El Valladolid desnuda al Celta

Todos los defectos del Celta m¨¢s an¨¦mico de los ¨²ltimos a?os quedaron perfectamente retratados por el Valladolid, al que no supo por d¨®nde hincarle el diente. Camina el equipo de Lotina embalado hacia su r¨¦cord de minutos imbatido, un objetivo que se ha convertido en una obsesi¨®n. Resguardado hasta el paroxismo, la pelota es ahora un inc¨®modo compromiso para el Celta, que no sabe qu¨¦ utilidad darle. Y si viene el Valladolid a ced¨¦rsela, el grupo de Lotina se queda al desnudo y evidencia su absoluta carencia de un plan de ataque.

Como ayer se comprob¨®, el ¨²nico plan del Celta pasa por defenderse, faceta que borda. Defender tambi¨¦n es jugar al f¨²tbol, ha dicho su entrenador, aunque quiz¨¢s le sobr¨® el tambi¨¦n. Con el acierto de los jugadores de arriba, ha ido ganando partidos con unos porcentajes de posesi¨®n rid¨ªculos, porque todo el mundo sabe qu¨¦ tiene qu¨¦ hacer cuando pierde la pelota, y no es extra?o ver a Mostovoi pegado a Juanfran defendiendo el lateral izquierdo. Cuando lo recupera no tarda en desesperarse y en entregarse al bal¨®n frontal para volver a empezar. Si el m¨¦todo es trasnochado y poco vistoso, el bodrio cobra dimensiones insoportables cuando se encuentra a un rival como el Valladolid, que tampoco tuvo la m¨¢s m¨ªnima intenci¨®n de cargar con el peso del partido.

Pese a su poco ambiciosa puesta en escena, con cinco defensas y sin un delantero nato, fue el Valladolid -en el que reapareci¨® Javi Jim¨¦nez despu¨¦s de tres a?os-, quien mejor apur¨® sus posesiones., porque el lugar natural donde el Celta recupera la pelota es a unos metros de su ¨¢rea. Hasta ah¨ª, sin problema, as¨ª que no fue extra?o que se llevara el equipo de Mor¨¦ las mejores oportunidades de la primera parte, sobre todo un disparo seco de Colsa en el primer minuto que extendi¨® el p¨¢nico en este Celta temeroso e italianizado.

Quiz¨¢s contaba Lotina con el efecto Mido: alg¨²n bal¨®n ca¨ªdo al ¨¢rea que el egipcio pudiera enganchar con la furia que se le vio en otras jornadas. Apostar todo el ataque a una sola carta tiene el inconveniente de la falta de alternativas: el delantero fall¨® los dos remates y ese fue todo el balance ofensivo del Celta. Ni siquiera en los minutos finales se fue por el Valladolid con la furia que se le supone a un equipo que apuesta por la Liga de Campeones. Pes¨® m¨¢s el riesgo de desperdiciar el r¨¦cord de partidos sin encajar un gol.