El PSA contra todos
A Andaluc¨ªa le hac¨ªa falta un proyecto genuino que defendiera los intereses de los andaluces en un Estado espa?ol articulado en comunidades hist¨®ricas m¨¢s otras.
Sin duda, nuestra actitud en este proceso es clave para garantizar que todo se mueva sin que nada cambie, o sea, que los andaluces no salgamos del hoyo en el que nos estamos metiendo, aparte de que nos hayan empujado a ¨¦l.
La balanza de la pol¨ªtica andaluza no est¨¢ compensada. El paso de los partidos estatalistas y el mercantilismo del PA hacen que los intereses de nuestra tierra no est¨¦n representados como nos merecemos, ni siquiera en nuestro propio parlamento. M¨¢s que en la "segunda modernizaci¨®n" parece que estamos metidos en la UCI. La clave del nacionalismo andaluz est¨¢ en que s¨®lo es posible desde la izquierda y por eso los jugadores que se encuentran en el terreno de juego achican espacios para impedir que avance el Partido Socialista de Andaluc¨ªa (PSA). Por eso sale de nuevo el gerente del PA al c¨¦sped.
El PSOE se vuelve a equivocar, el PSA no es el enemigo. Su enemigo, el de Chaves, sigue siendo la derecha, la desidia que hay en sus filas y el entreguismo de los dirigentes de IU.
Lo del PA s¨®lo es una cuesti¨®n de dineros para repartir.
Para que Andaluc¨ªa avance son necesarios adversarios que hagan girar la pol¨ªtica andaluz en torno a los intereses de nuestra tierra y de nuestra gente. Esta pol¨ªtica, el PSOE-A ya no se la puede permitir, porque quiere ser mayor¨ªa en el Parlamento estatal. El PSA no quiere gobernar Espa?a, quiere ser mayor¨ªa en el Parlamento andaluz, porque ¨¦sa es nuestra naturaleza de ser partido. No entender esto es no haber aprendido nada en 25 a?os.
El Partido Popular de Andaluc¨ªa, por otra parte, despertar¨¢ de su letargo en cualquier momento. ?Cu¨¢les ser¨¢n entonces las alternativas? ?La indolencia del PSOE, el neoliberalismo del PP o la v¨ªa que representamos desde el PSA? La Historia dir¨¢. En todo caso, lo insostenible es la situaci¨®n de par¨¢lisis actual, y en pol¨ªtica estar quieto no significa no avanzar, sino retroceder.
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