El escollo americano
Estados Unidos tambi¨¦n marcha por libre en la Conferencia Mundial Antidopaje, que se celebra en Copenhague
Si diera positivo en un control antidopaje en el pr¨®ximo Campeonato de Europa de baloncesto, Pau Gasol no podr¨ªa jugar durante dos a?os con la selecci¨®n espa?ola, pero al d¨ªa siguiente del torneo podr¨ªa seguir haci¨¦ndolo sin ning¨²n problema con los Grizzlies de Memphis o con cualquier otro equipo de la Liga profesional norteamericana (NBA), que es, en realidad, en la que se gana la vida.
Si diera positivo en la misma competici¨®n y por la misma sustancia prohibida, su compa?ero Felipe Reyes no s¨®lo no podr¨ªa jugar con la selecci¨®n espa?ola durante dos a?os, sino que tampoco podr¨ªa hacerlo con el Estudiantes o con cualquier otro equipo europeo que est¨¦ supeditado a la Federaci¨®n Internacional de Baloncesto (FIBA), que es, en realidad, en la que se gana la vida.
Esto es as¨ª. Y as¨ª lo reconoce la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), la principal impulsora de la Conferencia Mundial Antidopaje, que se ha reunido en Copenhague con el objetivo declarado de aprobar un c¨®digo mundial que acabe con todas las injusticias, las desigualdades y las faltas de armon¨ªa existentes en la lucha contra el dopaje.
Pero, aunque el principal redactor del c¨®digo sea un norteamericano, el abogado Rich Young, la falta de compromiso del Gobierno estadounidense; la impotencia de su propio comit¨¦ ol¨ªmpico nacional, inmerso en una guerra interna, y la absoluta indiferencia de las Ligas profesionales -las del baloncesto, el b¨¦isbol, el f¨²tbol americano y el hockey sobre hielo- han creado en la g¨¦lida capital danesa, en los pasillos del congreso, en las caras de los mil delegados, la sensaci¨®n m¨¢s temida: la idea de que la perfecta armonizaci¨®n es una utop¨ªa.
El pesimismo hab¨ªa llevado a muchos delegados a insinuar que la aplicaci¨®n del c¨®digo, prevista para los Juegos Ol¨ªmpicos de Atenas 2004, y su adopci¨®n por los Gobiernos, esperada antes de 2006, deber¨¢n retrasarse hasta los de Pek¨ªn 2008. Y es una previsi¨®n optimista.
Las federaciones internacionales que no acepten el c¨®digo ser¨¢n castigadas con su exclusi¨®n de los Juegos. Y, dijo ayer el presidente del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional (COI), el belga Jacques Rogge, aquellos pa¨ªses que no adapten su legislaci¨®n al c¨®digo no podr¨¢n organizar unos Juegos.
Ambas amenazas le resbalan al deporte norteamericano, que est¨¢ convencido de que m¨¢s perder¨ªan el COI y los Juegos sin sus atletas y sus ciudades que Estados Unidos y sus deportistas sin el espect¨¢culo ol¨ªmpico.
Estados Unidos, que, seg¨²n la ley fundadora de la AMA, deber¨ªa contribuir con una de las mayores cuotas a su presupuesto (unos 20 millones de euros), a¨²n no ha satisfecho su parte correspondiente a 2002, al igual que Italia y alg¨²n que otro pa¨ªs. Sus Ligas tienen unos peculiares reglamentos antidopaje que penalizan m¨¢s las drogas recreativas (marihuana o coca¨ªna) que las que potencian el rendimiento (anabolizantes, efedrinas y dem¨¢s estimulantes), que s¨®lo castigan con advertencias y suspensiones m¨ªnimas.
El canadiense Dick Pound, el fallido candidato a la presidencia del COI que preside la AMA y ha logrado que su sede se establezca en Montreal, reconoce su impotencia: "No tenemos ning¨²n arma para obligar a los deportistas profesionales de las Ligas no afectas a alguna federaci¨®n internacional a que acepten el c¨®digo. Nosotros podemos lograr que los Gobiernos se comprometan a subvencionar a aquellas federaciones que no acaten el c¨®digo, pero esas Ligas no reciben ni un euro".
Pero no por ello Pound, tenaz y rocoso, se desanima: "No teman. Al d¨ªa siguiente de la aprobaci¨®n del c¨®digo ser¨¦ como un misionero. Ir¨¦ a ver a David Stern, el comisario de la NBA, y le convencer¨¦. Porque, en el fondo, ¨¦l tambi¨¦n tiene que estar preocupado por la salud de sus muchachos".
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