La Casa Blanca dice que Bush est¨¢ "molesto" por la oposici¨®n internacional a la guerra

George W. Bush parece sentirse crecientemente frustrado por la inmensa tormenta diplom¨¢tica generada en torno a Irak. El presidente de Estados Unidos evit¨® ayer, como el martes, aparecer en p¨²blico, pero su portavoz admiti¨® que Bush se sent¨ªa "molesto" por la oposici¨®n internacional a sus planes de guerra. Telefone¨® al presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, para hacerle notar que un veto de Mosc¨² en el Consejo de Seguridad de la ONU da?ar¨ªa las relaciones con Washington, y evit¨® apoyar de forma expresa las condiciones propuestas por el Reino Unido.

El portavoz Ari Fleischer insisti¨® en que Estados Unidos quer¨ªa una votaci¨®n en la ONU esta semana y en que, aunque el tiempo de la diplomacia se agotaba, nada estaba a¨²n decidido.

Bush segu¨ªa trabajando para conseguir que la resoluci¨®n de respaldo a la guerra, fuera cual fuera finalmente su contenido, obtuviera la aprobaci¨®n de la mayor¨ªa de los miembros del Consejo, aunque un veto la invalidara. Antes de hablar con Putin para recordarle que Rusia tendr¨ªa que pagar un precio por su veto, en t¨¦rminos de relaciones bilaterales con EE UU, telefone¨® al presidente de Pakist¨¢n, Pervez Musharraf, y le exigi¨® un voto positivo. La posici¨®n oficial de Pakist¨¢n, uno de los miembros no permanentes del Consejo, era la abstenci¨®n, pero en el Departamento de Estado se confiaba en arrancar un s¨ª de ¨²ltima hora al ¨²nico pa¨ªs mayoritariamente musulm¨¢n con armas nucleares.

Las gestiones telef¨®nicas e invisibles, muy intensas, se combinaban en la Casa Blanca con una apariencia de distanciamiento respecto a la tremenda batalla diplom¨¢tica centrada en Nueva York. Lo m¨¢s sorprendente fue la frialdad con que el portavoz presidencial, Ari Fleischer, abord¨® las ¨²ltimas propuestas de Tony Blair. "El presidente valora los esfuerzos brit¨¢nicos", dijo Fleischer, antes de matizar que las condiciones finales que Blair deseaba plantear a Sadam a¨²n no hab¨ªan sido presentadas formalmente en la sede de la ONU y que, por ese motivo, Bush no hab¨ªa adoptado una posici¨®n concreta sobre ellas.

Esfuerzo diplom¨¢tico

Desde que comenz¨® el debate internacional sobre Irak, en septiembre del a?o pasado, Washington y Londres hab¨ªan actuado siempre de forma conjunta. En el momento crucial, ambos gobiernos parec¨ªan preferir mantenerse a una cierta distancia para no perjudicarse mutuamente. Fleischer fue claro: "Mucho de lo que hacemos, lo hacemos para favorecer a nuestros aliados", asegur¨®, refiri¨¦ndose a Blair. "El presidente ha querido hacer un esfuerzo diplom¨¢tico adicional, y espera que otros pa¨ªses lo hagan tambi¨¦n", a?adi¨®.

Fleischer quiso matizar las declaraciones efectuadas la v¨ªspera por el volc¨¢nico secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, en el sentido de que las tropas brit¨¢nicas podr¨ªan quedar inicialmente al margen de la invasi¨®n de Irak. "El presidente cuenta con la plena participaci¨®n brit¨¢nica si finalmente es necesario el uso de la fuerza", declar¨® el portavoz. Rumsfeld public¨® un comunicado de rectificaci¨®n en el mismo sentido, tras la pol¨¦mica creada en el Reino Unido por sus palabras del martes.

La presi¨®n de la diplomacia estadounidense se concentraba sobre Chile y M¨¦xico, los dos miembros hispanoamericanos del Consejo. El Departamento de Estado cre¨ªa contar ya con los tres votos africanos (aunque el Gobierno angole?o segu¨ªa calificando su posici¨®n de "indecisa") y con el de Pakist¨¢n, por lo que, en teor¨ªa, le bastaba el apoyo de Chile o M¨¦xico para alcanzar los nueve votos necesarios para obtener, al menos, una "victoria moral". Pero la Casa Blanca segu¨ªa emitiendo advertencias gen¨¦ricas a la comunidad internacional. Bush consideraba, seg¨²n su portavoz, que la posici¨®n de cada pa¨ªs en la actual crisis constitu¨ªa "un indicador sobre la voluntad de combatir al terrorismo", y que sobre ese criterio Washington decidir¨ªa qui¨¦nes eran sus aut¨¦nticos aliados.

La diplomacia se solapaba con los planes militares. El Consejo de Seguridad Nacional, compuesto por los principales miembros del Gabinete, se reuni¨® en la Casa Blanca para informar a Bush sobre los acontecimientos en Nueva York y, sobre todo, en las cercan¨ªas de Irak. No se dio a conocer el contenido de la reuni¨®n, pero el Pent¨¢gono confirm¨® que exist¨ªan contactos con unidades iraqu¨ªes para conseguir su rendici¨®n al inicio de la guerra. Rumsfeld anunci¨® el martes que esos contactos eran "privados", pero se har¨ªan "m¨¢s p¨²blicos". Los altos mandos militares iraqu¨ªes recibir¨ªan "instrucciones para que se comportaran de una forma que pudiera ser interpretada como no amenazante", explic¨®.