Irak quedar¨¢ a oscuras en minutos
El Pent¨¢gono prepara una 'bomba el¨¦ctrica' capaz de anular toda la tecnolog¨ªa civil y militar del pa¨ªs
De producirse una guerra, el primer objetivo del Ej¨¦rcito estadounidense en Irak no ser¨¢ destruir las bater¨ªas antia¨¦reas ni los dep¨®sitos de combustible ni las carreteras de salida de Bagdad o los palacios de Sadam Husein. El primer objetivo es devolver al pa¨ªs al siglo pasado. Una e-bomba, o bomba el¨¦ctrica, lanzada con un proyectil convencional, deber¨¢ supuestamente crear un campo electromagn¨¦tico a su alrededor capaz de anular desde la antena de televisi¨®n de Sadam hasta los sistemas de lanzamiento de misiles. Irak quedar¨¢ sumido en un apag¨®n silencioso. Los veh¨ªculos no volver¨¢n a arrancar. Las posiciones iraqu¨ªes recibir¨¢n a las tropas de EE UU aisladas, sin radio, sin tel¨¦fono y a oscuras.
Ninguna fuente desde el Pent¨¢gono ha confirmado siquiera su existencia. Sin embargo, de forma oficiosa est¨¢ en todos los escenarios de guerra que los expertos proyectan sobre Irak desde finales del a?o pasado. La HPM (siglas de High-Power Microwave o microondas de alta potencia) es el arma no oficial m¨¢s conocida de EE UU. De cumplir las expectativas, dejar¨ªa de rodillas muchas de las defensas de Irak, sin producir una sola v¨ªctima ni da?ar una sola casa.
Es como provocar un rayo. Una peque?a explosi¨®n dispara un impulso el¨¦ctrico que se transmite a una bobina de cobre cerrada. Al reventar, ese impulso se extiende creando un campo electromagn¨¦tico. Viene a ser como si cae un rayo cerca y se funden todos los aparatos de una casa. Una bomba el¨¦ctrica de 900 kilogramos cubrir¨ªa un radio de 126.000 metros cuadrados.
Uno de los pocos y raros documentos oficiales de acceso p¨²blico sobre las HPM es un informe de Eileen Walling, coronel de la Fuerza A¨¦rea de EE UU, titulado Microondas de alta potencia: implicaciones estrat¨¦gicas y operativas para una guerra, y fechado en 2000. La coronel informaba de que, tras a?os de pruebas, la e-bomba estaba "lista para pasar a formar parte de las armas activas del Ej¨¦rcito de Estados Unidos".
La coronel Walling defin¨ªa como primera aplicaci¨®n operativa la capacidad para anular las defensas antia¨¦reas del enemigo. Walling destaca tambi¨¦n que la falta de precisi¨®n de estas armas es una ventaja: "Un arma de microondas puede atacar varios objetivos a la vez. Por ejemplo, mientras el objetivo principal puede ser un cami¨®n de comunicaciones enemigo, un misil tierra-aire que pasara por la huella del arma [el ¨¢rea afectada tiene forma c¨®nica] tambi¨¦n se ver¨ªa afectado". En aquel informe se advert¨ªa, sin embargo, que a¨²n no estaba estudiado si la HPM violaba la legislaci¨®n internacional.
EE UU ya ha destruido antes sistemas el¨¦ctricos del enemigo. En la anterior guerra del Golfo o la m¨¢s reciente de Kosovo se provocaron cortocircuitos en las redes roci¨¢ndolas con filamentos de carbono. Pero su efecto era menor y menos permanente que el que anuncia la HPM. Aquello era m¨¢s bien tecnolog¨ªa para el sabotaje de equipos. Esto es una tormenta el¨¦ctrica que no distingue una tostadora de un misil. Walling destacaba que las HPM "no requieren conocer con detalle la tecnolog¨ªa enemiga", y su efecto contin¨²a "incluso cuando los equipos est¨¢n apagados".
Oficiales norteamericanos citados por The Wall Street Journal ya han salido al paso del entusiamo advirtiendo de los riesgos de la e-bomba. Dado que el da?o es permanente, elevar¨ªa much¨ªsimo el coste reparar las infraestructuras de Irak tras el conflicto. Adem¨¢s, el propio material el¨¦ctrico de EE UU podr¨ªa quedar inutilizado por fuego amigo.
Otros riesgos son el da?o a equipos civiles cr¨ªticos como puede ser la energ¨ªa de un hospital. La reparaci¨®n puede requerir semanas de estudios por parte de ingenieros el¨¦ctricos hasta encontrar las partes da?adas. Tambi¨¦n podr¨ªa inutilizar la instrumentaci¨®n del mismo avi¨®n que est¨¦ bombardeando, por lo que s¨®lo se contempla lanzarlo dentro de misiles de largo alcance.
El ingenio ya est¨¢ presentado en sociedad. Quiz¨¢ sea la estrella de esta guerra o quiz¨¢ no se vuelva a hablar de ella. Pero la ausencia de informaci¨®n oficial sobre la e-bomba se atribuye a que EE UU no quiere que caiga en manos indeseables. No en vano, ellos mismos son los m¨¢s vulnerables. No es lo mismo un apag¨®n en Bagdad que en Manhattan.
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