La edici¨®n de las obras completas de Jos¨¦ Mar¨ªa Requena devuelve luz a su literatura
Entre las obras p¨®stumas de Jos¨¦ Mar¨ªa Requena (Carmona, 1925-Sevilla, 1998) que encontr¨® su hijo Jacinto se encontraban una novela, un libro de cuentos, un poemario, su ¨²nica obra de teatro y un poema manuscrito, probablemente el ¨²ltimo que escribi¨®, que dice: "Hoy me siento muy campo / muy calle vac¨ªa esper¨¢ndome / muy nada a punto de llevarse. / Prefiero no amargarme con nombres / ni con recuerdos ni futuros. / Voy a echar mi alma / a rodar por una ladera, / a ver si alguien la detiene y la besa: / ?Eres t¨² el alma de Jos¨¦ Mar¨ªa?".
El Ayuntamiento de Carmona acaba de publicar el tercer y ¨²ltimo volumen de las obras completas de este escritor que en la d¨¦cada de los setenta form¨® parte de los llamados narraluces. Su hijo relata que el autor de El cuajar¨®n (Premio Nadal 1969), siempre escrib¨ªa a m¨¢quina o en ordenador, pero este poema premonitorio lo dej¨® en una hoja suelta. "Se sent¨ªa morir, aunque era un hombre enfermo eterno", dice Jacinto Requena. El tercer volumen contiene, entre otros textos, la novela in¨¦dita La foto rubia, ambientada en dos planos temporales: la Guerra Civil y la actualidad.
"Narra la historia de tres combatientes del bando nacional, dos alf¨¦reces y un capit¨¢n, que muere. Hay una falsa heroicidad de por medio", dice. El otro tiempo narrativo de La foto rubia se desarrolla en los a?os ochenta y se centra en los nietos de esos personajes. Obra de intriga, las dos historias est¨¢n entrelazadas.
Tambi¨¦n incluye este ¨²ltimo volumen la ¨²nica obra teatral que escribi¨® Requena, Se apagaron las ara?as, que cuenta la vida de una familia real en un pa¨ªs imaginario donde los revolucionarios, en lugar de asesinar a sus miembros, deciden utilizarlos como atracci¨®n cultural y tur¨ªstica. "Los tienen de exposici¨®n, les hacen pasear y vestirse de reyes como si fuera un museo viviente para disfrute de turistas. En realidad, la obra enfrenta los abusos de la realeza con los de los revolucionarios", explica Jacinto Requena, que la describe como "surrealista, c¨®mica y dram¨¢tica". Lo que esta familia detesta hacer en su pa¨ªs, lo hace con agrado, sin embargo, en Nueva York.
Los cuentos que integran La soledad repartida, los poemas in¨¦ditos de A campo ajusticiado y otros textos completan la publicaci¨®n, prologada por ?ngel Acosta. Tambi¨¦n est¨¢n los poemas de Gracia pensativa, su segundo poemario, con el que fue finalista del Premio Adonais, y La sangre por las cosas, su primer libro de poemas. Requena, que fue director de El Correo de Andaluc¨ªa de 1975 a 1978, escribi¨® siete novelas, entre las que destacan Pesebres de caoba y Las naranjas de la capital son agrias.
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