Un islote para cada d¨ªa del a?o
San Blas, el archipi¨¦lago paname?o de los indios cuna
Casi todo el Caribe est¨¢ conquistado por los grandes complejos hoteleros -los resorts- de identificaci¨®n en la mu?eca, la famosa pulserita que te ponen nada m¨¢s llegar para que puedas disfrutar de todas o algunas de sus instalaciones o actividades. Pero a¨²n quedan parajes donde es posible encontrar a gentes que viven a su manera, en un para¨ªso natural, manteniendo sus costumbres. Son los visitantes los que deben acoplarse a su estilo de vida. Es el caso de los indios cunas, que no son partidarios de obtener ingresos a cambio de perder su identidad. As¨ª, reciben a los turistas en sencillas casitas de paredes de ca?a brava, techo de paja y suelo de tierra, sin nada superfluo.
El archipi¨¦lago de San Blas, donde viven los indios cunas, est¨¢ en el noreste de Panam¨¢, lindando con Colombia. Lo componen una franja costera de unos 200 kil¨®metros de bosque tropical lluvioso m¨¢s unas 365 islas o cayos coralinos a pocos kil¨®metros del continente. Los cerca de 50.000 indios cunas se reparten entre unas 50 islas y algunas peque?as aldeas costeras a orillas de los r¨ªos Chucunaque, Bayano y Tuira.
En la costa caribe?a de Panam¨¢ se esconde el mundo inalterado de una sociedad ind¨ªgena que recibe al turista con sus playas, pero sobre todo con la autenticidad de su estilo de vida.
Los cunas gozan en Panam¨¢ de un privilegio que pocas comunidades ind¨ªgenas tienen en el continente americano: se autogobiernan por medio del Consejo General Cuna, con una estructura pol¨ªtica democr¨¢tica propia, representada en la Asamblea Legislativa de Panam¨¢ y basada en sus costumbres tribales. Lo consiguieron gracias a una revoluci¨®n contra los colonos paname?os en 1925. Desde 1953, el Gobierno paname?o reconoce por ley la autoridad de este consejo.
Las islas son consideradas m¨¢s saludables para vivir, porque en ellas hay un clima menos lluvioso que en la costa y sopla una refrescante brisa. Las islas deshabitadas sirven como caladeros de pesca, lugares de ba?o, aeropuertos... Las de mayor poblaci¨®n, como El Porvenir, Nargand¨¢ o Aligand¨ª (entre 5.000 y 7.000 habitantes), tienen escuelas, centro de salud, Correos, tel¨¦fono p¨²blico (cada d¨ªa una persona hace guardia junto al tel¨¦fono para avisar a quien llamen), canchas de baloncesto y f¨²tbol, iglesias, casas comunales y peque?as tiendas de alimentaci¨®n.
Las viviendas -que se construyen de forma comunitaria- cuentan normalmente con dos amplias estancias separadas, una para la cocina y la otra para dormir con hamacas que cuelgan de las vigas. Adem¨¢s hay un patio donde se cr¨ªan peque?os animales dom¨¦sticos, un embarcadero para la canoa, y un ba?o sobre pilotes en el mar y separado de la casa.
Peces y langostas
Los cunas conciben la naturaleza como la esencia de la vida material, cultural y espiritual, porque les alimenta, les da salud y activa su sentido comunitario. Por eso la cuidan tanto y tratan de vivir en armon¨ªa con ella. Del mar y los r¨ªos obtienen peces, langostas y moluscos para el mercado nacional, y tortugas carey, que son muy cotizadas en los mercados internacionales; para conseguir estas riquezas utilizan sencillos anzuelos y redes. Ya en tierra firme, en las huertas dentro del bosque tropical cultivan yuca, frijoles, arroz, ?ame, ca?a de az¨²car y banano. A cada familia se le asigna un pedazo de tierra dentro del bosque para cultivar lo que quiera. Y toda la pesca conseguida se reparte entre las familias de la comunidad.
Los cunas son muy conocidos por las molas, unos rect¨¢ngulos de tela con dibujos a trav¨¦s de los cuales las mujeres que las confeccinan reflejan su concepci¨®n del mundo, de la naturaleza y de sus costumbres. Aparecen desde escenas de la vida cotidiana hasta p¨¢jaros, peces o plantas.
