Tragedia en Suzuka
El japon¨¦s Kato, campe¨®n de 250cc en 2001, estaba anoche al borde de la muerte tras un accidente que le dejar¨ªa tetrapl¨¦jico
Daijiro Kato, de 26 a?os, se debat¨ªa anoche entre la vida y la muerte en el hospital de Yokkaichi, cercano al circuito de Suzuka, donde se encontraba en coma profundo tras sufrir un accidente en la prueba de MotoGP del Gran Premio de Jap¨®n, la apertura de los Campeonatos del Mundo. Ocurri¨® cuando iba a completar la tercera vuelta, en la curva anterior a la chicane que precede a la recta de meta. Por circunstancias a¨²n no esclarecidas, el japon¨¦s perdi¨® el control de su Honda y se estrell¨® contra el muro que rodea esa zona de la pista. Su cuerpo qued¨® tendido, inerte, sobre el asfalto. Recogido por las asistencias, se le traslad¨® en camilla a la cl¨ªnica del circuito. El doctor Claudio Costa emiti¨® en ella el primer diagn¨®stico: "Kato sufre una grave lesi¨®n cerebral y una extensa hemorragia en la base del cr¨¢neo, adem¨¢s de sufrir una luxaci¨®n entre la primera y la segunda v¨¦rtebras cervicales que determina un empeoramiento general de su cuadro cl¨ªnico". Sus esperanzas de sobrevivir fueron cifradas entonces en "un 15%". "De cualquier forma, si saliese adelante, quedar¨ªa tetrapl¨¦jico, aunque sin necesitar respiraci¨®n asistida", precis¨® Costa.
El casco de Kato no resisti¨® el brutal impacto y se parti¨® en dos. En la misma pista, el ¨ªdolo japon¨¦s, que hoy cumple 27 a?os, sufri¨® una parada cardiorrespiratoria. Una vez reanimado, se le llev¨® en un helic¨®ptero al hospital. All¨ª padeci¨® una segunda parada cardiaca, de la que tambi¨¦n se recuper¨®. El doctor Costa defini¨® su estado como "cr¨ªtico" y explic¨® cu¨¢les ser¨ªan las medidas inmediatas a tomar: "Se le va a aplicar un cat¨¦ter por la arteria femoral para intentar bajar la temperatura de su sangre a unos 32 o 33 grados y as¨ª evitar el riesgo de posibles edemas".
La noticia del accidente de Kato, campe¨®n del mundo de los 250cc en 2001, cay¨® como una bomba en el circuito, en el que se oyeron algunas voces cr¨ªticas. La de Sete Gibernau, por ejemplo, compa?ero de Kato en el equipo Honda Gresini. "El motociclismo es un deporte de riesgo, eso lo sabemos todos", reflexion¨® el espa?ol; "pero lo que no podemos asumir es que una salida de pista en teor¨ªa normal y corriente acabe en esta tragedia". Gibernau desvel¨® que entre los propios pilotos hab¨ªan mantenido antes de la carrera algunas conversaciones al respecto. As¨ª, ¨¦l mismo habl¨® con Rossi y ambos coincidieron en el peligro existente en algunos puntos del circuito, en los que las motos van a toda velocidad "y se encuentran a poco m¨¢s de un metro de un muro, una farola y una fuente".
Lo cierto es que el de Suzuka es un recinto habilitado principalmente para las carreras de coches. El a?o pasado se hicieron algunas remodelaciones, pero, en cuestiones de seguridad, lo que sirve para la f¨®rmula 1 puede no servir para el motociclismo. "Hay que empezar a cambiar cosas para estar a la altura de las motos actuales", declar¨® Gibernau, que insisti¨® en que la aceleraci¨®n de las motos de cuatro tiempos, que casi alcanzan los 1.000 caballos de potencia, es de 0 a 200 kil¨®metros por hora en tres segundos y medio. A la curva en la que se cay¨® Kato se llega a cerca de 190 km/h. "No pienso volver a correr aqu¨ª", sentenci¨® un desconsolado Gibernau.
"No sabemos qu¨¦ ha podido provocar el accidente, pues no hay nada de particular en esa curva", indic¨® Paul Bluter, el director del circuito. Pues algo de particular tiene que haber porque en ese ¨¢rea sufri¨® el pasado viernes una ca¨ªda el italiano Marco Melandri, que se fractur¨® el f¨¦mur, la tibia y la nariz. Kato tuvo peor fortuna. Anoche estaba al borde de la muerte.
Rossi tiene prisa
Se intu¨ªa igualada la lucha en la m¨¢xima categor¨ªa del motociclismo mundial, la de MotoGP, por aquello de que su n¨®mina es de lujo y, sobre todo, porque todos los equipos han echado el resto en la mejora de sus m¨¢quinas de cuatro tiempos. Y, efectivamente, igualada fue.
Concretamente, respecta al segundo puesto. Porque la sensaci¨®n que qued¨® tras la carrera de ayer es que la vida sigue igual y el t¨ªtulo ya est¨¢ adjudicado. Valentino Rossi tiene prisa y, cuando este se?or tiene prisa, lo mejor es dejarle pasar. Si alguna duda hab¨ªa sobre el rendimiento del actual campe¨®n y de su poderosa Honda, desapareci¨® de golpe. Porque ayer, en Suzuka, en un circuito traidor, el italiano dio el pistoletazo de salida a su particular festival.
Pero no fue un triunfo m¨¢s el de Rossi, el 51? de su carrera y el 25? en la m¨¢xima categor¨ªa. Porque hab¨ªa expectaci¨®n por comprobar el rendimiento de quienes deber¨ªan ser sus tres grandes rivales: sus compatriotas Max Biaggi y Loris Capirossi, y el brasile?o ?lex Barros.
De Barros pocas noticias se tuvieron, pero su octavo puesto fue dign¨ªsimo teniendo en cuenta que en los entrenamientos matinales se hab¨ªa estrellado y su estado f¨ªsico era lamentable.
Biaggi y Capirossi s¨®lo dieron guerra mientras Rossi se lo permiti¨®. La Ducati de Capirossi, que llega a alcanzar una velocidad punta de m¨¢s de 330 kil¨®metros por hora, mostr¨® de lo que es capaz. Sin embargo, es el de Suzuka un circuito en el que la conducci¨®n adquiere una importancia mayor que en otros escenarios. En ese sentido, Biaggi fue mejor que Capirossi. Los dos lucharon codo con codo con un Rossi que se limit¨® a pegarse a ellos y esperar su oportunidad regalando al p¨²blico un pu?ado de derrapajes de dibujos animados.
El caso es que en la sexta vuelta Rossi se puso en cabeza y ah¨ª permaneci¨® hasta el final. Biaggi logr¨® la segunda plaza y en el cuarto lugar apareci¨® Sete Gibernau, quien, de no ser por su mala salida, bien podr¨ªa haber estado en la lucha por el podio.
Peor le fue a Carlos Checa, que hizo un arranque espectacular, pero acab¨® el d¨¦cimo.
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