La piscina, su mejor amiga
Erika Villa¨¦cija se perfila como la gran baza espa?ola, junto a Nina Yivanevskaya, en los Campeonatos del Mundo de nataci¨®n
A Erika Villa¨¦cija, de 18 a?os, no le gusta nadar los d¨ªas lluviosos, con viento, con el cielo gris. "Prefiero quedarme en la cama", comenta. Pero algo se transforma en su ¨¢nimo cuando espera en el podio segundos antes de zambullirse en el agua, elemento con el que mantiene un idilio. La piscina es para ella un amigo que le ayuda a sacar lo mejor de s¨ª misma y que le regala triunfos y r¨¦cords. La barcelonesa ser¨¢, junto a Nina Yivanevskaya, de origen ruso, la gran esperanza espa?ola en los Campeonatos del Mundo de Barcelona, en julio. Este fin de semana, en Madrid, en los nacionales, ha conseguido en los 800 metros libres, su prueba favorita, la marca m¨ªnima para esa gran cita y una nueva plusmarca espa?ola, 8m 35,50s, que, no obstante, le dej¨® algo desencantada: "Quer¨ªa bajar de 8m 35s".
"Estos d¨ªas han sido para m¨ª una referencia muy importante para ver qu¨¦ puedo hacer en los Mundiales", dice Erika con una sonrisa, la misma que sella su cara cuando hablar de sus metas. Nadar¨¢ en su casa, en su ciudad, rodeada de su familia y sus amigos. Eso le motiva mucho.
Lo curioso es que Erika se ech¨® a la piscina por casualidad. "Cuando ten¨ªa cinco a?os, mi madre sufr¨ªa unos problemas en la espalda y le recomendaron practicar la nataci¨®n. Me fui con ella y, como me gust¨® lo que hac¨ªa, le ped¨ª que me dieran unos cursos". Luego, cuatro a?os en el Centro de Alto Rendimiento de Barcelona y la mano de Joan Fortuny, su entrenador y uno de los principales art¨ªfices de que la nataci¨®n femenina disfrute ahora de una cosecha excepcional con nombres como los de Melissa Caballero, Tatiana Rouba o Laura Roca.
Si no fuera por su ¨ªntegra dedicaci¨®n a su deporte, Erika ser¨ªa una chica m¨¢s con una afici¨®n m¨¢s: "Estudio primer curso de Psicolog¨ªa, pero lo llevo muy mal porque apenas voy a clase. De todos modos, espero terminar la carrera en cinco a?os". La exigencia del alto nivel es la causante de que, a sus 18 a?os, los entretenimientos normales le resulten inalcanzables casi siempre. Ella est¨¢ dispuesta a sobrellevar el sacrificio porque, asegura, no es de las que disfruta mucho "saliendo por ah¨ª y todo eso". Prefiere charlar con el agua y compartir con ella sus confidencias.
Erika se pasa ocho horas diarias en la piscina mientras traza los sue?os sobre el d¨ªa en que se colgar¨¢ del cuello una medalla de oro en una gran competici¨®n. Por ahora, su balance es bueno. Pero para que sea mucho mejor, de color dorado, las sesiones de preparaci¨®n resultan tremendamente rigurosas. Y as¨ª, poco a poco, mediante un sistema que aprovecha al m¨¢ximo su talento, Fortuny ha forjado una estrella.
Pero no es la ¨²nica. Fortuny tambi¨¦n orienta los pasos de Melissa Caballero, una joven con la mirada t¨ªmida y que ya va adquiriendo los h¨¢bitos de las ceremonias de entrega de medallas. Si Erika es un caso paradigm¨¢tico de c¨®mo el ¨¦xito obedece primero a la clase y luego al esfuerzo, Melissa cambia el orden de factores. Ha sido plata en los 800 y los 200 metros libres, por lo que en Barcelona formar¨¢ parte del equipo de relevos junto a Tatina Rouba, Laura Roca y la propia Erika.
Melissa sabe que para estar con las mejores hay que trabajar duro. Su relaci¨®n con el agua es diferente: si Erika la conquist¨® a las primeras de cambio, ella se la gan¨® con obstinaci¨®n. "En el agua nunca tengo nada que perder", declara sonriente mientras tambi¨¦n procura sacarle jugo a los estudios.
De momento, la nataci¨®n femenina espa?ola se encuentra supeditada a los logros de Nina Yivanevskaya, quien durante los Campeonatos nacionales, obtuvo tambi¨¦n dos marcas m¨ªnimas para los Mundiales: en los 50 y los 100 metros espalda. Ser¨¢ la punta de lanza de la delegaci¨®n. Pero que no se descuide. Cuanto todos se hayan ido a casa, Erika todav¨ªa estar¨¢ caminando por el borde de la piscina. Le pedir¨¢ al agua que fuera no llueva ni haga fr¨ªo y, si lo hace, que la proteja una vez m¨¢s. Ser¨¢ suficiente. Volver¨¢ a casa con un r¨¦cord y qui¨¦n sabe si con una medalla de oro.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.