La alcald¨ªa de Barcelona enfrenta a dos antiguos amigos

Duelo desigual. El trato que se han dispensado mutuamente los aspirantes a alcalde de Barcelona por el PSC y por CiU, Joan Clos y Xavier Trias, respectivamente, ha reflejado en cierta manera el peso de ambas formaciones en el Ayuntamiento de Barcelona. El socialista Clos, casi con mayor¨ªa absoluta, apenas ha atacado a Trias. Pero Trias, con s¨®lo 10 ediles y previsiones de mejorar poco, ha centrado sus ataques casi exclusivamente en la figura del alcalde.

A pesar del enfrentamiento electoral, los dos se confiesan amigos fuera del consistorio. Mantienen una relaci¨®n que arranc¨® hace 20 a?os cuando, ambos m¨¦dicos -anestesista Clos y pediatra Trias-, dise?aron en cordial armon¨ªa el mapa asistencial de Barcelona.

El clima de correcci¨®n se fue disipando a medida que se acercaba el 25 de mayo y las encuestas pronosticaban una par¨¢lisis de CiU. Por exigencias del aparato electoral de los nacionalistas, el candidato Trias -muy a rega?adientes- elev¨® el tono de sus cr¨ªticas a Clos, por el flanco ideol¨®gico y por la situaci¨®n del mercado de la vivienda en Barcelona.

Trias afirm¨® que el equipo de gobierno municipal ha "aparcado su ideolog¨ªa". Su lado nacionalista lo ha exhibido reclamando al Ayuntamiento de Barcelona que no act¨²e como "contrapoder" de la Generalitat. La demanda de lealtad institucional, en cambio, no ha sido correspondida, al menos en cuesti¨®n de s¨ªmbolos. CiU ha mostrado en todos los actos la anterior bandera de la ciudad, en lugar de la oficial aprobada por consenso en 1996.

Chispazos por el F¨°rum

Frente a un Trias que acusa a Clos de actuar como "contrapoder" de Jordi Pujol, el alcalde ha insistido durante toda la campa?a en que el Gobierno catal¨¢n s¨®lo apoya "formalmente" la ciudad, pero a la hora de la verdad no la "respalda". Y como ejemplos, Clos ha denunciado el frenazo de la Generalitat a la constituci¨®n de los consorcios entre ambas Administraciones para gestionar asuntos clave como ense?anza, servicios sociales o vivienda, entre otros. Y Clos le ha recriminado el desequilibrio en inversiones del Ejecutivo de CiU en Barcelona respecto a la media catalana, en aspectos tan esenciales para el desarrollo de la ciudad como la vivienda p¨²blica y atenci¨®n social.

El F¨°rum 2004 tambi¨¦n ha hecho saltar chispas entre ambos candidatos. Sobre todo, tras la publicaci¨®n de un folleto en el que los socialistas hac¨ªan publicidad del acontecimiento. Un evento cofinanciado, en parte, por las Administraciones local, aut¨®noma y central, y cuyas infraestructuras y edificios principales sufragan el Ayuntamiento de Barcelona y la Diputaci¨®n. Todos los dem¨¢s partidos han acusado al PSC de "deslealtad" institucional y uso inapropiado del F¨°rum.