Ni Alejandro ni Pacheco
El Partido Andalucista tiene m¨¢s cerca que nunca conseguir un viejo sue?o: romper, por fin, las ataduras que anquilosaban su desarrollo como formaci¨®n pol¨ªtica aut¨®noma dada la permanente dependencia personal que ha tenido a lo largo de su existencia tanto de Alejandro Rojas-Marcos como de Pedro Pacheco. Ahora que se abre el proceso negociador para configurar las mayor¨ªas de gobierno en los distintos ayuntamientos andaluces, est¨¢ por ver la capacidad que va a tener el pol¨ªtico linarense de imponerse en el seno de su organizaci¨®n como secretario general del partido.
Si bien ya ha pedido manos libres de cara al futuro para la elecci¨®n de los mejores candidatos a las pr¨®ximas municipales, abriendo, tal vez, un debate de forma muy prematura, lo cierto es que Ortega tiene ante s¨ª la verdadera oportunidad de su vida para hacerse definitivamente con el control del partido y, en su nombre, suscribir acuerdos globales con otros como puede ser el PSOE e IU. El envite ya se lo ha planteado el socialista Jos¨¦ Caballos, quien hace sus c¨¢lculos para establecer unas cuentas sumamente optimista para ellos, ya que, de fraguarse dichos acuerdos, los populares, se?ala, s¨®lo gobernar¨ªan en poco m¨¢s de cien de los 770 pueblos de la comunidad.
Esos planes pueden verse rotos de inmediato si culminan con ¨¦xito los movimientos que ya est¨¢ realizando, con intensidad y con un claro sentido de la anticipaci¨®n, el PP. Son los propios dirigentes regionales de este partido los que est¨¢n contactando personalmente con los representantes de grupos independientes as¨ª como del PA y de IU para llegar a acuerdos, por lo que, en caso de que Ortega llegara por arriba a acuerdos con socialistas e IU, de nada servir¨ªan ya que se encontrar¨ªan con compromisos cerrados por parte de los suyos. No hay m¨¢s que observar las evoluciones del alcalde en funciones de Algeciras, Patricio Gonz¨¢lez, para comprobar que la jerarqu¨ªa, la disciplina y el orden interno en el PA no dejan ser una pura entelequia, ahora m¨¢s que nunca.
El algecire?o ya ha cerrado su pacto con los populares. As¨ª que volver¨¢ a ser alcalde, a pesar de que el electorado le ha dado la espalda. A cambio, apoyar¨¢ al PP en la Diputaci¨®n de C¨¢diz. Y lo hace a sabiendas de que esta operaci¨®n podr¨ªa contar con la desaprobaci¨®n de Sevilla. Pero a este individuo, mal aprendiz del que en otra ¨¦poca fuera su ¨ªdolo, Pedro Pacheco, le acucia volver a la alcald¨ªa y dar salida a unos compromisos urban¨ªsticos y de otro tipo que ya tiene asumidos. Tanto es as¨ª que incluso contempla el pol¨¦mico alcalde ingresar en las filas del PP en caso de que en las auton¨®micas vayan mal las cosas a los andalucistas.
Es por eso que Ortega tiene el camino m¨¢s despejado que nunca, si se tiene en cuenta, adem¨¢s, la dif¨ªcil posici¨®n en la que ha quedado su enemigo natural como es el propio Pacheco y con un Rojas-Marcos desprovisto ya de la fuente inagotable de recursos que le supon¨ªa su presencia en el gobierno del Ayuntamiento de Sevilla. Las expectativas son m¨¢ximas; otra cosa es que sea capaz de responder a ellas si se tiene en cuenta que ya sus concejales se est¨¢n buscando la vida como pueden y pactando con quien m¨¢s responda a sus intereses particulares, tal y como ocurre tambi¨¦n en el caso de la localidad malague?a de Estepona.
De igual modo, tanto PSOE como IU ponen a prueba esta semana su capacidad de imponer a los suyos los acuerdos que suscriban. En el caso de los izquierdistas, se ha dado como directriz general no facilitar en ning¨²n caso la llegada a las alcald¨ªas del PP. Pero la misma coordinadora provincial de Sevilla, Concha Caballero, ha advertido de que siempre caben excepciones. Ojo, porque lo dice alguien a quien le avalan los hechos. En la anterior legislatura propici¨® numerosos acuerdos con los populares para arrebatar varias alcald¨ªas al PSOE. As¨ª que, a ver c¨®mo ventilan en la federaci¨®n izquierdista este asunto en el que se pondr¨¢ en evidencia el grado de autoridad interna que son capaces de establecer en el seno de dicha organizaci¨®n, ya que puede ocurrir que, al final, lo que lleguen a firmar con lo socialistas no sea m¨¢s que papel mojado..
Pero si bien el mismo Manuel Chaves ha deslindado claramente lo que ocurra en esta elecciones municipales con las relaciones que mantiene con sus socios de gobierno, lo cierto es que una p¨¦sima resoluci¨®n, haciendo inviables los entendimientos futuros en diversos ayuntamientos y diputaciones en los que los socialistas reclaman el apoyo del PA, puede, sin duda, tener su repercusi¨®n en el Gobierno andaluz, por mucho que, en sentido contrario, venga a se?alar el presidente de la Junta. Y, mientras tanto, en IU, esperando con los brazos cruzados.
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