El robo del jam¨®n

En la edici¨®n del 2 de abril se da cuenta de la detenci¨®n de seis menores que presuntamente asaltaron El Corte Ingl¨¦s el 26 de marzo, robando, entre otras cosas, el jam¨®n ese que ya se ha convertido en inevitable icono del salvajismo de las hordas izquierdistas que han logrado que Aznar y su panda de iluminados se sientan como el pianista de Polanski. El redactor escribe: "Tres de los detenidos estudian en un colegio de Barcelona que tiene un convenio con un centro de desintoxicaci¨®n de drogadictos. El resto tienen vinculaciones con grupos radicales". Ojal¨¢ la concordancia de n¨²mero entre sujeto y predicado en la segunda frase fuera la ¨²nica incorrecci¨®n del periodista, que al ya cl¨¢sico v¨ªnculo con grupos radicales (?ETA, Jarrai, Al-qaeda, los boixos nois, los marines?), esgrimido por la polic¨ªa, le a?ade una novedad: los tres a los que no se ha podido criminalizar por el dichoso v¨ªnculo tampoco son trigo limpio. Estudian en un un colegio que tiene un convenio con un centro de desintoxicaci¨®n. No se aclara si el dato lo aporta la polic¨ªa o es fruto de una ingente labor de investigaci¨®n. En cualquier caso, parece ser muy relevante. O incriminatorio. Es admirable que el redactor nos ilumine con este tipo de detalles que enriquecen la noticia y la sit¨²an en su contexto. Se ha ganado un jam¨®n.