Un callej¨®n estrecho
El teatro-danza tambi¨¦n est¨¢ en un callej¨®n con salida muy estrecha, como tantas otras materias y modos de la escena danc¨ªstica actual. Algunos hablan de crisis creativa, otros de transici¨®n en lo estil¨ªstico. Lo ejemplifica con claridad la producci¨®n de Lengua Blanca, un ejercicio de acumulaci¨®n despiadada (con el espectador) de materiales fragmentarios, inconexos y que dan poco de s¨ª, entre s¨ª. El resultado intenta explicarse por medio de unos textos dichos irregularmente y bastante ingenuos, hasta cursis, de filosof¨ªa de bar.
Ana Mar¨ªa Garc¨ªa tiene un momento espl¨¦ndido de baile, ella sola, capaz de emocionar y encerrar en un pu?o el coraz¨®n del p¨²blico. Pero eso dura apenas unos minutos. Enseguida volvemos a los gui?os al absurdo, y a una atm¨®sfera de cultura degradada que queriendo hablar de abismo se queda en la llanura, casi en la indiferencia. La est¨¦tica est¨¢ en los l¨ªmites del arte povera y explota los valores del rastrillo, sus elementos representativos de un urbanismo residual e incomprensible, inclemente.
Fiebre
Coreograf¨ªa y direcci¨®n: Ana Mar¨ªa Garc¨ªa y Juan Jos¨¦ de la Jara; guitarra el¨¦ctrica: Mario Garc¨ªa; audiovisuales: Ojo de Agua (M¨¦xico), F¨¦lix Fern¨¢ndez y Lengua Blanca. La Casa Encendida, Madrid.
Fiebre es una exposici¨®n esperp¨¦ntica de unos personajes llevados al dibujo grueso: el payaso, el maltratador, la alienada, el m¨²sico pasota y una especie de poeta de ¨¢mbito dom¨¦stico. Todos ellos circulan por un espacio, un desorden agrio y espeso que es la realidad vulnerada que los margina y hunde en esa desesperaci¨®n vana de lenguaje y acci¨®n. Los filmes son lo mejor de la propuesta de Fiebre, tanto el documental de los ni?os acr¨®batas callejeros en el Distrito Federal de M¨¦xico como el de ficci¨®n, donde una m¨¢scara de yeso y unas botellas de vino juegan un papel pl¨¢stico importante y metaf¨®rico, hablando de soledades, borrachera y un futuro negr¨ªsimo.
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