Autobiograf¨ªa de fracasos
Aglomeraciones y expectaci¨®n en la Gran V¨ªa. Cierto que hace bastantes a?os que Aute no se presenta en un teatro madrile?o, pero hay detalles que revelan que se ha sumado otro tipo de acontecimiento: la abundancia de polic¨ªas trajeados con pinganillo o la presencia del manager del artista junto a la puerta, en estado de revista. Efectivamente, el reci¨¦n votado alcalde de Madrid ha decidido, como primer acto p¨²blico tras el d¨ªa de las elecciones, acudir al concierto del rojo Aute. Perfecta jugada. Dado que los proclamados gustos musicales de Alberto Ruiz-Gallard¨®n no pasan precisamente por los cantautores, se trata de otra de esas acrobacias con vistas a la galer¨ªa que tan rentables le resultan en cuestiones de imagen.
Luis Eduardo Aute
Luis Eduardo Aute (voz, guitarra), Cristina Narea (coros, guitarra, percusi¨®n), Tony Carmona (guitarra), Billy Villegas (bajo), Jota Mars¨¢n (bater¨ªa), Antonio Sauco (teclados). Teatro Lope de Vega, 26 de mayo. Madrid.
El pol¨ªtico se presenta descorbatado y radiante. Ya sentado, comparte amablemente con famosos vecinos, no precisamente simpatizantes. El personal del gallinero no es tan tolerante. Comenzado el recital, caen desde arriba gritos de "?fuera!" y hay un t¨ªmido intento de abucheo que Aute corta tajante: "En mis conciertos, no est¨¢ reservado el derecho de admisi¨®n".
Dicen que en el pecado est¨¢ la penitencia. Ruiz-Gallard¨®n debe soportar un concierto largo y alguna punzada de Aute: "Seg¨²n el Diccionario, entre 'presidente' y 'presidiario' s¨®lo hay dos palabras, Alberto". M¨¢s unas parrafadas entre canci¨®n y canci¨®n que, cuando se refieren a la guerra de Irak o a George W. Bush, no son precisamente modelos de ingenio. Aute est¨¢ m¨¢s brillante cuando habla de sexo y amor, demostrando incluso madera de stand up comedian.
Contrastes
Es su mejor papel: el sensible patriarca progre que ha sabido poner m¨²sica melanc¨®lica a una cr¨®nica de desamores, un panorama de derrotas que anima con algunas celebraciones del prodigio del sexo. Van cayendo Pasaba por aqu¨ª, Anda, Las cuatro y diez, Sin tu latido, Una de dos, De alguna manera o La belleza, alternando con material m¨¢s reciente, incluyendo piezas del nuevo disco, Alas y balas.
As¨ª es como el concierto se pone en dos horas y media (m¨¢s los treinta minutos de retraso a causa, imagino, del ilustre espectador ungido por las urnas). Aunque el embelesado p¨²blico no se queja, tal vez Aute deber¨ªa pensar en sintetizar su repertorio, evitando reiteraciones tem¨¢ticas y mel¨®dicas, o bien optar por potenciar los contrastes musicales: se agradece el romanticismo retro de Slowly o, incluso, el ritmo vivo de No en
vano, su broma sobre los esc¨¢ndalos de pederastia en la Iglesia cat¨®lica.
Aute ha experimentado musicalmente en sus ¨²ltimos discos, pero funciona ahora con una banda -excelente- que se desaprovecha desarrollando arreglos convencionales. El resultado oscila entre lo correcto y lo mortecino. Un cancionero tan relevante para nuestras vidas merece m¨¢s vitalidad y menos lastre.
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