Dos o tres cosas que s¨¦ de ella
El coautor del edificio del IVAM defiende la ampliaci¨®n dise?ada por Sejima-Nishizawa como "una propuesta fiable para el siglo XXI"
"La cultura ¨ªntegramente convertida en mercanc¨ªa debe convertirse a su vez en la mercanc¨ªa estrella de la sociedad del espect¨¢culo". G. Debord.
Con motivo de la presentaci¨®n del anteproyecto de ampliaci¨®n del IVAM del equipo SANAA alentado por la arquitecta japonesa Kazuyo Sejima se ha creado en la ciudad una pol¨¦mica medi¨¢tica bastante alejada de otras campa?as m¨¢s duras e in¨²tiles a las cuales nos tiene acostumbrada nuestra ciudad saturnal. Las reacciones son variopintas. Los artistas aceptan las propuestas con la aspiraci¨®n de ocupar los espacios expositivos del museo. Los arquitectos, unos rechazan el proyecto por tratarse de un bien codiciable o por un grave atentado urbano, otros aplauden la innovaci¨®n y algunos pol¨ªticos acostumbrados a mudar las cosas introduciendo novedades apenas se pronuncian.
"SANAA se adapta a la propuesta m¨ªnima de ampliaci¨®n pero deja una impronta espectacular"
"El enfrentamiento entre tradici¨®n y modernidad que es el principio interno de desarrollo de la cultura en las sociedades hist¨®ricas s¨®lo puede continuar merced a la permanente victoria de la modernidad". Este aforismo de Guy Debord perteneciente a su obra La sociedad del espect¨¢culo (Pretextos 1999) viene a prop¨®sito, como el que inicia este art¨ªculo, del proyecto expuesto en el IVAM. El equipo SANAA goza de un merecido cr¨¦dito en el panorama arquitect¨®nico internacional. Formado por Sejima y Nishizawa y con una obra no muy extensa pero de gran calidad, su arquitectura se caracteriza por el uso de una serie de recursos que confirman la originalidad de sus planteamientos. En el edificio de apartamentos Gifu Kitagata consigue a trav¨¦s de una idea tomada en pr¨¦stamo de los inmuebles Villa de Le Corbusier dotar al edificio de unas caracter¨ªsticas que hacen olvidar el modelo anterior. La utilizaci¨®n del vidrio al ¨¢cido, las mallas met¨¢licas, las escaleras rampantes de la fachada posterior le otorgan un car¨¢cter "ingr¨¢vido" que libera las nociones convencionales de la arquitectura.
El Museo-O, un peque?o museo situado junto a un edificio antiguo y las ruinas de un castillo, vuelve a recrear el ambiente de SANAA. Consiste en un paralelep¨ªpedo acristalado que se eleva del suelo. Aparentemente ingr¨¢vido, cerrado con vidrios grapados, impresos en algunas zonas y trasl¨²cidos all¨ª donde se requieren ventanas. El resultado es de una gran belleza debido a la tersura que confiere el cristal y a sus controladas dimensiones.
En el ¨¢mbito de la vivienda dom¨¦stica tambi¨¦n consigue propuestas de ¨¦xito: la Casa-S desarrolla un programa concentrado y mediante un deambulatorio perimetral permite liberar la fachada de policarbonato dejando el edificio encerrado en una especie de jaula trasl¨²cida con alguna ventana al exterior.
El encargo de la ampliaci¨®n del IVAM tuvo lugar el mes de mayo del 2002, a partir de ese momento hubo relaciones peri¨®dicas, cada meses y medio, para discutir las propuestas aportadas por el equipo SANAA. En realidad el proyecto o el encargo se reduc¨ªa a colmatar un reducido solar trasero recayente a la calle Beneficencia de escasa amplitud viaria. Tras meses de discusiones y aportaci¨®n de maquetas que el lector puede ver en los paneles expuestos en la Explanada del IVAM qued¨® definido el anteproyecto que incorporaba la perforaci¨®n del vest¨ªbulo del actual Museo a la calle posterior, soluci¨®n prevista de antemano por quien esto escribe y su equipo colaborador.
El Museo se conserva tal y como est¨¢ a?adiendo un bloque en su cara posterior que albergar¨¢ un Sal¨®n de Actos y oficinas. En la terraza se ubica un restaurante con acceso exterior. Todo el volumen construido se encapsula, mediante una caja, con delgados soportes de acero y cerramiento met¨¢lico con perforaciones circulares, que tiene una altura que duplica la del IVAM. Esta caja ha levantado las iras de algunos y la aquiescencia de otros. SANAA se adapta a la propuesta m¨ªnima de ampliaci¨®n pero deja una impronta espectacular y envuelve con una gasa delicada todas las actuaciones anteriores.
Los precedentes habr¨ªa que encontrarlos en las propuestas de R. Buckmister, arquitecto norteamericano dedicado al estudio de estructuras, c¨²pulas geod¨¦sicas formadas por nervaduras de acero revestidas por elementos v¨ªtreos o aquellas burbujas gigantescas que cubr¨ªan todo Nueva York con la finalidad de atemperar la ciudad. Planteamientos tecnol¨®gicos que se diferencian de la carcasa de SANAA, m¨¢s esteticista y delicada que no las burbujas del americano.
El inter¨¦s de la propuesta de SANAA, con la que crea un nuevo concepto de museo, radica en la relaci¨®n entre lo p¨²blico y lo privado, la creaci¨®n de los espacios p¨²blicos ajardinados, como "pasajes" propios del siglo XIX, met¨¢fora de algo privado y algo p¨²blico al mismo tiempo e imaginar un espacio que asuma un protagonismo magn¨¦tico en el entorno urbano.
Por otro lado, el enfoque de Sejima-Nishizawa corre el riesgo de caer en la contradicci¨®n por su asunci¨®n vanguardista. Sin embargo, su honesta y astuta destreza con respecto a la estructura, a los materiales y a los detalles del acabado demuestra que el trabajo de ambos es una propuesta fiable para el siglo XXI.
Emilio Gim¨¦nez proyect¨®, junto a Carlos Salvadores, el edificio del IVAM
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