EE UU captura a un hermano de Sadam que dirig¨ªa la polic¨ªa pol¨ªtica
La detenci¨®n de Bars¨¢n al Tikriti alimenta la creencia de que la c¨²pula iraqu¨ª sigue en la capital
"Fuerzas especiales apoyadas por marines han capturado esta ma?ana a Bars¨¢n al Tikriti", anunci¨® el jueves el general Vincent Brooks, portavoz del mando central de las tropas estadounidenses en Qatar. La detenci¨®n de un segundo hermano de Sadam Husein prueba que la guerra contra su r¨¦gimen no ha concluido con la entrada de los soldados norteamericanos en Bagdad y que el c¨ªrculo de allegados del ex presidente iraqu¨ª (52 personas, seg¨²n el listado de la CIA) puede no haber salido de la capital, tal como apuntan diversas fuentes consultadas.
Bars¨¢n era el n¨²mero 52 de la lista de los m¨¢s buscados por EE UU en Irak, pero se halla entre los m¨¢s odiados por haber dirigido los servicios secretos. La detenci¨®n del medio hermano de Sadam se produjo en Bagdad gracias a "informaci¨®n suministrada por iraqu¨ªes", seg¨²n precis¨® el general Brooks. En la operaci¨®n "no se produjeron v¨ªctimas", a?adi¨®, sin dar m¨¢s detalles.
Aunque se desconoce ad¨®nde ha sido trasladado, parece evidente que los servicios de informaci¨®n de EE UU le interrogar¨¢n para tratar de averiguar el paradero del dictador iraqu¨ª y del resto de la c¨²pula de su r¨¦gimen. Nadie ha aclarado a¨²n c¨®mo en la noche del 8 al 9 de abril todo el aparato baazista desapareci¨® sin dejar huella. Ministros, generales, dirigentes del partido y hasta funcionarios de rango medio se encuentran ilocalizables desde entonces. La CIA ha se?alado 52 responsables a los que EE UU quiere pedir cuentas -el Pent¨¢gono ha repartido entre las tropas una baraja de p¨®ker con las fotograf¨ªas de estos dirigentes-, pero la lista de honor publicada por el diario Babel el pasado noviembre a partir de una publicaci¨®n opositora clandestina enumeraba a m¨¢s de medio millar.
Esta situaci¨®n deja a los iraqu¨ªes sin la posibilidad de exigir responsabilidades por los cr¨ªmenes cometidos por el r¨¦gimen y ha desatado todo tipo de especulaciones. En las capas populares se percibe un cierto desamparo y mucha gente se siente traicionada por un presidente que no ha luchado hasta el final como prometi¨®. "Ha hecho un pacto con Estados Unidos", aseguran unos. "Prepara un golpe desde la clandestinidad", se animan los m¨¢s fieles. En medios intelectuales y profesionales, se tiene la convicci¨®n de que, si no ha muerto en alguno de los bombardeos, Sadam permanece escondido en Bagdad junto a sus m¨¢s cercanos colaboradores.
Red de apoyo
"Tikrit [su regi¨®n natal] ha sido rastreada de arriba abajo por los norteamericanos y no han encontrado nada", asegura una fuente diplom¨¢tica ¨¢rabe. "En Basora o en Mosul carece de infraestructura. La ciudad en la que ha podido crear una red de apoyo en sus 24 a?os de Gobierno es Bagdad", concluye, haci¨¦ndose eco de una versi¨®n muy extendida entre la elite de la capital.
Las detenciones de Bars¨¢n y de otro hermano del ex presidente iraqu¨ª, Watb¨¢n Ibrahim al Has¨¢n al Tikriti -capturado en el norte de Irak el domingo pasado-, suponen mucho m¨¢s que un golpe al c¨ªrculo familiar de Sadam. Los tres hermanos del ex presidente (Bars¨¢n, Watb¨¢n y Sabwai) constituyeron desde el inicio de su acceso al poder uno de los tres pilares de su Gobierno totalitario. Sadam estableci¨® en Irak un sistema ¨²nico en el que la familia, el clan, se imbric¨® en la estructura estatal de tal forma que cualquier enfrentamiento familiar ten¨ªa una dimensi¨®n institucional, y al contrario.
El poder de los hijos de Ibrahim al Has¨¢n, padrastro de Sadam, hab¨ªa declinado desde principios de los a?os noventa, cuando la pol¨ªtica matrimonial del dictador provoc¨® el ascenso imparable de otra rama de la familia, los Al Mayid, sus parientes paternos. Sin embargo, la traici¨®n de sus yernos en 1996 y la creciente influencia de sus hijos, Uday y Qusay, termin¨® por producir un nuevo sistema presidencial en el que se fomentaban las rivalidades de clanes, los antagonismos sociales y las diferencias ¨¦tnicas y religiosas. El viejo divide y vencer¨¢s mantuvo un precario equilibrio de facciones, pero sembr¨® la semilla que caus¨® su r¨¢pido derrumbe ante el enemigo externo.
Mientras, los soldados estadounidenses est¨¢n ya en todos los barrios de Bagdad. Su presencia, en traje de combate, atrae a los m¨¢s j¨®venes y provoca miradas de preocupaci¨®n y recelo entre los adultos, algunos de los cuales tienen muy presentes los a?os de la ocupaci¨®n brit¨¢nica. Unas decenas de personas acuden a diario al hotel Palestina, donde las tropas ocupantes han establecido su oficina de Asuntos Civiles, a pedirles que se vayan. Los soldados tienen las armas listas y el dedo en el gatillo. No hay noche que no se oigan disparos.
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