La joya desaprovechada
Oriol Ripol, estrella profesional en el rugby ingl¨¦s, renuncia a jugar con la selecci¨®n espa?ola por su bajo nivel
Los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona 92 demostraron que el deporte espa?ol pod¨ªa codearse con los mejores y en muchas modalidades lo ha seguido haciendo. En otras, en cambio, la penuria se ha mantenido y no se ha dado el salto. Pero la genialidad individual espa?ola, hist¨®rica desde los Bahamontes, Santana, Fern¨¢ndez Ochoa, Nieto o Ballesteros y recordada con Fernando Alonso, tambi¨¦n puede darse por equipos. Hubo casos, como el de Rafa Pascual en el voleibol, que incluso arrastraron un tiempo a la ¨¦lite mundial a un conjunto ahora hundido. En el rugby, que sigue con su larga traves¨ªa aficionada, cada vez m¨¢s lejos del profesionalismo reinante, hay una joya desaprovechada.
Oriol Ripol, tres cuartos ala o zaguero, de 27 a?os, primer espa?ol que ha formado parte de los Barbarians, la selecci¨®n de los mejores internacionales del mundo, es una de las estrellas del Northampton, un club de lujo que s¨®lo perdi¨® el s¨¢bado ante el Gloucester en la final de la Copa inglesa. Oriol no jug¨® esta vez, pero est¨¢ en la ¨¦lite de Inglaterra, una de las grandes potencias mundiales como ha probado al ganar, invicta, la semana pasada el Torneo de las Seis Naciones.
Espa?a, mientras tanto, perd¨ªa el mismo d¨ªa en Madrid contra la Rep¨²blica Checa y completaba con todas las derrotas su triste paso por la edici¨®n B, la Segunda Divisi¨®n europea. Oriol, 18 veces internacional, no estaba ni ha estado en toda la temporada porque lleg¨® a un acuerdo con el presidente de la Federaci¨®n Espa?ola, Alfonso Mandado.
"El problema de la selecci¨®n no depende de un jugador", comenta Oriol; "por mucho que me est¨¦n saliendo las cosas bien en Inglaterra, el hecho de volver y jugar no significa ganar partidos. El rugby es un deporte colectivo. Me encantar¨ªa jugar con Espa?a, pero es la primera vez que estoy en la Premiership y es mi trabajo, donde me dan de comer, y pongo primero al club, que es muy importante. Viajar cada dos por tres a Espa?a es perder el contacto aqu¨ª, donde es dif¨ªcil jugar porque hay mucha competencia".
Oriol se juega el puesto nada menos que con Ben Cohen, ala titular indiscutible de Inglaterra, y Bruce Reihana, ex all black, tambi¨¦n internacional neozeland¨¦s. Y s¨®lo se lamenta de que el seleccionador ni se haya dirigido a ¨¦l: "No le conozco, nunca he hablado con ¨¦l. Lo l¨®gico es que me hubiese llamado para saber mi situaci¨®n. Un telefonazo no cuesta nada. Pero, bueno, habl¨¦ con el presidente y se arregl¨®".
Espa?a, a pesar de sus miserias, a¨²n puede clasificarse para la Copa del Mundo, en octubre en Australia, aunque su horizonte sea siempre limitado. De hecho, cay¨® eliminada ante Rusia, pero la descalificaci¨®n de ¨¦sta por una alineaci¨®n indebida le permiti¨® seguir adelante, ganar a T¨²nez y disputar ahora los partidos decisivos contra Estados Unidos, un rival en teor¨ªa superior, los d¨ªas 13 y 27. Oriol tampoco estar¨¢.
Mandado, un presidente m¨¢s realista y humilde que sus predecesores, lo entiende: "No voy a ir contra ¨¦l", dice; "me ha dicho que tratar¨¢ de poner una cl¨¢usula en su pr¨®ximo contrato para poder venir a la selecci¨®n". Y aclara que s¨ª han hablado con ¨¦l tanto el seleccionador de rugby a siete como el director t¨¦cnico, ya que el absoluto, Pierre P¨¦rez, franc¨¦s, no habla castellano. Mandado reconoce incluso su impotencia para encontrar soluciones en un rugby que, al entrar en la v¨ªa profesional con las grandes potencias, deja al espa?ol en una v¨ªa muerta a¨²n mayor que la anterior, universitaria. Espa?a, a gran nivel, s¨®lo ha ganado tres veces a Italia y hace muchos a?os: 1929, 1972 y 1977. Y entre las 74 derrotas sufridas hay escandalosos 92-0 contra Francia, 92-10 contra Australia y 85-3 contra Escocia.
"Vamos a intentar ahora un acuerdo con Francia, con un t¨¦cnico para todas las selecciones. Pero con el dinero que hay, la subvenci¨®n del CSD, no se puede hacer m¨¢s", dice Mandado; "nos hemos cansado de buscar patrocinadores, pero confieso mi incapacidad. La Moraleja, el ¨²nico club con un intento profesional, ha perdido los que ten¨ªa y no puede pagar a sus jugadores".
Por algo remarca Oriol: "Yo ve¨ªa que el rugby en Espa?a no iba a funcionar mucho y mi sue?o era llegar a profesional, lo m¨¢s alto posible. Por eso me fui". Oriol tambi¨¦n pas¨® por La Moraleja en uno de sus regresos a Espa?a tras empezar su aventura extranjera en Nueva Zelanda y hacer escalas en Gales y Francia, donde no le pagaron. Ahora s¨ª y hasta se ha comprado una casa. Algo muy distinto a Espa?a: "La federaci¨®n no tiene recursos para crear algo bonito. Tampoco existen alicientes para los internacionales. Y, al no haber resultados, no hay prensa y todo es una cadena. Los directivos podr¨ªan hacer algo m¨¢s, pero es muy dif¨ªcil y el profesionalismo no se hace de repente. Los jugadores tambi¨¦n tienen que preguntarse: '?yo soy bueno para cobrar dinero, me lo merezco, me lo he ganado, hago todo lo posible?' Es cosa de todos".
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