La elaboraci¨®n de una mola es muy complicada. Se superponen de tres a siete rect¨¢ngulos de telas de colores (el dise?o est¨¢ grabado en la mente de las mujeres porque no utilizan patrones), y con unas tijeras afiladas hacen cortes en algunas capas de tela para que aparezcan los colores de las otras capas; con gran paciencia y precisi¨®n van doblando los cortes, y puntada a puntada se va formando el espectacular dibujo. A estas molas se les a?aden otras telas estampadas hasta formar una blusa femenina.
La blusa de mola
Es una pena que se est¨¦ perdiendo el significado de los dise?os al irse inclinando las artesanas a la demanda externa de motivos. Adem¨¢s hay mujeres que confeccionan prendas como chaquetas, vestidos, bufandas, corbatas o fundas de cojines para venderlas. Las ni?as empiezan a coser a los cinco a?os y terminan siendo maestras en este arte. Las mujeres mantienen su atuendo tradicional: blusa de mola y un pa?uelo rojo con amarillo o blanco para la cabeza; en las orejas cuelgan pendientes; se perfilan la nariz con tinta negra y la rematan con narigueras de oro; en los brazos y piernas se ponen a diario brazaletes de cuentas de colores haciendo juego con las molas. Los hombres visten a la manera occidental.
El archipi¨¦lago de San Blas es un lugar ideal para el buceo, la pesca, ba?arse en aguas transparentes y tomar el sol sobre arena blanca de peque?as playas, en un diminuto cayo o en una islita con palmeras y arbustos que dan sombra, sin nadie alrededor. Es un lugar ideal para leer, pensar y encontrarse con uno mismo; para so?ar que eres un n¨¢ufrago o un privilegiado; para pasear por el bosque tropical y oler las orqu¨ªdeas, y, en definitiva, conocer uno de los caribes m¨¢s puros en convivencia con los primitivos pobladores. El polo opuesto a un resort.
GU?A PR?CTICA
Datos b¨¢sicos
Moneda: la moneda oficial es el balboa (que equivale a 0,88 euros), pero el d¨®lar americano funciona tambi¨¦n libremente. Prefijo telef¨®nico: 00 507. Clima: temperatura media,
27 grados; la temporada seca
va desde diciembre hasta abril.
C¨®mo ir
- Iberia (902 40 05 00), ida y vuelta a Ciudad de Panam¨¢ con una escala, desde Madrid, hasta el 18 de junio, a partir de 718,46 euros.
- Desde Ciudad de Panam¨¢ salen avionetas -Aerotaxi (315 75 20) o Aeroperlas (315 75 00)- que hacen escalas en varias islas, a las seis
de la ma?ana todos los d¨ªas. El vuelo es corto, entre 20 y 40 minutos,
y los precios van desde 60 hasta
100 d¨®lares ida y vuelta, seg¨²n sea
la isla de destino. Debido a las limitaciones de la avioneta,
se recomienda no sobrepasar los
12 kilos de peso del equipaje.
Dormir y comer
Los hoteles son de pocas habitaciones y regentados, como todo, por cunas. Los precios incluyen el alojamiento, todas las comidas y los paseos en canoa. Hay muy pocos restaurantes, incluso en las islas m¨¢s grandes.
Es necesario reservar.
- Hotel Sapibenega (225 88 19). Isla Iscarduc. Tienen 14 caba?as de diferentes tama?os. Para dos personas, 90 euros por persona.
- Hotel Dolphin (225 84 35). En la isla de Hachutupu. La doble, 66 euros
por persona.
- Listado de hoteles y caba?as, en la p¨¢gina web del Instituto Paname?o
de Turismo (www.ipat.gob.pa).
Informaci¨®n
- Embajada de Panam¨¢ en Madrid (915 76 50 01). Claudio Coello, 86.
- En www.pa/turismo/, una p¨¢gina de turismo de Panam¨¢, se encuentra un apartado sobre San Blas: www.pa/turismo/sanblas/index.html.
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