Palacio reh¨²sa la invitaci¨®n socialista para que condene el curso de la guerra

Los llamamientos del PSOE a que el Gobierno condene la guerra en Irak, porque est¨¢ teniendo un desarrollo m¨¢s sangriento y prolongado de lo previsto, fueron totalmente ignorados ayer por la ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, que acus¨® repetidas veces a sus oponentes de "ruindad" y "electoralismo". Tan acosada lleg¨® a sentirse durante el pleno del Congreso que record¨® las recientes alusiones de un socialista valenciano a la enfermedad que ella ha padecido, y dijo que su nombramiento es una prueba de que este Gobierno afronta la realidad.

"Creo que es una muestra de coraje pol¨ªtico del presidente del Gobierno haberme nombrado ministra de Asuntos Exteriores", dijo. "Una se?al inequ¨ªvoca de que nosotros s¨ª sabemos, tambi¨¦n, enfrentarnos al c¨¢ncer. No le llamamos 'esa enfermedad', con esa negaci¨®n de la realidad, como su correligionario. El c¨¢ncer es un aventura extraordinaria, de la que cualquiera sale engrandecido", defendi¨® Palacio.

El inciso dej¨® perplejo al diputado socialista Diego L¨®pez Garrido, que no hab¨ªa suscitado en ning¨²n momento este tema durante la interpelaci¨®n urgente que defendi¨® ante la C¨¢mara para preguntar al Gobierno si sigue apoyando la intervenci¨®n de EE UU en Irak a la vista de c¨®mo se est¨¢ desarrollando. L¨®pez Garrido pidi¨®, adem¨¢s, al Ejecutivo que condene "las barbaridades" que se est¨¢n cometiendo.

La reacci¨®n de Palacio fue reiterar que, en 1991, los B-52 que bombardearon Irak durante la guerra del Golfo despegaban de bases espa?olas, cosa que no ocurre ahora. A partir de ah¨ª, la ministra se encerr¨® en los repetidos argumentos con los que el Gobierno justifica la legalidad del ataque, tema que L¨®pez Garrido tampoco hab¨ªa sugerido, y concluy¨®: "A su grupo y a usted lo ¨²nico que les interesa es armar ruido y crear confusi¨®n con fines electorales".

Tampoco respondi¨® Palacio a ninguna de las preguntas concretas planteadas por el diputado socialista, que en alguna medida hab¨ªan sido ya contestadas durante la sesi¨®n de control que precedi¨® a este debate. As¨ª, en un tono m¨¢s pr¨®ximo a la descalificaci¨®n del contrario que al razonamiento, la ministra hab¨ªa dicho, replicando a una pregunta del portavoz socialista, Jes¨²s Caldera, que es la oposici¨®n, y no el Gobierno, quien se ha quedado sola "defendiendo el r¨¦gimen de Irak", porque Francia y Alemania est¨¢n moderando sus actitudes.

Tambi¨¦n afirm¨® que "el ¨²nico responsable de las tribulaciones del pueblo iraqu¨ª es Sadam Husein", e insisti¨®, atendiendo a otras preguntas, en que "el Gobierno ha defendido reiteradamente el papel clave que Naciones Unidas debe desempe?ar en nuestra concepci¨®n del orden internacional" y en esta crisis.

Con respecto a la situaci¨®n de Espa?a dentro de la UE, Palacio asegur¨® que "gracias a este Gobierno estamos en el euro", y afirm¨® que la posici¨®n del Ejecutivo sobre el conflicto de Irak "es compartida por la mayor¨ªa de los pa¨ªses de la UE ampliada, que es la real". Manifest¨®, adem¨¢s, que "los Gobiernos de los pa¨ªses ¨¢rabes e isl¨¢micos" con los que ha hablado ¨²ltimamente "se han mostrado perfectamente receptivos a los argumentos" del Gobierno sobre la crisis iraqu¨ª. Y se?al¨® que "cuestionar el compromiso" del Gabinete "con el proceso de paz de Oriente Pr¨®ximo es un ejemplo, perm¨ªtamelo, de la ruindad con la que sus se?or¨ªas est¨¢n situando el debate de esta crisis".

Diego L¨®pez Garrido, pese a estos antecedentes, tach¨® en su r¨¦plica la respuesta de la ministra de "absolutamente decepcionante", porque no hab¨ªa respondido "a nada" de lo planteado. "Seguramente, porque no tiene nada que decir", a?adi¨® el diputado, que record¨® que "quien calla otorga".

Fue entonces, en la intervenci¨®n que cerr¨® el debate, cuando, tras volver a referirse a la "ruindad" de sus opositores, Palacio aludi¨® a Rafael Rubio, candidato socialista a la alcald¨ªa de Valencia, que la semana pasada dijo que s¨®lo la enfermedad puede explicar algunos razonamientos de la ministra. El secretario general del PSOE, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, y el propio Rubio pidieron p¨²blicamente disculpas por el comentario.