Madrid-Barcelona, un AVE con v¨ªas de barro
Los expertos critican la deficiente cimentaci¨®n de algunos tramos y auguran un retraso de dos a?os en la finalizaci¨®n de la obra
No hay terrenos malos, hay cimentaciones inadecuadas. La frase es un lugar com¨²n entre los arquitectos y la han hecho suya los ge¨®logos. La repite uno de ellos, Agust¨ªn Mu?oz, residente en Zaragoza, convencido de que el trazado del AVE a su paso por la capital aragonesa es "una barbaridad". Los ge¨®logos aragoneses han vivido estos d¨ªas un duro enfrentamiento con el ministro de Fomento, Francisco ?lvarez Cascos, que les ha acusado de mentir. "?Por qu¨¦ ¨ªbamos a hacerlo?", se pregunta Mu?oz.
"Podemos estar equivocados, pero en materia cient¨ªfica las discusiones se hacen con otros procedimientos, no con descalificaciones", agrega. El asunto de fondo es la denuncia de cimentaci¨®n inadecuada de la l¨ªnea del AVE a su paso por Zaragoza. Para ser m¨¢s precisos, en la circunvalaci¨®n de la ciudad. Los ge¨®logos afirman que esa v¨ªa presenta problemas. No se les ha hecho caso.
"El tramo de Madrid a Lleida tendr¨¢ seis meses de retraso; el de Lleida a Barcelona, dos a?os"
Bajo las v¨ªas hay "yesos que un d¨ªa ceder¨¢n, como lo han hecho durante cientos de a?os"
La bibliograf¨ªa que maneja la demarcaci¨®n aragonesa del Colegio Oficial de Ge¨®logos de Espa?a es ampl¨ªsima. Y coincidente. La zona de Zaragoza presenta fuertes componentes de yesos y una estructura din¨¢mica.
Lo de los yesos es perfectamente visible en las trincheras excavadas para la l¨ªnea del AVE en la circunvalaci¨®n zaragozana. A simple vista se aprecian los estratos de arcillas, limos y yeso. Estos ¨²ltimos destacan por su blancura, mientras que las arcillas y el barro tiran a marr¨®n parduzco. Pero los estratos no forman l¨ªneas horizontales respecto al horizonte. Aqu¨ª y all¨¢ se curvan y, espor¨¢dicamente, los yesos desaparecen dejando paso a una especie de pozo formado exclusivamente por barros resecos. Se trata de zonas donde se ha producido un hundimiento al quebrar la capa de yeso y ¨¦sta ha desaparecido por completo.
"El yeso es soluble en agua, como el az¨²car. Con el tiempo, la capa de yeso se disuelve y da paso a hundimientos. Si lo que hay encima es un elemento fracturado, cuando se rompe el yeso la tierra que hay encima baja y la capa del suelo muestra ondulaciones. Cuando la capa que hay sobre el yeso es una plancha s¨®lida, del tipo que sea, aguanta aunque se produzca una quiebra bajo ella. Hasta que deja de aguantar, claro. Y entonces lo que se produce es una sima, el hundimiento de un tramo m¨¢s o menos amplio".
Debajo de las v¨ªas hay esos mismos sustratos, "yesos que un d¨ªa ceder¨¢n, como lo han hecho durante cientos de a?os". Es como si se hubiera construido una l¨ªnea gigante, no con pies sino con v¨ªas y ruedas de barro.
Fomento sostiene que no hay problema, sigue explicando Agust¨ªn Mu?oz, porque cada ma?ana pasar¨¢ una vagoneta para comprobar el estado de la v¨ªa. "Eso es suponer que el hundimiento se producir¨¢ de madrugada. Puede ser, pero no avisa y tambi¨¦n puede producirse a cualquier otra hora. Si coincide con el paso de un tren no hay que confiar en que a 300 kil¨®metros por hora el conductor pueda hacer mucho para evitar la cat¨¢strofe".
Hay un segundo factor, el car¨¢cter din¨¢mico del subsuelo. "En la medida en que es soluble en agua, cambia con el tiempo". La zona tiene escasa pluviometr¨ªa, "similar a la del norte de ?frica", explica Mu?oz, pero el agua puede llegar de otro modo, por ejemplo, del riego. Y se?ala una finca, amplia, inmensa, partida en dos por la v¨ªa del AVE. La trinchera en la que discurre el tren muestra las vetas de yesos y barros y la humedad, consecuencia de la penetraci¨®n constante del agua del riego. Y a escasos 200 metros, Agust¨ªn Mu?oz se?ala una sima abierta por uno de esos hundimientos peri¨®dicos. Es grande. Tiene unos 60 metros de profundidad, 40 de largo y m¨¢s de 25 de ancho. "No es frecuente que sean tan grandes", reconoce, "pero para que descarrile un tren, basta con menos".
La soluci¨®n, opina, ser¨ªa elevar unos tres o cuatro metros la v¨ªa y hacerlo con gravas, lo que permitir¨ªa detectar cualquier movimiento en el subsuelo. "No se van a evitar los hundimientos, pero se pueden prever con los m¨¦todos adecuados".
"El tramo Madrid-Lleida tendr¨¢ un retraso de entre seis y ocho meses; el que va de Lleida a Barcelona, no menos de dos a?os", afirma Alfons Bayraguet, ingeniero industrial y experto en sistemas ferroviarios. Bayraguet hizo su diagn¨®stico sobre el tramo Madrid-Lleida 48 horas antes de que Benigno Blanco anunciara que los sistemas de seguridad no estar¨¢n listos antes del 31 de mayo, y que a partir de esa fecha se necesitar¨¢n "d¨ªas o semanas" para realizar algunas pruebas m¨¢s y poner definitivamente la l¨ªnea en marcha.
Todo esto dibuja un panorama desesperanzador. Las autoridades locales y auton¨®micas dan por hecho que el AVE llegar¨¢ a Barcelona, como pronto, en 2006 y a la frontera hispano-francesa ni se sabe, pese a que Benigno Blanco afirm¨® el mi¨¦rcoles pasado que la conexi¨®n con Francia se har¨¢ en 2005. Salvador Curcoll, de la C¨¢mara de Comercio de Barcelona, replic¨®: Ese pron¨®stico "es ciencia ficci¨®n".
Alfons Bayraguet se?ala que quiz¨¢s el tren llegue a viajar en algunos tramos a 350 kil¨®metros por hora alg¨²n d¨ªa, pero nunca en los tramos urbanos, entendiendo por tales 40 kil¨®metros al sur y al norte de Barcelona. Total, casi un centenar de kil¨®metros.
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