"El cine deber¨ªa depender de Sanidad porque va bien para el coco"
Victoria Abril rueda estos d¨ªas en Madrid 'Incautos', de Miguel Bardem
Los timadores le caen bien, y eso ayuda. Victoria Abril rueda desde hace tres semanas Incautos, cuarta pel¨ªcula de Miguel Bardem. Un thriller sobre una pandilla de estafadores, unos tipos que el director define como inteligentes, paranoicos, mentirosos, desconfiados y seductores. Tipos cautivadores, a?ade, que rozan "la grandeza y el patetismo". Federico Luppi, Ernesto Alterio y Manuel Alexandre acompa?an a Victoria Abril. Buscan retirarse con el golpe de su vida. "Los actores tambi¨¦n nos ganamos la vida con mentiras", dice la actriz, "pero los actores lo hacemos para mejorar la realidad, y eso es bueno, supongo".
Victoria Abril (Madrid, 1959) espera en un lujoso hotel del paseo de la Castellana para entrar en escena. Est¨¢ morena, el pelo recogido en una coleta y muy guapa, con vaqueros y sin maquillar. Habla r¨¢pido, a su manera desordenada y divertida. Tiene la risa y el nervio contagioso. Si echa el freno, resulta c¨¢lida; si acelera, es dif¨ªcil acompa?arla. Le traen un caf¨¦ americano y lo devuelve. "Italiano, por favor, que estamos en pleno boicot", le dice al camarero. Llega la maquilladora, Ana Lozano, y el peluquero, Manolo Garc¨ªa. El jefe de prensa, David S¨¢nchez, entra y sale. "En esta pel¨ªcula voy muy guapa, llevo millones en joyas y ropa, mucho glamour, nada del punto se?orona del PP. No, de eso nada. Esto es gran clase".
"S¨®lo s¨¦ que la experiencia vale mucho y la t¨¦cnica s¨®lo sirve para olvidarla"
La actriz rueda en Espa?a despu¨¦s de dos a?os. Su ¨²ltimo trabajo fue en Sin noticias de Dios, de Agust¨ªn D¨ªaz-Yanes. "Han sido dos a?os de paro y, la verdad, ten¨ªa ganas", dice. Rodar¨¢ tres pel¨ªculas seguidas (la pr¨®xima, en Valencia, con Javier Balaguer) y luego volver¨¢ a su casa de Par¨ªs. "Con una buena pel¨ªcula al a?o me basta y sobra para vivir. Cuando una tiene m¨¢s de cien pel¨ªculas detr¨¢s, quedan muy pocas razones para dejar a mis ni?os de lado. Claro que de ah¨ª a nada, tampoco, que tenemos que comer y los n¨²meros est¨¢n morados". En estos a?os, los seis proyectos que ten¨ªa previstos ("algunos maravillosos") se han visto afectados por la crisis, "la del cine europeo, no s¨®lo el espa?ol".
"Cuando yo empec¨¦ hace 30 a?os, ya se hablaba de crisis; el cine sabe vivir en estas situaciones, no es nuevo, se acaban encontrando cosas, pero ahora est¨¢ m¨¢s aplastado que nunca y no es un problema s¨®lo nuestro. El cine franc¨¦s va un poco mejor, s¨ª, pero tampoco mucho mejor". "No s¨¦, yo creo que el cine no deber¨ªa depender del Ministerio de Cultura, sino del de Sanidad, porque muchas veces es mejor para el coco que un m¨¦dico, y por s¨®lo cinco euros".
La actriz se ha instalado en un piso del centro de Madrid, "un apartamentito en la puerta del Sol, en pleno mogoll¨®n".
"Mi llegada a Madrid fue incre¨ªble", cuenta, "en el aeropuerto me enter¨¦ de que se ped¨ªa la dimisi¨®n de la presidenta por los Goya. No pod¨ªa creerlo, y eso s¨®lo fue el principio. Yo, por primera vez desde el 23-F, me he tirado a la calle como una loca. De verdad. No he visto ni un morro m¨¢s grande ni un timo m¨¢s fuerte que el que nos han vendido con esta guerra. Ver la llegada de los soldados a Bagdad y c¨®mo pon¨ªan la bandera americana en la cara de la estatua de Sadam, lo primero, dejando claro todo; olvid¨¢ndose, qu¨¦ despiste, de la vieja bandera de Irak, ¨¦sa que ven¨ªan a liberar. Luego la pusieron, claro, ?de corbata! Qu¨¦ locura ?verdad? Rodamos una pel¨ªcula sobre mentirosos que cuentan verdades cuando la realidad s¨®lo cuenta mentiras. El verdadero timo es la pol¨ªtica y las cosas que se hacen en nombre de la democracia. Eso s¨ª que es un timo de los grandes".
A la actriz le quedan pocos minutos para entrar en escena. "Rodamos el momento del timo, se llama el Timo Disney, y el incauto, el Mirlo Blanco, est¨¢ a puntito... En esta pel¨ªcula hay todo tipo de timadores, de trileros a guante blanco, pero ni una gota de sangre". El personaje de Victoria Abril le ha ofrecido a Federico Luppi (un estafador elegante, astuto y met¨®dico que tima a banqueros, pol¨ªticos y militares) lo que entre ellos llaman un "Mirlo Blanco", el gran golpe para retirarse a un incauto confiado, avaricioso y rico.
Luppi entra y saluda a la actriz. Es su viejo amor en la pel¨ªcula. "Ahora he vuelto a ¨¦l. Hace a?os dimos un gran golpe y yo entonces le dej¨¦, pero ahora estoy aqu¨ª, le busco por necesidad. En esta pel¨ªcula hay amor, y del bueno". Miguel Bardem (que ha escrito el gui¨®n junto a Carlos Mart¨ªn) prepara el plano sentado en una mesa. "Este chico sabe mucho, la caligraf¨ªa es perfecta y eso se nota, no se pierde, nada de masters, ¨¦ste sabe lo que es un plano, un numero detr¨¢s de otro. Me f¨ªo de ¨¦l. Adem¨¢s, est¨¢ en su punto de madurez, nos han unido extra?as casualidades, creo que ahora puede ser su momento".
Victoria Abril estar¨¢ en Madrid alg¨²n tiempo m¨¢s, luego rodar¨¢ en Canarias (Incautos ocurre entre la capital y Las Palmas). La actriz salta de un asunto a otro. Habla de sesiones de cine golfas cerca de su casa, de Harry Potter hasta en los cereales que toman sus hijos. ("?C¨®mo se compite contra los cereales?", pregunta), de los nuevos actores y el cine que le gusta. Cita la pel¨ªcula brasile?a Ciudad de Dios y echa el freno: "Lo ¨²nico que s¨¦ es que la experiencia vale mucho. La t¨¦cnica s¨®lo sirve para olvidarla, uno empieza a ser buen actor cuando se dejan de ver los hilos de la marioneta. Es como esos actores de Ciudad de Dios, de Victor Gonz¨¢lez, esos actorazos nacen de la necesidad. Son ni?os y la c¨¢mara ni la ven ni la sienten, son grandes actores porque la necesidad es una de las mejores escuelas que conozco".
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