Reinas y peones para paliar la falta de libertad
Los reclusos de la c¨¢rcel de Alcal¨¢ Meco participan en un programa piloto de la UNED para aprender a jugar al ajedrez
Valent¨ªn mueve la reina mientras Enrique, enfrente, le observa y piensa c¨®mo hacerle un jaque al rey. En la mesa de al lado, Luis y Eduardo, con un tablero de juego en medio, est¨¢n a punto de empezar otra partida. Los cuatro, vestidos con un ch¨¢ndal, est¨¢n en una peque?a sala en la que las ventanas tienen rejas y donde el pasillo est¨¢ vigilado por un celador. Los cuatro jugadores son militares, cometieron un d¨ªa un delito y ahora se encuentran cumpliendo condena en la ¨²nica c¨¢rcel militar que hay en Espa?a, situada en Alcal¨¢ de Henares, en el kil¨®metro cinco de la carretera de Meco.
Para los cerca de 50 internos que hay actualmente en esta prisi¨®n, la Universidad Nacional de Educaci¨®n a Distancia (UNED) ha iniciado este a?o una experiencia piloto para ense?arles a jugar al ajedrez y as¨ª, entre otras cosas, matar el tiempo que pasan encarcelados. De momento, se han apuntado 13 presos y la expectaci¨®n por el proyecto crece. "Queremos que tengan la mente ocupada. Aqu¨ª la falta de libertad es total y los internos tienen que distraerse", explica Avelino L¨®pez, director de la prisi¨®n militar de Alcal¨¢ desde 1999.
"Es un juego en el que hay que superar muchas dificultades, igual que ocurre en la vida real"
El m¨¦todo es sencillo: la Universidad pone a disposici¨®n de los presos unos manuales sobre ajedrez para que los estudien y los pongan en pr¨¢ctica. Adem¨¢s, una vez cada dos meses un experto en ajedrez acude a la prisi¨®n para dar una tutor¨ªa a los alumnos. "El primer d¨ªa que entr¨¦ aqu¨ª me sent¨ª un poco fuera de lugar, pero al final de la jornada ya me di cuenta de que hab¨ªa estado entre colegas", explica Juan Rodr¨ªguez, monitor de ajedrez. "El ajedrez es un juego donde hay que superar muchas dificultades y tambi¨¦n tomar decisiones que luego tendr¨¢n consecuencias, al igual que pasa en la vida", a?ade.
Si el resultado del proyecto es satisfactorio, la UNED planea implantar la ense?anza del ajedrez en otras c¨¢rceles, seg¨²n Jos¨¦ Luis Fern¨¢ndez, vicerrector de alumnos de la Universidad. De momento, a los presos con largas condenas les empieza a subir la moral gracias al ajedrez, seg¨²n fuentes penitenciarias. Eduardo, uno de los presos apuntados al programa, echa alguna partida con otros internos despu¨¦s de cenar y de comer. Adem¨¢s, todos los reclusos apuntados a este programa participan una vez al a?o en una competici¨®n de ajedrez. "Antes de meterme en el proyecto yo s¨®lo mov¨ªa las piezas, pero no sab¨ªa jugar bien. Ahora he avanzado bastante", explica Eduardo. El ajedrez le sirve "para evadirse y aprender algo". Luis, otro preso, le ve otras ventajas: "Si te consigues concentrar y sabes jugar bien, las partidas son muy divertidas".
El ajedrez no es la ¨²nica disciplina a la que tienen acceso los internos de la prisi¨®n militar de Alcal¨¢. La UNED les ofrece poder estudiar desde all¨ª una carrera universitaria. "Los internos de esta prisi¨®n son especiales porque, al haber tenido alg¨²n grado del Ej¨¦rcito, tienen m¨¢s estudios que muchos de los presos de las c¨¢rceles civiles", se?ala Alicia Rodr¨ªguez, coordinadora de los estudios penitenciarios de la UNED. Desde 1993, 135 alumnos han pasado por el programa de estudios penitenciarios de la Universidad, algunos tan conocidos como Javier Rosado, el asesino que en abril de 1994 mat¨® a su v¨ªctima, Carlos Moreno, siguiendo un juego del rol.
Las carreras m¨¢s demandadas en 2002 por los presos fueron Derecho y Geograf¨ªa e Historia, aunque Rodr¨ªguez puntualiza: "La prisi¨®n es un reflejo de la vida en la calle y hemos notado que, aunque Derecho sigue siendo la carrera m¨¢s pedida, ha sufrido un retroceso respecto a carreras con m¨¢s salidas profesionales como Inform¨¢tica o Direcci¨®n de Empresas". En la UNED aseguran que la mayor¨ªa de los presos de la c¨¢rcel militar de Alcal¨¢ cuando salen en libertad acaban terminando la carrera que empezaron en la prisi¨®n.
Los internos, adem¨¢s, pueden dar clases de inform¨¢tica, ingl¨¦s y yoga y tienen una biblioteca con m¨¢s de 8.000 libros. David es el interno que est¨¢ a cargo de la biblioteca y el que presta los libros al resto de los presos. Los c¨®mics y los manuales jur¨ªdicos son los vol¨²menes m¨¢s demandados por los internos. "Me gusta mucho leer y por eso me puse al frente de la biblioteca", explica David. Este interno estudia, a trav¨¦s de la UNED, el curso de acceso a la Universidad para luego hacer Derecho. "Le dedico a los estudios unas tres o cuatro horas diarias", se?ala.
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