Con tristeza, adi¨®s

El siguiente texto es la reproducci¨®n del art¨ªculo publicado ayer por el ex ministro de Trabajo del Gobierno del PP Manuel Pimentel Siles en los seis peri¨®dicos del Grupo Joly:

"Ma?ana, lunes, firmar¨¦ mi carta de baja en el PP. No ha sido una decisi¨®n f¨¢cil para m¨ª. He militado en ¨¦l durante muchos a?os, y gran parte de mis mejores amigos siguen trabajando, d¨ªa a d¨ªa, en el seno de ese gran partido. A pesar de las p¨²blicas discrepancias que he mantenido con la direcci¨®n que encarna Aznar, siempre sent¨ª que el PP era mi casa y pens¨¦ que vendr¨ªan tiempos mejores. Por eso he seguido siendo afiliado popular de base, a pesar de los continuos ataques que recib¨ªa de su c¨²pula nacional y regional. He escrito algunos art¨ªculos criticando determinadas posturas de mi partido, y much¨ªsimos otros defendi¨¦ndolas, pero todo daba igual. El juego estaba claro: o se estaba al cien por cien de acuerdo con lo que dec¨ªa Aznar o se estaba contra ¨¦l, y de paso contra el PP y contra Espa?a. As¨ª de sencillo. As¨ª de empobrecedor. Y, evidentemente, yo no cumpl¨ªa esas reglas: no estaba de acuerdo con algunas de las pol¨ªticas de Aznar, a pesar de sentirme del PP y profundamente espa?ol.

Los ¨®rganos del PP han apoyado un¨¢nimemente esta guerra il¨ªcita. Adem¨¢s de una injusticia, supone un hist¨®rico error. Ya no se trata de un desvar¨ªo de su presidente; se trata de toda una l¨ªnea estrat¨¦gica de partido. Las bombas que caen en estos momentos han recibido su c¨®mplice impulso. Y que no nos cuenten eso de los bombardeos humanitarios, por favor. Todos est¨¢bamos completamente de acuerdo en que el sanguinario dictador Sadam deb¨ªa marcharse. En bombardear sus ciudades sin apoyo de la ONU, no. No comparto ni comprendo esa decisi¨®n y por eso, finalmente, me voy. Cuando en un desfile un soldado lleva el paso cambiado, no puede pretender que todos los dem¨¢s lo modifiquen. O se adapta al mayoritario o se marcha. Yo me marcho.

Los afiliados y votantes del PP merecen todo el respeto. Es un gran partido democr¨¢tico compuesto por muchas y buenas personas, que ahora lo est¨¢n pasando mal. Nadie debe insultarlos ni agredir sus sedes. En eso tiene raz¨®n Aznar: no puede presumir de pacifista aquel que tira piedras contra alguien. Pero id¨¦ntico respeto merecen las personas que libremente deciden abandonarlo. Que tampoco sean atacadas. No me pasar¨¦ a ning¨²n otro partido. Seguir¨¦ luchando por mis ideas desde la independencia. Quiz¨¢, si en el futuro naciera un partido de centro que se esforzara en superar la crispaci¨®n y divisi¨®n en la que est¨¢ cayendo nuestra sociedad, volver¨ªa a adoptar un nuevo compromiso. La pol¨ªtica siempre fue necesaria. Ahora, m¨¢s que nunca".