Turqu¨ªa votar¨¢ hoy si permite a Estados Unidos un pasillo a¨¦reo para atacar Irak

Estados Unidos segu¨ªa sin disponer anoche de permiso para atacar a Irak desde Turqu¨ªa. Colin Powell hizo ayer un llamamiento exasperado al Gobierno del islamista moderado Recep Tayyip Erdogan para que presentara de inmediato al Parlamento la moci¨®n que autoriza el "tr¨¢nsito por el espacio a¨¦reo turco" de los aviones de guerra estadounidenses. Esa moci¨®n hab¨ªa sido aprobada por el Gobierno en la noche del martes al mi¨¦rcoles tras largas negociaciones telef¨®nicas. Pero Erdogan no la present¨® ayer al Parlamento y afirm¨® que lo har¨¢ hoy.

El Gobierno turco, a trav¨¦s de su portavoz y ministro de Justicia, Cemil Cicez, hizo saber que la moci¨®n s¨®lo permite a EE UU disponer de "un pasillo a¨¦reo" en Turqu¨ªa. No podr¨¢ usar los aeropuertos turcos, ni siquiera para repostar. Y tampoco podr¨¢ desplegar en suelo turco los 62.000 soldados que deseaba para abrir todo un segundo frente contra Irak. Esto ¨²ltimo ya fue rechazado por el Parlamento el 1 de marzo, en una votaci¨®n en la que m¨¢s de 100 diputados del islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) de Erdogan sumaron sus votos negativos a los de la oposici¨®n socialdem¨®crata, y que fue aplaudida por el pueblo turco, que en un 90% rechaza la guerra de Bush.

La apertura del "pasillo a¨¦reo", que el Parlamento debe votar hoy tras un c¨®nclave a puerta cerrada del grupo parlamentario del AKP, permitir¨ªa, no obstante, al Pent¨¢gono dos cosas importantes. Una bombardear Irak desde el norte; otra, transportar por avi¨®n a las regiones septentrionales de ese pa¨ªs unos cuantos miles de soldados de las Fuerzas Especiales y las brigadas paracaidistas. Esas fuerzas se har¨ªan cargo de los pozos petroleros del norte de Irak, en particular los de Kirkuk y Mosul, y hostigar¨ªan la retaguardia del Ej¨¦rcito iraqu¨ª.

Erdogan y la mayor¨ªa de los analistas pol¨ªticos cre¨ªan ayer que esta vez el Parlamento aprobar¨¢ la moci¨®n. Compromete menos a Turqu¨ªa que la anterior -la del despliegue de los 62.000 soldados norteamericanos- y en las ¨²ltimas semanas la c¨²pula militar, verdadero poder en la sombra, ha hecho saber que "en aras del inter¨¦s nacional" Turqu¨ªa no pod¨ªa negarle alg¨²n tipo de cooperaci¨®n a EE UU. En Ankara hablar del "inter¨¦s nacional" es hablar del Kurdist¨¢n iraqu¨ª. El gran miedo de los turcos es que los kurdos de Irak se hagan con los pozos de Mosul y Kirkuk, proclamen un Estado independiente y sirvan de ejemplo a los millones de kurdos de Turqu¨ªa.

EE UU, seg¨²n el Gobierno de Erdogan, acept¨® la entrada de tropas turcas en el norte de Irak para "establecer una zona tamp¨®n que impida el flujo de refugiados iraqu¨ªes hacia Turqu¨ªa". Siempre seg¨²n el Gobierno turco, sus tropas no actuar¨¢n bajo mando norteamericano. En la fase final de su largo, amargo y complicado regateo con Ankara, Washington condicion¨® el permiso para una cierta intervenci¨®n militar turca en Irak a la apertura del cielo turco a los aviones de guerra norteamericanos. D¨ªas atr¨¢s, Bush y Powell hab¨ªan amenazado a los turcos con "enfrentamientos armados" con las tropas estadounidenses si entraban sin permiso en el norte de Irak, donde la poblaci¨®n kurda les teme tanto como a Sadam.

En la moci¨®n que, de cumplirse el deseo de Erdogan y las previsiones mayoritarias, aprobar¨¢ hoy el Parlamento turco, esos dos elementos -"pasillo a¨¦reo" para EE UU e intervenci¨®n militar turca en Irak- son presentados de forma unida e inseparable. Todas las partes habr¨¢n obtenido as¨ª algo pero mucho menos de lo que deseaban. Erdogan prueba que no es un islamista antinorteamericano, aunque sin comprometerse demasiado en una guerra que el pueblo turco no quer¨ªa. Los militares turcos salvan su alianza con Washington y se garantizan cierto derecho a controlar el Kurdist¨¢n iraqu¨ª. Y el Pent¨¢gono puede hostigar a Sadam desde el norte.

Pero como no ha obtenido lo que esperaba de un aliado que cre¨ªa incondicional, Washington "ha retirado de la mesa" su paquete de ayuda econ¨®mica a Turqu¨ªa, que pod¨ªa alcanzar los 30.000 millones de d¨®lares. Turqu¨ªa, muy endeudada y en la peor recesi¨®n econ¨®mica en d¨¦cadas, no renuncia a recibir parte de ese paquete a cambio de la apertura de su cielo a los aviones norteamericanos.