BAAL: con la supervivencia como objetivo
En 1997 naci¨® en C¨¢diz una sociedad editorial bautizada con el nombre de BAAL, siglas de la Biblioteca Andaluza de Arte y Literatura. Sus miembros proceden de diversos ¨¢mbitos de la cultura, desde empresarios de las artes gr¨¢ficas a profesores universitarios, pasando por soci¨®logos y dise?adores. Al frente de la misma se sit¨²a Fernando Mira, quien se?ala entre sus objetivos "promover publicaciones relacionadas con nuestro entorno geogr¨¢fico, especialmente dedicadas al arte y la cultura, as¨ª como rescatar autores gaditanos descatalogados".
Con uno de estos rescates, la colecci¨®n de relatos de Fern¨¢n Caballero reunida bajo el t¨ªtulo Lady Virginia, inici¨® BAAL su andadura. A este volumen sigui¨® el ensayo Cr¨®nica de una marginaci¨®n. Historia de la prostituci¨®n en Andaluc¨ªa, de Francisco V¨¢zquez y Andr¨¦s Moreno, cuya excelente acogida supuso una sorpresa y un acicate para los responsables de la empresa. El c¨®mic tambi¨¦n encontr¨® un sitio en el cat¨¢logo de BAAL: Las criaturas de la tierra incierta, ¨¢lbum de Ricardo Olivera, se sum¨® a esta lista junto al dietario Pensamientos del que est¨¢ de visita, del profesor Emilio L¨®pez Medina, o la gu¨ªa Itinerarios geol¨®gicos por la Cordillera B¨¦tica, una edici¨®n al cuidado de Pedro Alfaro que vio la luz con motivo del A?o Internacional de la Monta?a. La heterogeneidad de las propuestas de BAAL se enriquecer¨¢ pr¨®ximamente con la reedici¨®n de Territorio Estrecho, narraciones cortas de Juan Jos¨¦ T¨¦llez.
Muchas son las razones para que los lanzamientos de este sello hayan sido tan escasos. La principal dificultad, en palabras de Mira, es la distribuci¨®n: "Los distribuidores no quieren saber m¨¢s que de grandes ¨¦xitos y tiradas grandes, de m¨¢s de 3000 ejemplares. Lo ideal ser¨ªa trabajar con empresas andaluzas, que pudieran resolver este cometido de forma regular. Pero no las hay".
A este problema cabe a?adir "la saturaci¨®n de las librer¨ªas, que conceden un periodo m¨¢ximo de un mes para ponerte en el escaparate, pasado el cual el libro es devuelto", a?ade. Ante una perspectiva tan desalentadora, el director de BAAL asegura que la edici¨®n en esta comunidad es "un empe?o ruinoso, del que nadie vive", apenas compensado por una motivaci¨®n: "el placer de editar, sin pensar m¨¢s de lo necesario en el rendimiento econ¨®mico, y con la supervivencia como objetivo", apostilla.
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