Ganar tiempo

El presidente del Parlamento vasco, Juan Mar¨ªa Atutxa, se opone a disolver el grupo parlamentario de Batasuna (denominado ahora Sozialista Abertzaleak, SA), ordenada por el Tribunal Supremo, por considerar que esa orden invade competencias de la C¨¢mara. Los efectos pr¨¢cticos de la disoluci¨®n son m¨ªnimos (el pase de los parlamentarios afectados al Grupo Mixto), pero los de una eventual negativa de un Parlamento auton¨®mico a cumplir una resoluci¨®n judicial firme ser¨ªan muy graves. Sin embargo, no hay que descartar que la ret¨®rica excesiva derramada ayer trate sobre todo de ganar tiempo para no tomar la decisi¨®n hasta despu¨¦s de las elecciones del pr¨®ximo domingo, en las que el nacionalismo gobernante espera atraer los votos del partido disuelto.

Resulta especialmente desconcertante que Atutxa invoque la divisi¨®n de poderes; es precisamente ese principio el que impide al legislativo atribuirse la capacidad de no aplicar una resoluci¨®n judicial, por muy en desacuedo que pueda estar con ella su presidente o el partido mayoritario. La Constituci¨®n establece (art¨ªculo 118) la obligaci¨®n de todos los poderes p¨²blicos de ejecutar las sentencias firmes de los tribunales. El argumento seg¨²n el cual el Reglamento del Parlamento vasco no prev¨¦ un procedimiento espec¨ªfico para disolver grupos parlamentarios podr¨¢ invocarse como una dificultad pr¨¢ctica en orden a la forma de ejecutar la sentencia, pero nunca como una raz¨®n para no ejecutarla, vulnerando ese precepto constitucional.

Si hay dificultades (por ejemplo, en relaci¨®n a los derechos de IU, ¨²nico componente hasta ahora del Grupo Mixto, y que en adelante tendr¨¢ que compartir tiempos y subvenciones), habr¨¢ que subsanarlas, no incumplir la resoluci¨®n del Supremo. La hip¨®tesis de que hay que reformar antes el reglamento encierra una posible trampa: esa reforma debe ser aprobada por una mayor¨ªa cualificada de la C¨¢mara. Pero, ?qu¨¦ pasar¨ªa si la mayor¨ªa vota en contra? ?Puede una mayor¨ªa parlamentaria dejar sin efecto una resoluci¨®n judicial? El Estado de derecho no podr¨ªa subsistir en esas condiciones.

El Reglamento del Parlamento vasco, en t¨¦rminos id¨¦nticos al del Congreso, establece que, en caso de lagunas, el presidente podr¨¢ suplir la omisi¨®n, con o sin consulta previa a la mesa y junta de portavoces, de lo que hay precedentes. Pero de nuevo se tratar¨ªa de una consulta sobre la forma de ejecuci¨®n, no sobre la ejecuci¨®n misma. La hip¨®tesis que relativiza la vinculaci¨®n entre el grupo parlamentario y el partido disuelto podr¨ªa ser defendida en abstracto, pero el Supremo, con razonamientos fundados, rechaza que tal cosa pueda predicarse en este caso; y es l¨®gico que si se disuelve ese partido por considerarlo un ap¨¦ndice legal de una estructura ilegal que dirige ETA, se impida la existencia del grupo a trav¨¦s del cual esa estructura act¨²a en el ¨¢mbito parlamentario. El nacionalismo gobernante admite la dependencia del brazo pol¨ªtico respecto a ETA, pero se niega a sacar la consecuencia obvia de ello. Al menos hasta que pasen las elecciones.