La particularidad de Alcal¨¢ de Guada¨ªra

Encontrar en el t¨¦rmino municipal de Alcal¨¢ de Guada¨ªra (Sevilla) una sola se?al que indique al conductor despistado c¨®mo dirigirse hacia Dos Hermanas o Sevilla es una empresa imposible. Y eso que en este municipio de 57.426 habitantes, que apenas dista unos 20 kil¨®metros de la capital andaluza y otros ocho de la vecina localidad nazarena, Dos Hermanas se erige como el espejo en el que mirarse, para lo bueno y para lo malo.

Y es que, los alcalare?os guardan una forma de ser muy particular, algo que se encargan de resaltar a la m¨¢s m¨ªnima los propietarios de los peque?os comercios y que se refleja en un estudio municipal. As¨ª, no dudan en establecer distinciones entre los habitantes del pueblo: "los alcalare?os de toda la vida", esto es, los nativos o pertenecientes a una familia oriunda de Alcal¨¢ o "los venidos de fuera", aquellos que llegaron en los a?os 60 atra¨ªdos por los planes desarrollistas del tardofranquismo o en ¨¦pocas posteriores. Un 69% de los alcalare?os se identifican, seg¨²n este estudio, con el primer caso, mientras que el 31% restante muestra poco apego por el municipio y alega que su presencia all¨ª obedece a "al bien" de su familia o, simplemente, "porque no tienen remedio". Este ¨²ltimo sentimiento es el que m¨¢s inquieta a las autoridades, que asisten preocupados al poco grado de implicaci¨®n que muestra una buena parte de los vecinos, pese a ser contribuyentes activos.

"Alcal¨¢ se est¨¢ convirtiendo en una ciudad dormitorio. La gente ni compra, ni come, ni hace vida aqu¨ª. Se van a trabajar y ya s¨®lo vuelven para acostarse. Hacen vida fuera del pueblo. Y si encima, la poca que hacen se ve dificultada por los problemas de tr¨¢fico que tenemos... El centro est¨¢ imposible, no hay aparcamientos y la gente para ir de compras ha de recorrer cerca de tres kil¨®metros a pie. Esto les refuerza en la idea de que es mejor hacer vida fuera del pueblo", afirma Jos¨¦ Luis Bern¨¢rdez, propietario de una tienda de ropa de ni?os.

"?Qu¨¦ echo en falta? Pues el metrotren para empezar. Aparte, yo como comerciante sufro de todos los males. Mira a tu alrededor; las tiendas parecen c¨¢rceles con tanta reja. La falta de seguridad es tremenda y encima ahora est¨¢n impulsando las grandes superficies, que van a ser las que nos lleven a la ruina", se queja Bernarda Moreno, propietaria de una ferreter¨ªa en el popular barrio del Instituto. Bernarda, que critica la atenci¨®n que las autoridades dispensan a la zona comercial del centro, coincide sin embargo con sus colegas en resaltar que los alcalare?os son "muy especiales". Esta particularidad reside en un s¨®lo hecho: que prefieren hacer vida en Sevilla antes que en el pueblo, con el perjuicio que esta forma de vivir reporta, y no s¨®lo a los comerciantes.

Esta falta de integraci¨®n influye en los planes urban¨ªsticos del actual equipo de gobierno socialista que dirige Antonio Guti¨¦rrez Limones.. Aparte de la apuesta por impulsar el sector industrial en Alcal¨¢ -que supone el 44% de la producci¨®n provincial-, los esfuerzos se centran en que este pueblo no acabe convirti¨¦ndose en una ciudad dormitorio como las que ya rodean la capital. Mejor percepci¨®n de Alcal¨¢ tiene todo un veterano del sector servicios del pueblo. A sus 71 a?os, Manuel Cabreja a¨²n trabaja a pie de horno en el obrador de La Confiter¨ªa, un establecimiento que data de 1860 y que ¨¦l regenta desde hace 28 a?os. Manuel, nativo de Mor¨®n, no comparte las cr¨ªticas que sus vecinos hacen de la situaci¨®n del pueblo, -"Nunca ha estado mejor; ahora no le falta de nada", dice- , aunque tambi¨¦n se queja del problema del tr¨¢fico, "que me quita clientes". La circulaci¨®n, agravada por la peculiar orograf¨ªa de Alcal¨¢; la seguridad; el nivel de desempleo juvenil; la limpieza y el cuidado de sus calles y parques son las principales preocupaciones de los alcalare?os, quienes, no obstante, consideran de forma mayoritaria (71,6%) que en Alcal¨¢ de Guada¨ªra se dan "buenas condiciones de vida".