Firma entre dudas
Ha querido el destino que sea en esta semana de pasi¨®n cuando, por fin, se haga realidad el traspaso de las pol¨ªticas activas de empleo a Andaluc¨ªa. Llegan con siete a?os de retraso y despu¨¦s de reiterados anuncios sobre la inminencia de un acuerdo que, luego, se frustraba dando al traste con las l¨®gicas expectativas que se generaban gracias, sobre todo, a la ingenuidad de algunos de nuestros gobernantes, muy dados a creerse a pie juntillas lo que en Madrid les dec¨ªan.
Una y otra vez ven¨ªan a asegurar que s¨®lo faltaban unos flecos para cerrar la negociaci¨®n pero lo cierto era que esos flecos han hecho que Andaluc¨ªa sea una de las ¨²ltimas comunidades en contar con estas competencias a pesar de la importancia social y econ¨®mica de esta regi¨®n y de ser, precisamente, una de las m¨¢s necesitadas en contar con un instrumento propio para luchar con m¨¢s eficacia contra el paro.
Sin embargo, todo cambi¨® con la llegada al Ministerio de Trabajo de Eduardo Zaplana, quien nunca entendi¨® c¨®mo este asunto permanec¨ªa bloqueado en el tiempo. Lanz¨® el mensaje a Manuel Chaves advirti¨¦ndole de que el ¨²nico interlocutor en el Gobierno central para solucionar el conflicto era ¨¦l, y no otro, as¨ª que en pocas semanas se cerr¨® un entendimiento hasta entonces imposible de conseguir. El mismo Javier Arenas, al que en Andaluc¨ªa se culpa directamente de este retraso, ha querido neutralizar h¨¢bilmente este reproche felicitando en p¨²blico al pol¨ªtico valenciano por el ¨¦xito alcanzado.
La foto
Pero las escaramuzas continuar¨¢n hasta el final. Ahora no se conforman con que el acto de la firma est¨¦ protagonizado por el consejero de la Presidencia, Gaspar Zarr¨ªas, quien asume, de forma indelegable, la representaci¨®n del Gobierno aut¨®nomo en la comisi¨®n mixta de transferencias. Quieren una celebraci¨®n por todo lo alto, con una foto en la que est¨¦ el presidente de la Junta, Manuel Chaves, quien nunca antes hab¨ªa asistido a una ceremonia de este tipo. De modo que, como parece que han descubierto los populares un extraordinario amor hacia Chaves, a quien en m¨¢s de una ocasi¨®n han tratado de orillarle en actos oficiales, Arenas se est¨¢ pensando en no acudir al acto de la firma del traspaso si no est¨¢, tambi¨¦n, el presidente andaluz. Una pena. Puestas as¨ª las cosas, a lo mejor rebajan el nivel institucional del acto hasta el punto de que no participe ministro alguno, ocasi¨®n que, aunque es legalmente imposible, bien podr¨ªa aprovecharse para que firmara, por parte andaluza, el consejero de Empleo y Desarrollo Tecnol¨®gico, Jos¨¦ Antonio Viera, quien se muere de ganas por participar en tan hist¨®rico acontecimiento.
Pero no va ser la ¨²nica duda. Queda por determinar algo que puede resultar clave para las arcas de la Administraci¨®n auton¨®mica. Y es que la llegada de esas competencias tiene que tener una conexi¨®n perfecta con el recientemente aprobado decreto que regula la renta agraria. No hay que olvidar que en el mismo se marca el dise?o de planes personalizados que den prioridad a los jornaleros en cursos de formaci¨®n y talleres de empleo. Esas actuaciones pueden suponer un alto coste sin que hasta ahora se haya especificado con claridad qui¨¦n va a poner el dinero. Todo eso, sin descartar la posibilidad de que los sindicatos decidan en estos d¨ªas presentar recurso en los tribunales contra el contenido de dicho decreto, aunque hay quien piensa que la unidad sindical entre UGT y CC OO ha quedado tan da?ada, tras la convocatoria por parte de los ugetistas, de forma unilateral, de la huelga general contra la consecuencias econ¨®micas de la guerra de Irak, que resulta dif¨ªcil pensar en una nueva acci¨®n concertada contra una medida del Ejecutivo central, como es la llamada renta agraria que sigue sin gustar en Andaluc¨ªa.
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