Motta se siente Redondo
Thiago Motta aprende r¨¢pido, crece deprisa, va al grano. En un a?o, aquel zurdo de talante ofensivo que despuntaba en el Miniestadi se ha convertido en una pieza b¨¢sica del Camp Nou: un futbolista polivalente, capaz de dominar el lateral izquierdo, correr la misma banda, centrar como lo hacen los volantes con guante y defender como si fuera un medio centro de toda la vida. Juega sin contemplaciones y defiende su puesto con car¨¢cter y sin complejos, sin reparar en el rival o, mejor a¨²n, cuanto mayor es el referente m¨¢s se agiganta. Zidane ha sido el ¨²ltimo rival que acab¨® desquiciado ante la competitividad y oficio del italo- brasile?o del Barcelona, que se las sabe todas. Aparece, en efecto, en todas las trifulcas y, eso s¨ª, tenga o no raz¨®n, acostumbra a pagar el pato. Estuvo en el rifirrafe del Bernab¨¦u, c¨®mo no, pele¨¢ndose con unos y otros, pero esta vez aguant¨® en pie. No siempre ha sido as¨ª.
Motta (S?o Bernardo, Brasil; 1982) es el barcelonista m¨¢s sancionado en la Liga y el que m¨¢s partidos, cuatro, se ha perdido ya sea por acumulaci¨®n de tarjetas o por expulsi¨®n. ?l se defiende argumentando que los ¨¢rbitros no aplican el mismo criterio para todos. "El manotazo de Zidane a Puyol fue m¨¢s fuerte que el que yo le propin¨¦ a Ibon Bego?a, del Alav¨¦s", record¨® ayer mismo; "una acci¨®n que me cost¨® dos partidos de sanci¨®n". Y, puestos a buscar agravios comparativos, entiende que, si ¨¦l hubiera tirado de los pelos a Makelele como el madridista hizo con ¨¦l durante la tangana organizada alrededor de Zidane, "a m¨ª me hubieran metido seis o siete partidos". Makelele sab¨ªa muy bien lo que hac¨ªa o, cuanto menos, lo pareci¨®: todav¨ªa hoy recuerda c¨®mo Motta le pis¨® en un tobillo en el Camp Nou.
Pero, si su juego es contundente -"sin bal¨®n, no tenenemos agresividad", reitera- y sus tarascadas le han costado m¨¢s de un disgusto o ha sabido sacar provecho de ellas -en Mallorca, por ejemplo, provoc¨® las expulsiones de Novo y Eto'o-, Motta se ha convertido en un jugador imprescindible en el Bar?a, y m¨¢s en los grandes partidos. Es un buen recuperador y, al tiempo, sabe dar salida a la pelota y tiene una buena pegada, cualidades que ya advirti¨® Lloren? Serra Ferrer cuando le fich¨® en un torneo sub-17 en Toulon.
Enamorado de Pel¨¦ desde que su padre le regal¨® una cinta de v¨ªdeo con algunas jugadas de O Rei, el referente de Motta para justificar su juego es, sin embargo, Fernando Redondo, ex madridista hoy en el Milan. "Redondo utiliza mucho los brazos para defenderse del rival cuando tiene el bal¨®n", explic¨® recientemente en una entrevista en Canal +. "Yo me muevo como Redondo, con los brazos levantados, revoloteando, y no creo que sea una acci¨®n agresiva. En el f¨²tbol hace faltan jugadores con estas caracter¨ªsticas", a?adi¨®.
Fuerte en la cancha, Motta es presumido en la calle. Fue una de las estrellas de la gala MTV en Barcelona, donde apareci¨® con un abrigo de cuero; lleva colgada una medalla de san Judas, regalo de su madrina, y en sus brazos est¨¢n tatuados en japon¨¦s los nombres de sus hermanos.
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