Los 'peshmergas' rompen el frente
Los milicianos kurdos adelantan sus posiciones a 40 kil¨®metros de Kirkuk, una de las capitales petrol¨ªferas de la zona
Mientras EE UU acumula tropas y material de guerra en el aer¨®dromo de Harir, controlado por los paracaidistas de la 173? Brigada Aerotransportada, los milicianos del Kurdist¨¢n iraqu¨ª han vuelto a adelantar sus posiciones en direcci¨®n a Kirkuk. Los peshmergas del Partido Democr¨¢tico del Kurdist¨¢n (PDK) se encontraban ayer a menos de 40 kil¨®metros al norte de Kirkuk, capital de una de las principales zonas productoras de petr¨®leo de Irak.
En las monta?as de la frontera iran¨ª con el territorio aut¨®nomo kurdo, mientras tanto, 10.000 milicianos de la Uni¨®n Patri¨®tica del Kurdist¨¢n (UPK) remataban ayer una victoria fulminante sobre el grupo Ansar el Islam, unos 700 guerrilleros integristas sospechosos de mantener lazos con Al Qaeda. La UPK cont¨® con el apoyo de un centenar de comandos estadounidenses que coordinaron las acciones de la artiller¨ªa y la aviaci¨®n en la desigual batalla.
En su retirada, las fuerzas iraqu¨ªes han sembrado de minas carreteras y campos
EE UU ha puesto todo su empe?o en descalabrar a Ansar el Islam (los defensores del islam), grupo al que el secretario de Estado, Colin Powell, acus¨® en febrero ante el Consejo de Seguridad de la ONU no s¨®lo de estar a las ¨®rdenes de Osama Bin Laden, sino tambi¨¦n de tener v¨ªnculos con el r¨¦gimen de Sadam Husein, del que podr¨ªa llegar a recibir armas de destrucci¨®n masiva.
Las primeras fuerzas terrestres estadounidenses en el norte de Irak fueron enviadas precisamente a la provincia de Halabha, donde los guerrilleros integristas controlaban hasta ahora unos 40 pueblos y aldeas. Hace una semana, una lluvia de misiles y bombas golpe¨® las defensas de Ansar, en cuyas filas hay unos 70 combatientes talibanes y de Al Qaeda que huyeron de Afganist¨¢n a finales de 2001.
La localidad de Biara, cuartel general de la guerrilla, fue conquistada en un asalto masivo de las fuerzas de la UPK en la noche del viernes. Los peshmergas acabaron ayer de poner en fuga en direcci¨®n a Ir¨¢n al grupo integrista armado, que ha matado a decenas de milicianos y se ha caracterizado por sus sangrientos atentados con terroristas suicidas y coches bomba, como el que le cost¨® hace poco la vida a un periodista australiano. Tras la batalla, los kurdos reconocieron tres muertos y 12 heridos en sus filas, y aseguraron haber dado muerte a al menos 40 miembros de Ansar el Islam y haber capturado un prisionero.
Los milicianos de la UPK han consolidado tambi¨¦n sus posiciones en el frente que rompieron el jueves en la zona de Chamchamal, a pesar de que las fuerzas iraqu¨ªes segu¨ªan atac¨¢ndoles ayer con misiles y fuego de artiller¨ªa en la aldea de Qara Anyir, situada a menos de 20 kil¨®metros al este de Kirkuk, y que abandonaron para replegarse por la carretera que enlaza Suleimaniya con la ciudad petrolera.
El principal avance, sin embargo, correspondi¨® ayer a los peshmergas del PDK, que penetraron m¨¢s de 15 kil¨®metros en un territorio abandonado por las fuerzas iraqu¨ªes en la carretera que tiene su origen en Erbil. Las tropas leales al r¨¦gimen de Bagdad se reagruparon seg¨²n los peshmergas en un estrat¨¦gico puente a las puertas de la ciudad de Altun Kupri, situada a menos de 40 kil¨®metros al norte de Kirkuk, donde los milicianos kurdos creen que se est¨¢ cerrando ya un anillo de defensas con miles de soldados, apoyados por carros de combate y artiller¨ªa.
En su retirada, las fuerzas iraqu¨ªes han sembrado de minas varios tramos de la carretera -el asfalto presentaba ayer perforaciones de gran tama?o- y sectores completos de terreno adyacente para dificultar el avance kurdo. Los artificieros del PDK desminaban una pradera cubierta de flores en la ma?ana de ayer, y apilaban en una cuneta decenas de trampas explosivas antipersonas reci¨¦n desenterradas, junto con alguna que otra mina antitanque. Sobre sus cabezas, cinco bombas lanzadas desde un B-52 de EE UU parec¨ªan caer guiadas por una mano invisible mientras ejecutaban una coreograf¨ªa zigzagueante de estelas en el espl¨¦ndido cielo de la primavera del Kurdist¨¢n. Se perdieron tras las verdes colinas, tal vez para destripar alg¨²n b¨²nker repleto de iraqu¨ªes.
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