El presidente de Egipto cambia su discurso cr¨ªtico con EE UU y culpa a Sadam Husein de la invasi¨®n
Hasta ayer, Hosni Mubarak, el presidente de Egipto, hab¨ªa preferido dirigir sus cr¨ªticas contra el Gobierno de George W. Bush pero, ante la invasi¨®n estadounidense a Irak, se ha vuelto tambi¨¦n contra Sadam Husein, culp¨¢ndole en gran medida por el peligro que envuelve la regi¨®n.
"Espero que el Gobierno de Irak se d¨¦ cuenta de la peligrosa situaci¨®n en la que se ha metido a s¨ª mismo y a nosotros tambi¨¦n, y que las potencias internacionales se den cuenta de las consecuencias peligrosas de cualquier acci¨®n militar sobre la seguridad y la estabilidad de la totalidad de los pa¨ªses de Oriente Pr¨®ximo", declar¨® el presidente del pa¨ªs que m¨¢s habitantes tiene en el mundo ¨¢rabe.
En un discurso emitido ayer por la televisi¨®n oficial egipcia, Mubarak hizo un repaso hist¨®rico de los errores que hab¨ªa cometido Sadam a lo largo de los ¨²ltimos 13 a?os de su dictadura.
"El primer error, y el m¨¢s importante, fue la invasi¨®n iraqu¨ª de Kuwait en 1990, que cre¨® mucho temor y problemas de seguridad para muchos de los Estados ¨¢rabes, lo que a su vez abri¨® las puertas a una amplia presencia extranjera en nuestra regi¨®n", agreg¨® el presidente egipcio, refiri¨¦ndose a la llegada masiva de tropas estadounidenses para expulsar a las fuerzas iraqu¨ªes de Kuwait en la guerra del Golfo.
"El segundo error", dijo Mubarak en su discurso, "ha sido la falta de un esfuerzo real iraqu¨ª para resolver la crisis de confianza que se gener¨® como resultado de esta agresi¨®n, y los acontecimientos que provoc¨®". Irak podr¨ªa haber hecho mucho m¨¢s, agreg¨® Mubarak, para recuperar la confianza de sus vecinos ¨¢rabes y de la comunidad internacional.
De repente, ante lo que parece ser la inevitable ca¨ªda de Sadam, el l¨ªder egipcio est¨¢ aportando argumentos para apoyar la l¨®gica belicista de Estados Unidos en Irak. De manera impl¨ªcita, Mubarak estaba diciendo que si desde un principio, desde el final de la guerra del Golfo, Sadam hubiera colaborado m¨¢s honestamente con los inspectores de Naciones Unidas, si hubiera actuado con el sincero deseo de eliminar su arsenal de armas de destrucci¨®n masiva, entonces los norteamericanos habr¨ªan carecido hoy del pretexto necesario para invadir su pa¨ªs, derrocar su tiran¨ªa y crear inestabilidad en la regi¨®n.
En efecto, el mensaje del mandatario egipcio fue: "Mala suerte, Sadam. T¨² mismo fuiste el que provoc¨® todo este l¨ªo".
Del lado de los vencedores
Pero, ?por qu¨¦ lo dice ahora? En parte, seg¨²n analistas en El Cairo que prefirieron no dar sus nombres, porque no es mala idea ponerse al lado de los vencedores de una guerra. M¨¢s cuando aquellos vencedores aportan 2.100 millones de d¨®lares anuales al Gobierno egipcio, como lo han hecho desde los acuerdos de Camp David de 1977, para ayuda militar y humanitaria.
Pero la prioridad de Mubarak, que ha estado en el poder desde 1981, es mantener la estabilidad de su r¨¦gimen. Su temor ahora es que una guerra que rechaza la gran mayor¨ªa de los 70 millones de habitantes de su pa¨ªs no cree las condiciones para una explosi¨®n incontrolada de ira popular.
Por eso su objetivo durante los pr¨®ximos d¨ªas ser¨¢ apaciguar los ¨¢nimos, diluyendo dentro de lo posible el sentimiento general antiamericano, pero intentando que quede claro tambi¨¦n que el Gobierno de Egipto no podr¨ªa haber hecho nada para defender a Sadam, porque ¨¦l se lo busc¨®.
La Gazeta de Egipto, un peri¨®dico oficialista, se anticip¨® en la edici¨®n de ayer al discurso del presidente, y dio la pauta del mensaje que pretende difundir el Gobierno egipcio entre ahora y el final de la guerra. "Egipto ha hecho todo lo posible para promover una soluci¨®n pac¨ªfica a la inminente guerra", escribi¨® el diario. "Pero ambas partes en la disputa han hecho sus propios c¨¢lculos. Nosotros tambi¨¦n debemos tener nuestros c¨¢lculos, ante todo protegiendo los intereses nacionales y creando un futuro mejor para la gente de este pa¨ªs".
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