Escuchar con la imaginaci¨®n
Escolares granadinos aprenden a interpretar los sonidos cotidianos en la casa donde Falla cre¨® parte de su obra
A principios del siglo pasado ya se quejaba amargamente Manuel de Falla del "infernal sonido" de los festejos granadinos tradicionales del Corpus. La persistencia durante horas de los altavoces hac¨ªa al compositor acordarse de la paciencia de Job, aunque ni siquiera ¨¦sta se le antojaba suficiente para soportarla. En una carta dirigida a Enrique Fern¨¢ndez Arb¨®s, Falla relataba su temor de que esta situaci¨®n le condujera a la enfermedad, pero cabe preguntarse qu¨¦ no hubiera padecido el m¨²sico hoy si pudiera pasear por las calles de Granada, una de las ciudades con mayor contaminaci¨®n ac¨²stica del pa¨ªs.
Azor¨ªn contaba de la casa de Falla que "los pies de los visitantes inoportunos" nunca hac¨ªan chirriar la arena amarilla de su jard¨ªn. La semana pasada, el estruendo de 70 j¨®venes de entre 11 y 14 a?os, sacudi¨® las paredes de la antigua morada granadina del m¨²sico, la "casita limpia y clara" que Azor¨ªn describ¨ªa. Fueron all¨ª para aprender a escuchar, tanto con los o¨ªdos como con la imaginaci¨®n y los sentidos, tal y como lo hac¨ªa hace d¨¦cadas el autor de El sombrero de tres picos, sentado bajo sus cipreses, jazmines y laureles.
Los alumnos del Instituto de Alcudia, seducidos por los ritmos hip hop y tecno que imponen los ¨ªdolos musicales del momento, no recibieron la noticia de realizar una visita al Auditorio Manuel de Falla con inicial entusiasmo. Fue su profesora de m¨²sica, Merche, la que tuvo que emplearse a fondo para explicarles la importancia de dedicar una jornada a conocer la vida y obra de uno de los m¨²sicos m¨¢s importantes de la historia.
La visita dej¨® a algunos impasibles y despert¨® vocaciones en otros. Patricia tiene desde entonces el firme prop¨®sito de aprender a tocar la guitarra y Maribel, despu¨¦s de escuchar una interpretaci¨®n de Noches en los jardines de Espa?a a cargo de Alicia de Larrocha, decidi¨® que el piano es su instrumento.
La Fundaci¨®n Archivo Manuel de Falla, en colaboraci¨®n con la Delegaci¨®n de Educaci¨®n, ha organizado una serie de visitas escolares a la antigua casa del compositor a fin de que los j¨®venes aprendan algo m¨¢s sobre la vida y obra del artista y, a la vez, se sensibilicen sobre los sonidos que cotidianamente nos rodean.
El m¨²sico Rafael Li?¨¢n tuvo a su cargo la dif¨ªcil tarea de transmitir al excitado grupo de 70 ni?os la importancia de saber escuchar, tanto los sonidos musicales como las voces de los dem¨¢s. La guitarra fue su mejor aliada. Con ella consigui¨® "afinar" a un p¨²blico que, tras los primeros acordes, sorprendentemente parec¨ªa paralizado por el encantamiento de la m¨²sica de Falla.
Los alumnos actuaron como coro en la interpretaci¨®n de Li?¨¢n, que les ense?¨® a sonre¨ªr mientras cantaban. Pero lo que de verdad dej¨® perplejo a esta peculiar audiencia y arranc¨® sus m¨¢s entusiastas aplausos fue la intervenci¨®n de Merche. Su profesora fue capaz de interpretar la misma melod¨ªa que el m¨²sico arrancaba a su guitarra ?s¨®lo con media docena de tiestos de maceta! Del barro de estos objetos cotidianos sal¨ªa m¨²sica y la sorpresa se reflejaba en las caras.
Li?¨¢n ense?a a los escolares que realizan estas visitas lo divertido y pr¨¢ctico que resulta el uso de materiales de nuestro entorno como instrumentos musicales: "El valor mel¨®dico de algunos objetos cotidianos merece ser conocido, empleado y difundido".
El m¨²sico se estrena en la 'web'
Hasta el pr¨®ximo 13 de mayo, alrededor de 700 escolares, pasar¨¢n por los jardines de la casa de Falla para aprender a ser cr¨ªticos con los sonidos que les llegan y a conseguir al menos una m¨ªnima parte de esa sensibilidad ac¨²stica del m¨²sico gaditano.
Otro grupo de escolares granadinos visitar¨¢ hoy el jard¨ªn donde el compositor pasaba horas escuchando la naturaleza. Ellos realizar¨¢n un ejercicio de percepci¨®n de los sonidos del entorno: los p¨¢jaros, el viento, la propia respiraci¨®n e, incluso, el silencio.
Con seguridad Falla estar¨ªa de acuerdo con Li?¨¢n cuando explic¨® a sus j¨®venes espectadores que "el sonido m¨¢s importante es el silencio, porque todos los dem¨¢s nacen de ¨¦l y mueren en ¨¦l".
Los escolares que participan en estas visitas tienen tambi¨¦n la oportunidad de acercarse a la figura de Falla a trav¨¦s de una nutrida exposici¨®n sobre el artista que documenta etapas tan importantes de su vida como su infancia en C¨¢diz, su juventud en Madrid, su estancia en Par¨ªs junto a Claude Debussy y Maurice Ravel, o su paso por Argentina.
Tras la visita, los ni?os recuerdan aspectos anecd¨®ticos de la vida y personalidad del m¨²sico. Sus amores o su afici¨®n infantil por encerrarse en una de las habitaciones de su casa llamada por ¨¦l El Ed¨¦n, son algunos de los datos que recuerdan casi todos los escolares al t¨¦rmino de la jornada.
Estos contenidos y otros muchos de la exposici¨®n permanente El universo de Falla estar¨¢n a partir del pr¨®ximo verano en una p¨¢gina web que la Fundaci¨®n acaba de comenzar a realizar. En este apartado de Internet habr¨¢ m¨²sica, juegos, una tienda virtual, el calendario de actividades del centro, foros de debate, un acceso a la base de datos (aunque restringida) y una visita virtual a la exposici¨®n.
Esta ¨²ltima es la parte m¨¢s compleja y la que requiere m¨¢s tiempo de trabajo, pues ser¨¢ necesario digitalizar entre 200.000 y 250.000 documentos. Entre ellos se incluyen m¨¢s de 22.000 cartas enviadas o remitidas por Falla, gran n¨²mero de manuscritos musicales, el completo archivo fotogr¨¢fico, los principales libros y partituras que contienen anotaciones del m¨²sico, los programas de mano de conciertos y recortes de prensa.
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