Elogio del saque de esquina
El Athletic fulmina en tres c¨®rners al Betis, que se adelant¨® en 'La Catedral' con un gol tras otra jugada desde el bander¨ªn
Durante muchos a?os, el saque de esquina provocaba en los grader¨ªos una sensaci¨®n de gol. Era una jugada de prestigio. Inlcuso la voracidad atacante de los equipos se llegaba a medir por el n¨²mero de c¨®rners sacados a favor. Era el viejo modelo ingl¨¦s, en el que un saque de esquina era lo m¨¢s parecido a un penalti, incluso por encima de los libres directos y, por supuesto, de los indirectos, un asunto menor. Pues bien, Athletic y Betis decidieron homenajear a la tradici¨®n aunque fuera a su pesar. Cuando no hay combinaci¨®n, ni centro del campo, cuando se pierden un sinf¨ªn de balones, cuando no se controla el juego ni el bal¨®n, cuando se juega con el coraz¨®n y no con la cabeza o con los pies, el saque de esquina se convierte en algo similar a una ayuda divina.
ATHLETIC 3 - BETIS 1
Athletic: Aranzubia; Javi Gonz¨¢lez, Ocio, Karanka, Del Horno (Larrazabal, m. 88); Gurpegui, Alkiza; J. Etxeberria (Arriaga, m. 49), Yeste (Guerrero, m. 84), Ezquerro; y Urzaiz.
Betis: Prats; Varela, Juanito, Rivas, Luis Fern¨¢ndez (Mingo, m. 42), (Ca?as, m. 62); Arz¨², Assun?ao; Joaqu¨ªn, Benjam¨ªn (Alfonso, m. 45), Capi; y Fernando.
Goles: 0-1. M. 26. C¨®rner de Joaqu¨ªn que cabecea Fernando. 1-1. M. 35. C¨®rner de Javi Gonz¨¢lez, cabecea Urzaiz y Etxeberria remata a la red. 2-1. M. 40. C¨®rner corto, Yeste centra con rosca y Urzaiz cabecea a placer. 3-1. M. 46+. Tiro de Yeste que despeja mal Prats y Ezquerro marca a placer.
?rbitro: Rodr¨ªguez Santiago. Amonest¨® a Luis Fern¨¢ndez, Varela y Alfonso.
Unos 38.000 espectadores en San Mam¨¦s.
As¨ª marc¨® el Betis, y as¨ª remont¨® el Athletic. Obvio: en asuntos de tradici¨®n conviene no discutirle al Athletic la jerarqu¨ªa. Fernando, un delantero liviano, cabece¨® a placer un c¨®rner de Joaqu¨ªn. Urzaiz, picado en su honor, cabece¨® un c¨®rner de Javi Gonz¨¢lez y Etxeberria lo empuj¨® a la red. Y luego Urzaiz cabece¨® un c¨®rner de Yeste y Ezquerro empuj¨® un rechace de Prats tras un nuevo c¨®rner rojiblanco.
Todo ocurr¨ªa junto al bander¨ªn porque hab¨ªa pocos futbolistas con capacidad para inventar, para discurrir, para trastear. Qu¨ªtese a Yeste, un dandy entre la plebe, y costar¨ªa encontrar a alguien con intenci¨®n de no chocar, de hacerse sitio, de regatear, de jugar con intenci¨®n. El Betis decidi¨® muy pronto que su ¨²nica arma era Assun?ao, en virtud de las faltas que pudiera provocar su equipo al borde del ¨¢rea. Si acaso, quiz¨¢s llegar¨ªa un c¨®rner para que Fernando, el liviano, se intercalara entre los grandullones y metiera la oreja. Demasiado poco, demasiado plano.
El Athletic, fiel a su historial, sigui¨® corriendo, apelando al tacto de Yeste y a las correr¨ªas de Javi Gonz¨¢lez o Ezquerro. Al menos hab¨ªa tres que quer¨¬an jugar. El Betis no era el Betis, era un asomo de equipo muy desconectado, sin Alfonso y con Alfonso (de Joaqu¨ªn nunca hubo noticias), muy deslavazado, sin m¨¢s poder atacante que Fernando y sin saques de esquina en los que resucitar.
El partido muri¨® joven, sin tiempo para crecer, lleno de imprecisiones y falto de ocasiones. Tanto que en la segunda mitad apenas hubo una doble ocasi¨®n de Urzaiz y Arriaga, un cabezazo de Fernando y un tonteo continuo en las zonas templadas del campo. Un partido muerto con prontitud, que nacido en la abundancia (cuatro goles en la primera parte), acab¨® en la indigencia (nada en los 45 restantes).
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