EE UU aplaza el ataque a Bagdad

La marcha hacia Bagdad permanec¨ªa ayer detenida. Las unidades estadounidenses y brit¨¢nicas en la vanguardia de la fuerza invasora necesitaban reagruparse y recibir suministros, tras varias jornadas de mal tiempo, dificultades log¨ªsticas y continuo acoso por parte de unidades iraqu¨ªes. Mandos militares en el frente de batalla dijeron que se trataba de una "pausa operativa", durante la cual seguir¨ªan los ataques a¨¦reos contra Bagdad y contra las divisiones de la Guardia Republicana que proteg¨ªan la capital. El general Tommy Franks, al mando de la invasi¨®n, deb¨ªa optar entre dar un respiro de s¨®lo unos d¨ªas a sus tropas de tierra o paralizar el avance durante semanas, hasta la llegada de los primeros refuerzos.

En el cuartel general de Qatar, varios militares estadounidenses hablaron confidencialmente de una pausa de "entre cuatro y seis d¨ªas". El general brit¨¢nico Michael Jackson explic¨® que no exist¨ªa ning¨²n problema grave: "Los ej¨¦rcitos no pueden moverse permanentemente, hay que detenerse de vez en cuando para reagruparse, para asegurar un flujo regular de suministros e incluso para que los soldados duerman", dijo. Los reporteros destacados en el frente informaban de que algunas unidades estaban tan desabastecidas que se hab¨ªan visto obligadas a detener sus tanques y veh¨ªculos de transporte, por falta de gasolina, y que en un destacamento de infanter¨ªa la comida se hab¨ªa restringido a una sola raci¨®n de alimentos diaria para cada tres soldados.

La rapidez del avance desde Kuwait hasta las puertas de Bagdad, unida al hostigamiento iraqu¨ª en la retaguardia y a la escasez de unidades de log¨ªstica y escolta, complic¨® de forma extrema el reavituallamiento de las posiciones de vanguardia. Otra gran dificultad para la alianza militar angloamericana radicaba en la dureza de la resistencia iraqu¨ª en Nasiriya, una ciudad estrat¨¦gicamente situada junto al r¨ªo ?ufrates y en un nudo de autopistas. Mientras se combatiera en Nasiriya, la seguridad de los convoyes de abastecimiento era muy precaria.

Los 95.000 soldados estadounidenses desplegados para la fase inicial, bajo el err¨®neo supuesto de que no habr¨ªa apenas combates en el sur y que el Ej¨¦rcito regular de Irak se rendir¨ªa en masa, eran insuficientes para combatir en m¨²ltiples frentes y, a la vez, realizar funciones de escolta de los convoyes. La hegemon¨ªa a¨¦rea, por otro lado, hab¨ªa demostrado ser menos efectiva que en la guerra de Afganist¨¢n. El presidente estadounidense, George W. Bush, reconoci¨® ayer, en su alocuci¨®n radiof¨®nica de los s¨¢bados, las dificultades encontradas por sus tropas: "La lucha es feroz e ignoramos cu¨¢nto durar¨¢", manifest¨®.

La Tercera Divisi¨®n de Infanter¨ªa y el S¨¦ptimo de Caballer¨ªa, las dos grandes fuerzas a la cabeza de la invasi¨®n, hab¨ªan sufrido un severo desgaste desde que, nueve d¨ªas atr¨¢s, cruzaron la frontera entre Kuwait e Irak para emprender una r¨¢pida carrera hacia el norte. El general Franks podr¨ªa darles un descanso de un par de semanas, al cabo de las cuales la Cuarta Divisi¨®n de Infanter¨ªa habr¨ªa llegado desde Alemania y se sumar¨ªa al choque contra las divisiones iraqu¨ªes que proteg¨ªan Bagdad. Eso permitir¨ªa tambi¨¦n que unidades brit¨¢nicas de ¨¦lite concluyeran sus operaciones en ciudades del sur y se aproximaran al frente.

Una espera de 15 d¨ªas era considerada excesiva, sin embargo, por la mayor¨ªa de los mandos en el frente, porque agravar¨ªa la impresi¨®n de "estancamiento" en la ofensiva y elevar¨ªa la moral iraqu¨ª. El general Jackson, uno de los jefes de los 40.000 soldados brit¨¢nicos enviados a la guerra, opin¨® que Franks no se permitir¨ªa una pausa tan larga y sugiri¨® que el crucial choque con la Guardia Republicana ocurrir¨ªa en las pr¨®ximas jornadas.

Franks empez¨® el viernes a utilizar los helic¨®pteros de la Divisi¨®n Aerotransportada 101 para atacar desde el aire a las fuerzas de la Divisi¨®n Medina, considerada la mejor del Ej¨¦rcito iraqu¨ª. Esa divisi¨®n, junto a otras dos, la Nabucodonosor y la Hamurabi, formaba parte del dispositivo de defensa desplegado en torno a la capital. "Nuestra supremac¨ªa a¨¦rea es casi absoluta", afirm¨® ayer en Washington Victoria Clarke, portavoz del Departamento de Defensa. Franks quer¨ªa dedicar la "pausa operativa", fuera cual fuera su duraci¨®n, a martillear desde el aire sobre la Guardia Republicana, para reducir en lo posible su capacidad de combate antes de la esperada batalla terrestre a las puertas de Bagdad.