Alemania reconoce que no lograr¨¢ equilibrar su presupuesto en 2006
Schr?der defiende a su ministro Eichel, acosado por la oposici¨®n
El canciller federal alem¨¢n, el socialdem¨®crata Gerhard Schr?der, se ha visto obligado, desde la lejana Malaisia, a lanzar un capote para librar a su compa?ero de partido y ministro de Hacienda, Hans Eichel, cuya cabeza exigen democristianos y liberales. A lo largo del fin de semana, Eichel tuvo que reconocer el fracaso de su intento de lograr un presupuesto estable en 2006 y la necesidad de un presupuesto complementario para este a?o, en el que no se lograr¨¢ reducir el d¨¦ficit a menos del 3% del PIB.
Esto significa que Alemania, el otrora alumno modelo europeo que impuso a punta de l¨¢tigo el criterio de un d¨¦ficit m¨¢ximo del 3% del producto interior bruto (PIB) en los criterios de Maastricht, tampoco cumplir¨¢ este a?o con los objetivos que exige la UE. Expertos estiman que Alemania tampoco podr¨¢ el a?o 2004 rebajar el d¨¦ficit p¨²blico por debajo del 3% del PIB.
Eichel fue en su d¨ªa, all¨¢ por la primavera de 1999, el ministro estrella del Gobierno de Schr?der. El canciller se sac¨® de la manga a Eichel, el fracasado candidato del SPD en las elecciones del Estado federado de Hesse, y lo convirti¨® en el sustituto del carism¨¢tico Oskar Lafontaine, que se hab¨ªa marchado dando un portazo y echando pestes contra la derechizaci¨®n y la pol¨ªtica econ¨®mica neoliberal del Gobierno de coalici¨®n entre el SPD y Los Verdes.
Desde aquellos d¨ªas de gloria de Eichel ha corrido mucho agua por el Rin y el Spree. El entonces triunfante "H¨¦rcules del ahorro" se ha convertido en "El se?or de los agujeros", como escribe con sarcasmo la versi¨®n digital del semanario Der Spiegel.
Lo de los agujeros viene a cuento por los socavones que presenta el presupuesto alem¨¢n, producto sobre todo de dos factores concurrentes y relacionados entre s¨ª: la baja tasa de crecimiento del PIB y el incremento del gasto p¨²blico, como consecuencia de la ca¨ªda de ingresos en los seguros sociales, unido a los enormes gastos derivados de las prestaciones por el seguro de desempleo.
Eichel tendr¨¢ que comparecer el jueves para presentar la estimaci¨®n sobre los ingresos fiscales previstos. Las cifras que se manejan hablan de una correcci¨®n a la baja de la previsi¨®n realizada en noviembre del a?o pasado en torno a 10.000 millones de euros.
De esto no tiene la culpa el bueno de Eichel, porque no se le puede imputar que la locomotora econ¨®mica alemana no vaya a velocidad de crucero y se mueva a trompicones. El Gobierno parti¨® en noviembre de una estimaci¨®n de crecimiento del PIB de un 1,5% para lograr un d¨¦ficit del 2,75%. Esto result¨® una versi¨®n moderna del cuento de la lechera. El Gobierno prev¨¦ ahora un crecimiento del 0,75% del PIB, pero los expertos estiman que este c¨¢lculo es demasiado optimista y reducen la tasa de crecimiento a un 0,5%. Se estima que una ca¨ªda del 1% en el PIB supone entre 5.000 y 7.000 millones de euros menos en las cajas de la hacienda p¨²blica.
4,5 millones de parados
Si a esto se a?ade la enorme cifra de parados, en torno a los 4,5 millones que algunos sit¨²an ya en torno a los cinco millones cuando arrecie el invierno, se cierra el c¨ªrculo infernal en que se mueve la econom¨ªa alemana. Las prestaciones por paro abren un tremendo agujero en el presupuesto. El Gobierno tendr¨¢ que aportar 10.000 millones de euros m¨¢s al Instituto Federal de Trabajo, el organismo encargado del empleo.
El panorama de futuro no es bueno y ya se manejan estimaciones de que hasta el a?o 2006 la disminuci¨®n de ingresos en Alemania puede llegar a 50.000 millones de euros. Expertos aseguran ya que el a?o 2004 tampoco se cumplir¨¢ con el d¨¦ficit por debajo del 3%. Algunos pronostican que el equilibrio fiscal s¨®lo se podr¨¢ lograr el a?o 2008. Eichel ya tir¨® la toalla para 2006, porque para equilibrar el presupuesto se necesitar¨ªa un crecimiento del 4,5% del PIB y esto parece ciencia-ficci¨®n.
La oposici¨®n, democristianos (CDU/CSU) y liberales (FDP), exige la cabeza de Eichel en t¨¦rminos dr¨¢sticos. La jefa de la CDU, Angela Merkel, declar¨® que Eichel se encuentra ante un mont¨®n de cacharros rotos y lo mejor que puede hacer es dimitir. Desde Malasia, donde ha iniciado una gira por Asia de una semana, Schr?der ha salido en defensa de su ministro y asegura que seguir¨¢ en el cargo hasta el final de la legislatura, all¨¢ por 2006. Eichel declar¨® que no dimite, "mientras cuente con el apoyo del canciller, y as¨ª ocurre".
A Berl¨ªn llegan los ecos de la preocupaci¨®n por la situaci¨®n alemana en Bruselas. No faltan los que empiezan a pronosticar que, en una especie de efecto domin¨®, Francia e Italia sigan el ejemplo alem¨¢n y entre todos dar¨¢n la puntilla a la estabilidad acordada un d¨ªa en Maastricht.
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