Con piel de cordero
?Qu¨¦ alegr¨ªa he tenido al conocer la prohibici¨®n del libro Todas putas, de Hern¨¢n Migoya, con el argumento de que hace apolog¨ªa de la violencia de g¨¦nero! No sent¨ªa este gozo desde que, hace unos meses, una catedr¨¢tica propuso prohibir los conguitos por racistas. Bueno, no. En realidad, sent¨ª todav¨ªa m¨¢s gozo cuando las admirables se?oras del Instituto Catal¨¢n de la Mujer consiguieron que se retirase una frase de un cuento de Pere Calders, en un libro de segundo ciclo de ESO. ?sta: "En aquest cas, si em fa el favor, la violar¨¦, que ¨¦s una cosa que sempre ve de gust". Opinaban que, fuera de contexto, fomenta (tambi¨¦n) la violencia sexual.
Y ah¨ª es a donde voy, porque, sin sacarlo de contexto, el cuento todav¨ªa les parecer¨ªa m¨¢s incorrecto. ?No deber¨ªamos prohibirlo igualmente? Ser¨ªa un grave error escarmentar s¨®lo a Migoya. El mundo est¨¢ lleno de lobos con piel de cordero. Como Calders, que parec¨ªa un santo, y ya ven. Por ello, esta humilde cr¨®nica es una propuesta, valiente como todas las m¨ªas, para acabar con otras obras de la misma cala?a. No hagamos caso de los que opinan que la ficci¨®n no es apolog¨ªa de nada porque las opiniones y acciones de un personaje -ya sea Pierre Nodoyuna o J. R. Ewing- no son las del autor. Acabo de volver de La Casa del Llibre (librer¨ªa) y del Video Instan (videoclub), donde he apuntado unos miles de t¨ªtulos que deber¨ªan retirarse ipso facto del escaparate por la misma regla de tres. Y, por favor, pido a las pol¨ªticas que tomen el m¨ªo como un gesto de buena voluntad. Lo hago pensando en la mujer. Hay tanto material para censurar que, si son ellas las encargadas de seleccionarlo, no podr¨¢n dedicarse a su verdadero trabajo: elaborar leyes para proteger a las v¨ªctimas que han sufrido violencia en la vida real. Ser¨ªa una pena que, por luchar contra Migoya, no pudiesen dedicar el tiempo a luchar contra los violadores de verdad.
El trabajo de censurar no debe impedir dedicar tiempo a elaborar leyes para proteger a las v¨ªctimas que han sufrido violencia en la vida real
Eso s¨ª. Tampoco hay que pecar de exceso de celo. Yo s¨®lo censurar¨ªa los t¨ªtulos m¨¢s medi¨¢ticos. A ver si no van a quedar en pie ni Los tres cerditos (cuento que, afortunadamente, ya ha sido prohibido en el Reino Unido porque atenta contra los derechos de los ni?os musulmanes). Yo empezar¨ªa retirando la pel¨ªcula Portero de noche, que, seg¨²n nuestro sistema de pensamiento, es apolog¨ªa del nazismo. Copio sinopsis: "Una joven y bella mujer jud¨ªa, ex prisionera de un campo de concentraci¨®n alem¨¢n, acude con su marido a un hotel. All¨ª descubrir¨¢ que el portero de noche es su antiguo verdugo torturador, que la someti¨® a toda clase de vejaciones. Sin embargo, una inexplicable y s¨®rdida atracci¨®n la empujar¨¢ a iniciar con ¨¦l una tormentosa y sadomasoquista relaci¨®n que traspasar¨¢ la frontera de todo lo racional". Para ir un poco al grano, prohibamos tambi¨¦n todo Bukowski y todo Henry Miller. Sigamos con los Peque?os cuentos de misoginia, de Patricia Highsmith, y cargu¨¦monos a Nabokov, s¨ª, pero con cuidado. El sujeto ya tuvo l¨ªos con Lolita en su ¨¦poca, pero ahora est¨¢ muerto y eso hace que meterse con ¨¦l sea m¨¢s impopular. Hay que vigilar con los cl¨¢sicos, no s¨¦ si me explico. Por ejemplo, en El cantar de Mio Cid se viola a las hijas y en la Biblia el episodio de Sodoma y Gomorra es muy vejatorio, pero yo disimular¨ªa. Me sugiere el profesor Anton-Maria Espadaler, al que he pedido sabio consejo, que incluya en mi lista Jacob Salab¨ªn, esa bella historia moralizante de principios del siglo XV, donde el protagonista se disfraza de mujer para poder violar a la chica. Pues resulta que a la chica ?le gusta que la violen! Ni m¨¢s ni menos que la tesis del libro prohibido: todas somos unas guarras. "No era meravella com sa virginitat li havia lliurada, e ella qui n'era molt contenta e pas no se'n penedia". Con Pedro Almod¨®var yo tambi¨¦n ir¨ªa bastante a saco. En Hable con ella se viola a una mujer en coma, y no hace falta que les diga que, en su d¨ªa, ya se escribieron art¨ªculos condenando el filme. Que no nos vengan con que recrea el mito de La Bella Durmiente, porque el mito de La Bella Durmiente es vejatorio. Y no me refiero a la versi¨®n edulcorada que conocemos. Me cuenta Espadaler que en un principio la cosa iba como sigue: el rey viola a la durmiente, la durmiente se despierta, protesta un poco, pero, al ver que su violador es un hombre que tiene un cargo, se pone m¨¢s contenta que unas pascuas.
Entre las reacciones m¨¢s destacables contra Migoya est¨¢n las de algunas estrellas de la comunicaci¨®n, que alegan que no pueden opinar porque no han le¨ªdo el libro, pero que les molesta la "provocaci¨®n f¨¢cil" del t¨ªtulo. As¨ª que, para ser coherentes, prohibamos la canci¨®n Todos putos, esa que dedican los hinchas del River Plate a los del Sport Racing, y prohibamos tambi¨¦n Que se mueran los feos por justificar la pena de muerte contra un colectivo tan numeroso como respetable, cuyo ¨²nico delito es haber nacido sin belleza. En fin, como la apolog¨ªa es tanta, guardo la documentaci¨®n completa para quien corresponda.
?Por cierto! Cuando volv¨ªa de La Casa del Llibre he visto al actor Pep-Anton Mu?oz, ese que sale en la teleserie El cor de la ciutat. "?Peris!", le ha gritado un se?or, "?eres un calzonazos!, ?tu mujer te enga?a!". ?Qu¨¦ fuerte! La gente no distingue la realidad de la ficci¨®n. Se creen que el cornudo es el actor, no el personaje. La gente, qu¨¦ simple es...
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