Todos los Santos
Carlinhos Brown es Carlito Marr¨®n (y viceversa). No es que el brasile?o se haya vuelto rumbero de la noche a la ma?ana: es que en la Bah¨ªa de alma africana hay mucho de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica. All¨ª, Carlinhos conoci¨® a personajes como Sandoval, el rey de la noche, y descubri¨® los n¨²meros de P¨¦rez Prado, Machito o Chano Pozo en orquestas locales. As¨ª que su heter¨®nimo latino surge con la naturalidad de quien de ni?o ve¨ªa las pel¨ªculas de Cantinflas y escuchaba a Bienvenido Granda.
Hasta ahora sus actuaciones en Espa?a hab¨ªan sido experiencias dionisiacas. Pero los llenazos de p¨²blico y el prestigio medi¨¢tico eran inversamente proporcionales al n¨²mero (escaso) de discos vendidos. O sea, un artista con un tir¨®n espectacular para los conciertos y poco gancho en el mercado discogr¨¢fico. Ahora BMG Espa?a apuesta fuerte por ¨¦l en todo el mundo y Carlinhos Brown/Carlito Marr¨®n corresponde al esfuerzo concediendo mayor importancia en directo a las canciones. A veces, como en I wanna
Carlinhos Brown
Carlinhos Brown (voz, percusi¨®n y guitarra), L¨¦o Bit Bit, Boghan Costa, Marquinhos y ?lber (percusi¨®n), Juninho Costa (guitarra), Toni Duarte (bajo) y Yaniel Matos y Mikael Mutti (teclados). Invitados: Rosario Flores y Ang¨¢. La Riviera, Madrid, 21 de mayo.
lu, parece haber ecos de los Beatles -¨¦l dir¨ªa que m¨¢s bien de Renato e seus Blue Caps-. Algunas de ellas se han hecho populares con Caetano Veloso, Daniela Mercury o el italiano Jovanotti. Y la m¨¢s coreada, A namorada, hasta se utiliz¨® en un anuncio de televisi¨®n. Aunque a Brown, salvo los derechos de autor, poco cr¨¦dito se le ha dado.
Le gustar¨ªa que por fin se reconociera su talento para crear canciones refinadas. En Juras de samba, que comparte en el nuevo disco con Rosario, cont¨® con la hija de Lola Flores, que se despidi¨® sobre la r¨ªtmica implacable de los tambores de la Bah¨ªa de Todos los Santos. Y ah¨ª lleg¨® Ang¨¢ para soltar los cueros. La conexi¨®n yoruba hermana a cubanos y brasile?os. Todo bajo una gran cruz, que adquir¨ªa distintos colores y no representaba a la colonizadora y ferozmente esclavista, sino a la del sincretismo fascinante que une a San Antonio y Ogum.
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