Grave cogida de Javier Valverde
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Javier Valverde result¨® cogido por el sexto de la tarde, un sobrero manso y muy deslucido, con el que estuvo decidido y valiente. En los compases finales de su labor con la muleta, un derrote del toro lo lanz¨® por los aires y lo prendi¨® despu¨¦s por el muslo. Tambi¨¦n fue volteado en dos ocasiones por su primero, en una tarde aciaga para el torero salmantino, que s¨®lo pudo dar muestras de su pundonor.
Javier Valverde se llev¨® la peor parte de otra corrida infumable a causa del mal juego de los toros de Adolfo Mart¨ªn. Los tres primeros eran sencillamente impresentables; pero no para esta plaza de Las Ventas, sino para cualquier otra de segunda categor¨ªa. En otro tiempo no lejano, aqu¨ª hubieran pasado con apuros como novillos, pero ahora ocurren cosas tan inexplicables como ¨¦sta. Y la gente, cansada y derrotada, ni protesta ante el temor de que los toros sean devueltos y salgan otros de peores hechuras.
Adolfo Mart¨ªn / Encabo, Escorial, Valverde
Toros de Adolfo Mart¨ªn (cuatro rechazados en el reconocimiento), los tres primeros impresentables, todos inv¨¢lidos, sosos y descastados; el 6?, devuelto y sustituido por otro de Juan Jos¨¦ Gonz¨¢lez, manso y deslucido. Luis Miguel Encabo: estocada (pitos); media tendida y tres descabellos (silencio); en el que mat¨® en su sustituci¨®n de Valverde, pinchazo, media tendia y un descabello (silencio). G¨®mez Escorial: casi entera (palmas); estocada (vuelta con algunas protestas). Javier Valverde: pinchazo y estocada ca¨ªda y trasera (palmas); fue cogido por el 6?. Enfermer¨ªa: Javier Valverde sufri¨® una cornada en el tercio medio de la cara posterior del muslo derecho, con una trayectoria ascendente de 20 cent¨ªmetros que le caus¨® destrozos en diversos m¨²sculos, de pron¨®stico grave. Plaza de Las Ventas, 6 de junio, 24? corrida de feria, lleno.
Pero alguien deber¨ªa dar una explicaci¨®n. Por respeto y por decencia. Alguien deber¨ªa explicar por qu¨¦ los equipos veterinarios aprueban tres toros con la carita lavada, sin pitones, enjutos, sin morrillo ni badana, impropios de cualquier plaza de provincia. ?Acaso por el nombre del ganadero? ?Quiz¨¢ por lo de la semana torista? No existe explicaci¨®n l¨®gica que justifique este atropello, especialmente despu¨¦s de la desastrosa feria acaecida hasta hoy. No vale el argumento de que los otros tres lucieron mejor presencia. Las corridas son de seis toros y no de tres, por muy Mart¨ªn que se llame el ganadero; que alguien supone que si se llega a apellidar P¨¦rez no pasa ni uno. Y, si no, que alguien explique tama?o desafuero.
Salieron seis, s¨ª, todos representantes de la m¨¢s pura escoria de la caba?a brava espa?ola. Seis inv¨¢lidos, descastados, sosos y deslucidos, que volvieron a poner de relieve la degeneraci¨®n absoluta que padece el toro bravo actual. As¨ª no es posible el espect¨¢culo. As¨ª no se puede, siquiera, enga?ar al p¨²blico y que la mayor¨ªa crea que lo que se desarrolla en el ruedo es un enfrentamiento de valor y arte. La fiesta est¨¢ tan hundida que el respeto se ha convertido en desprecio hacia quienes manejan los hilos de un negocio floreciente, pero, necesariamente, con los d¨ªas contados, a tenor del producto de ¨ªnfima calidad que ofrece.
Poca historia pudieron hacer los toreros m¨¢s que mantener la dignidad, que no es poca cosa. A alguno lo pitaron, como fue el caso de Encabo, pero injustificadamente, porque, si bien su largo muleteril fue vulgar, muy soso y de media embestida era su primer toro, tan descastado como los dem¨¢s, y al que mat¨® de una buena estocada. Antes lo hab¨ªa capoteado por ver¨®nicas y chicuelinas, lo que no pudo hacer en el cuarto porque era un buey con malas ideas y nula movilidad.
G¨®mez Escorial dio una vuelta al ruedo y algunos se la protestaron tambi¨¦n injustamente. Valent¨ªsimo estuvo toda la tarde con dos marrajos de aqu¨ª te espero. No es un artista, pero a los artistas hab¨ªa que verlos con estos toros. Aguant¨® derrotes, tarascadas y miradas inaguantables; dibuj¨® una ver¨®nica honda en su primero, y se gan¨® una voltereta sin consecuencias cuando trataba de torearlo por la derecha, por donde m¨¢s que embestir, topaba. Esper¨® al quinto a porta gayola y, puesto en pie, el toro lo prendi¨® por la barriga y, afortunadamente, s¨®lo le destroz¨® la taleguilla. Dio la vuelta porque lo mat¨® a ley en todo lo alto.

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