Se abre la ventana para ir a Marte
La primera misi¨®n europea al planeta rojo y dos ge¨®logos rob¨®ticos de EE UU, listos para partir
C ada 26 meses aproximadamente, la alineaci¨®n de la Tierra y Marte en el espacio facilita el viaje desde uno al otro por la ruta m¨¢s corta posible. En la ventana actual los cient¨ªficos no quieren desaprovechar la oportunidad para enviar al planeta vecino naves autom¨¢ticas de exploraci¨®n. La Agencia Europea del Espacio (ESA) se estrena en esta ocasi¨®n con su primera nave a Marte, la Mars Express, que cuenta con el m¨®dulo de descenso Beagle 2, cuyo lanzamiento est¨¢ previsto para el pr¨®ximo lunes, 2 de junio.
La NASA, que triunf¨® en la ventana de 1997 con sus misiones Pathfinder y Mars Global Surveyor; que dos a?os despu¨¦s cosech¨® un fracaso estrepitoso con la p¨¦rdida de las dos sondas que envi¨® y que se recuper¨® despu¨¦s con el ¨¦xito de la Mars Odyssey en 2001, vuelve ahora al ataque con dos robots todoterreno herederos del peque?o Sojourner -que acapar¨® toda la popularidad de Pathfinder-, pero mucho m¨¢s ambiciosos y avanzados. Son un par de aut¨®matas ge¨®logos, capaces de recorrer hasta 100 metros diarios para fotografiar su entorno y analizar muestras. Emprender¨¢n su viaje en fechas distintas y poco despu¨¦s de la pionera europea. La flotilla euroestadounidense llegar¨¢ a Marte entre finales de diciembre de 2003 y enero de 2004. Otra sonda terr¨ªcola, la japonesa Nozomi, que est¨¢ en el espacio desde 1998, con problemas que le han impedido llegar antes, tambi¨¦n se incorporar¨¢ a la cita.
Durante mucho tiempo se pens¨® que Marte habr¨ªa sido siempre un desierto completamente seco. Sin embargo, la informaci¨®n acumulada por las sondas espaciales de exploraci¨®n y d¨¦cadas de estudio han cambiado la visi¨®n que se tiene de ese mundo vecino. Las im¨¢genes y datos indican que debe haber hielo en los polos marcianos; la geolog¨ªa muestra rasgos que en la Tierra se asocian inconfundiblemente a las huellas de grandes flujos de agua l¨ªquida; varios experimentos podr¨ªan estar indicando la presencia actual de agua en el subsuelo. Los cient¨ªficos piensan que en el pasado pudo haber all¨ª una atm¨®sfera no tan tenue como la actual y mucha agua en la superficie.
"No sabemos lo que sucedi¨® a Marte en el pasado, qu¨¦ procesos lo convirtieron en el mundo seco y fr¨ªo que vemos hoy. Con Mars Express lo descubriremos. Sobre todo nos centramos en obtener una visi¨®n global completa del planeta, su historia, su geolog¨ªa y c¨®mo ha evolucionado; es decir, haremos aut¨¦ntica planetolog¨ªa", dice el espa?ol Agust¨ªn Chicarro, jefe cient¨ªfico de este programa.
Dado el inter¨¦s cient¨ªfico por el rastro del agua y sin perder de vista la fascinaci¨®n popular por este elemento asociado a los organismos vivos terrestres, las agencias espaciales destacan en sus misiones los experimentos que pretenden dar con indicios de vida en el planeta rojo.
Mars Express, que viajar¨¢ durante seis meses a 10.800 kil¨®metros por hora entre un planeta y otro, se ha preparado y construido deprisa, para no faltar a esta cita de 2003, pero lleva una buena bater¨ªa de instrumentos para estudiar en ¨®rbita el planeta durante al menos un a?o marciano (687 d¨ªas terrestres). Espa?a participa en la misi¨®n con un 7% (porcentaje correspondiente al pa¨ªs en el programa obligatorio de la ESA). En la construcci¨®n de la sonda han participado tres empresas (EADS-CASA, Alcatel Espacio y Crisa) encarg¨¢ndose de antenas y sistemas electr¨®nicos, informa el Centro para el Desarrollo Tecnol¨®gico Industrial (CDTI), representante espa?ol en la agencia europea. Adem¨¢s participan en los experimentos de Mars Express el Instituto de Astrof¨ªsica de Andaluc¨ªa, la Universidad Polit¨¦cnica de Catalu?a y el Centro de Astrobiolog¨ªa.
El m¨®dulo Beagle 2, que se desprender¨¢ de la nave cerca de Marte, caer¨¢ en la gran cuenca sedimentaria Isidis Planitia y el plan es que funcione all¨ª durante 180 d¨ªas marcianos (una d¨ªa marciano tiene 40 minutos m¨¢s que el terrestre).
Con sus siete instrumentos cient¨ªficos, Mars Express fotografiar¨¢ desde su ¨®rbita toda la superficie marciana en alta resoluci¨®n (10 metros por pixel de imagen) y seleccionar¨¢ ¨¢reas de resoluci¨®n a¨²n mayor (dos metros por pixel). Tambi¨¦n realizar¨¢ un mapa completo de la composici¨®n mineral, con 100 metros de resoluci¨®n, y otro de la atm¨®sfera y su circulaci¨®n global, determinar¨¢ la estructura del subsuelo hasta una profundidad de unos pocos kil¨®metros y observar¨¢ el efecto de la atm¨®sfera en la superficie y la interacci¨®n de la primera con el viento solar.
