga y 3 personas m¨¢s
Un abogado implicado en narcotr¨¢fico, supuesto urdidor de la trama
Un juez de Madrid ha imputado por conspiraci¨®n para el asesinato a siete personas -entre ellas, el abogado gallego Pablo Vioque- como supuestos miembros de una banda que quer¨ªa matar al fiscal antidroga de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, y otras tres personas. Tambi¨¦n figuran imputados en la causa, como supuestos colaboradores de Vioque -urdidor de esta trama-, dos funcionarios de la prisi¨®n de Soto del Real (Madrid).
La trama que ha logrado desmontar la Guardia Civil dentro de la llamada Operaci¨®n Astilla fue descubierta de forma colateral, cuando la juez de la Audiencia Nacional Teresa Palacios investigaba un asunto relacionado con narcotr¨¢fico. La Guardia Civil, a trav¨¦s de un confidente, recibi¨® el soplo de que Vioque gestaba desde la c¨¢rcel de Soto, donde est¨¢ preso por tr¨¢fico de drogas, el asesinato de Zaragoza y de dos arrepentidos que le hab¨ªa delatado como supuesto narcotraficante a gran escala.
El objetivo del plan era hacer un ajuste de cuentas y atemorizar a las personas que iban a declarar contra Vioque, ex secretario de la C¨¢mara de Comercio de Vilagarc¨ªa de Arousa (Pontevedra) y procesado por narcotr¨¢fico, en un juicio que se desarrolla contra ¨¦l en este momento en la Audiencia Nacional. Se le acusa de estar detr¨¢s de una partida de dos toneladas de coca¨ªna que se intent¨® meter en Espa?a en 1991 a trav¨¦s de las costa gallegas.
En un principio, la Guardia Civil no dio excesivo cr¨¦dito al soplo, pero cambi¨® de opini¨®n cuando d¨ªas despu¨¦s el confidente exhibi¨® a los agentes dos fotos en las que se ve¨ªa a Zaragoza y la direcci¨®n de su domicilio. En vista de las evidencias, la juez Palacios desglos¨® esas pesquisas y las remiti¨® a los juzgados de la plaza de Castilla. All¨ª se hizo cargo del asunto el Juzgado de Instrucci¨®n 33 y la fiscal¨ªa de Madrid. El juez orden¨® intervenciones telef¨®nicas de supuestos miembros de la banda de Vioque que disfrutaban de libertad y permiti¨® controlar las comunicaciones y visitas a la c¨¢rcel de Soto de allegados de reclusos del entorno de Vioque.
Testigos protegidos
Los agentes corroboraron pronto que, ciertamente, exist¨ªa un plan perfectamente coordinado por Vioque para acabar con la vida del fiscal Javier Zaragoza. Se investigaron con especial meticulosidad las visitas que realiz¨® a la prisi¨®n de Soto Diana, novia de Diego L. C. S., un recluso muy pr¨®ximo a Vioque. Los agentes observaron que, en nombre de Vioque, Diego entreg¨® a Diana mensajes cifrados dando instrucciones sobre los asesinatos que hab¨ªa que llevar a cabo, as¨ª como las cantidades de dinero que percibir¨ªan por ellos los ejecutores.
En la calle, Diana transmiti¨® los mensajes al ciudadano venezolano Freddy T. S., con quien Vioque hab¨ªa coincidido tiempo atr¨¢s en la c¨¢rcel y que hac¨ªa de secretario suyo en el exterior. Fue ¨¦ste, seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n, quien se encarg¨® de buscar a dos sicarios, de nacionalidad colombiana, para que perpetrasen los asesinatos de Zaragoza y, supuestamente, de los dos arrepentidos que hab¨ªan delatado a Vioque: Manuel V¨¢zquez y Juan Carlos Sotelo, apodados Los Piturros. ?stos delataron a Vioque ante el entonces juez de la Audiencia Nacional Javier G¨®mez de Lia?o, pero ¨¦ste, seg¨²n fuentes jur¨ªdicas, no lleg¨® a tomarles declaraci¨®n. S¨ª lo hizo m¨¢s tarde, a instancia el fiscal Zaragoza, el juez Baltasar Garz¨®n. En el juicio al que se enfrenta ahora Vioque en la Audiencia Nacional, ¨¦ste propuso como testigo a Lia?o, pero la sala lo rechaz¨®, seg¨²n los mismos medios.
Para los preparativos del plan, y a trav¨¦s de un despacho de abogados, Vioque entreg¨® una primera partida de 6.000 euros. Era dinero para los gastos de los sicarios y para la compra del arma con la que se iba a cometer el crimen del fiscal Zaragoza A los sicarios se les prometi¨® que, tras la muerte de Zaragoza, recibir¨ªan 50.000 euros, y otros 100.000 m¨¢s cuando completar¨¢n el resto de los cr¨ªmenes.
Antes de que se ejecutara el plan, y gracias a los testimonios de dos personas que han sido catalogadas como testigos protegidos, los agentes de la Guardia Civil desmontaron la trama. Ni a Vioque ni a Diego hubo que detenerles porque ya estaban presos. A Freddy, que estaba en libertad pero en situaci¨®n de b¨²squeda y captura, se le detuvo, y, al igual que Diana, ahora ambos est¨¢ en prisi¨®n por esta causa.
Tambi¨¦n han sido inculpados por su supuesta implicaci¨®n en la trama una abogada y un matrimonio que se encarg¨® de hacer gestiones en la calle en nombre de Vioque.
Los privilegios de Vioque en la c¨¢rcel
Dos funcionarios de la prisi¨®n de Soto se hallan implicados en la trama desmantelada para asesinar al fiscal antidroga Javier Zaragoza. Seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n, estos funcionarios dieron a Vioque en prisi¨®n un trato privilegiado. Mientras un recluso normal puede realizar un m¨¢ximo de dos o tres llamadas a la semana desde las cabinas de la c¨¢rcel, Vioque lleg¨® a hacer hasta 20 llamadas en una sola noche y fuera del horario establecido. Y no s¨®lo eso: supuestamente facilitaron al abogado abundante documentaci¨®n de otros presos y sus familiares para que Vioque, que hab¨ªa recibido amenazas de reclusos, les devolviera las intimidaciones. Adem¨¢s, las pesquisas apuntan a que estos mismos funcionarios alertaron a Vioque de que la Guardia Civil hab¨ªa descubierto la trama y que estaba controlando sus comunicaciones y las de su entorno. Es previsible que las diligencias contra estos funcionarios se desglosen de la causa principal.
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