Beagle 2, que una vez en el suelo se abrir¨¢ y desplegar¨¢ un m¨¢stil con instrumentos, tomar¨¢ datos de la geolog¨ªa y la composici¨®n qu¨ªmica en el lugar de descenso, buscar¨¢ indicios de vida midiendo la abundancia y relaci¨®n de carbono 12 y carbono 13 y tomar¨¢ datos clim¨¢ticos y meteorol¨®gicos. Este artefacto, adem¨¢s de c¨¢maras y sensores, lleva una peque?a perforadora para tomar muestras no superficiales y un microscopio.
La ESA ha costeado esta misi¨®n con 150 millones de euros (una ganga en comparaci¨®n con el precio de misiones planetarias anteriores) a lo que hay que a?adir los experimentos -que pagan los responsables de los mismos- y el Beagle 2, que es responsabilidad brit¨¢nica a trav¨¦s de la Universidad de Leicester, con ayuda econ¨®mica de la agencia europea.
Mars Express es una sonda de forma casi c¨²bica que mide 1,5 por 1,8 por 1,4 metros; pesa 680 kilos (sin combustible) en la Tierra y saldr¨¢ desde la base de Baikonur (Kazajst¨¢n) a bordo de un cohete ruso-franc¨¦s Soyuz-Fregat. El Beagle 2 pesa 60 kilogramos.
La NASA, con toda la experiencia de ingenier¨ªa planetaria adquirida en la misi¨®n Pathfinder, pero con grandes mejoras y mucha m¨¢s ambici¨®n, ha preparado los dos rover marcianos que se lanzan el mes que viene. Caer¨¢n en dos puntos cercanos al ecuador de Marte, pero en lados opuestos del planeta. Escudo protector, cohetes de frenado, paraca¨ªdas y enormes airbag al final para botar en el suelo, forman la parafernalia de llegada. Al llegar envueltos en las bolsas de gas el primer bote ser¨¢ de unos 30 metros de altura, seguido de una docena m¨¢s hasta que se paren. Luego empezar¨¢ todo el procedimiento de despliegue para sacar los veh¨ªculos de su envoltura de viaje.
Los lugares de descenso, elegidos con sumo cuidado para que no se da?en los veh¨ªculos pero s¨ª sean interesantes para los cient¨ªficos, parecen haber sido afectados en el pasado por flujos de agua l¨ªquida. Se han elegido el cr¨¢ter Gusev y el Planum Meridiani, tras estudiar 155 sitios posibles, "que ten¨ªan que estar cerca del ecuador, tener baja elevaci¨®n, no ser muy profundos ni demasiado rocosos ni polvorientos", ha explicado el ge¨®logo Matt Golombek, copresidente del comit¨¦ de selecci¨®n para esta misi¨®n y, en 1997, jefe cient¨ªfico de Pathfinder.
Como un ge¨®logo
Cada veh¨ªculo puede desplazarse hasta 100 metros diarios por Marte y explorar¨¢ la zona como podr¨ªa hacerlo un ge¨®logo humano,observando y analizando el terreno. Un m¨¢stil con varios instrumentos se eleva hasta un metro y medio sobre el suelo, donde va situada una c¨¢mara panor¨¢mica que tomar¨¢ fotos con la perspectiva de visi¨®n humana. Un brazo con articulaciones de hombro, codo y mu?eca como los humanos, colocar¨¢ los equipos de an¨¢lisis qu¨ªmico y geol¨®gico en las rocas que los cient¨ªficos quieran estudiar. Un microscopio tomar¨¢ fotos que enviar¨¢ a los investigadores en la Tierra con el resto de los datos.
Otras c¨¢maras posteriores y anteriores en el veh¨ªculo, cerca del suelo, ayudar¨¢n a la navegaci¨®n aut¨®noma de los veh¨ªculos. Dado que las se?ales entre la Tierra y Marte se demorar¨¢n unos 20 minutos, las telecomunicaciones son poco ¨¢giles, y aunque los cient¨ªficos -a trav¨¦s de los controladores- dar¨¢n instrucciones diarias a los robots, ¨¦stos tienen que ser capaces de desplazarse con autonom¨ªa y sortear obst¨¢culos. De ello se encarga el ordenador de a bordo.
Los objetivos principales de estos dos veh¨ªculos -que funcionar¨¢n al menos durante 92 d¨ªas terrestres antes de que el polvo marciano degrade sus paneles solares y se debiliten las bater¨ªas- son intentar ver si hubo vida en Marte en alg¨²n momento, caracterizar el clima all¨ª, estudiar la geolog¨ªa y, en ¨²ltima instancia, afirma la NASA, "preparar la futura exploraci¨®n humana" del planeta rojo. El primer rover emprender¨¢ el viaje entre el 5 y el 19 de junio pr¨®ximos y llegar¨¢ a Marte el 4 de enero de 2004; el segundo saldr¨¢ entre el 25 de junio y el 15 de julio y llegar¨¢ al mismo tiempo.
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