Los pactos ocultos del PP
Los acuerdos son un elemento inherente de la democracia. La pol¨ªtica se basa en el entendimiento y el di¨¢logo, y no en la crispaci¨®n y en el obstruccionismo. La ciudadan¨ªa reclama a la clase pol¨ªtica capacidad de consenso y la garant¨ªa de gobiernos fuertes que den estabilidad a sus instituciones y respuesta a sus necesidades, pero los acuerdos no son s¨®lo una cuesti¨®n aritm¨¦tica, sino de coherencia.
El PSOE de Andaluc¨ªa tiene claro su horizonte de alianzas: aquellas organizaciones pol¨ªticas que respeten las reglas de juego del Estado de Derecho y que garanticen el inter¨¦s general. ?se es un l¨ªmite infranqueable, no negociable. Rechazamos a los que amparan al terrorismo y aquellos otros grupos que desde las instituciones especulan y confunden lo p¨²blico y lo privado, como el GIL, con quien los populares se entienden tan bien hasta el punto de llegar a la fusi¨®n en muchos municipios. Que se sepa, IU, salvo que el PP demuestre lo contrario, se encuentra indudablemente dentro de estos m¨¢rgenes. Ahora, el partido de Aznar corea a modo de insulto el apelativo "comunista", "socialista" o "nacionalista" sin mostrar el m¨¢s m¨ªnimo reparo ante lo que bien pudiera parecer una tendencia a la represi¨®n ideol¨®gica. Cada vez que Aznar grita "que vienen los rojos" o produce risa o produce miedo, pero no por el advenimiento de la coalici¨®n radical sino por lo que se esconde detr¨¢s de esa arenga.
La memoria de Aznar y sus cor¨ªfeos es tan d¨¦bil como su capacidad para decir la verdad. No hace mucho que el presidente del Gobierno de la naci¨®n se jactaba de jugar al domin¨® con Julio Anguita o que el ministro Javier Arenas suscrib¨ªa con el entonces coordinador regional de IU, Luis Carlos Rej¨®n, el pacto del hotel Inglaterra, que dio paso a la nefasta legislatura de la pinza entre 1994 y 1996. Eran los tiempos de la cruzada contra el PSOE de Felipe Gonz¨¢lez en la que todo val¨ªa y donde IU era la izquierda digna. Algo m¨¢s cercano en el tiempo queda la colaboraci¨®n estrecha entre la derecha y el comunismo para arrebatar en 1999 quince alcald¨ªas al PSOE en municipios donde hab¨ªa sido la fuerza m¨¢s votada. El ¨²ltimo cap¨ªtulo lo ha protagonizado en Andaluc¨ªa su secretario general, Antonio Sanz, que despu¨¦s de haberse pasado toda la campa?a electoral arremetiendo contra el frente radical social-comunista ofrece a IU acuerdos en algunos municipios.
La historia est¨¢ escrita por m¨¢s que algunos se empe?en en hacerla desaparecer. El PP hace gala de una doble moral sin ning¨²n tipo de escr¨²pulos por su obsesi¨®n de conseguir o mantenerse en el poder a toda costa. Su cinismo alcanza ya cotas insuperables cuando se afirma sin rubor que pactar con IU es hacerlo con el terrorismo y, por tanto, amparar a los violentos. Este silogismo primario s¨®lo produce repulsi¨®n.
Izquierda Unida es una fuerza minoritaria que, a mi juicio, tiene que superar contradicciones internas y planteamientos pol¨ªticos claramente desfasados, pero no por ello se merece el desprecio y la descalificaci¨®n cuando decide actuar desde su autonom¨ªa como organizaci¨®n pol¨ªtica.
Desde nuestras diferencias ideol¨®gicas y program¨¢ticas, que son muchas y sustanciales, el PSOE de Andaluc¨ªa ha entablado un proceso de negociaci¨®n con otros partidos pol¨ªticos, entre los que destaca IU, para dotar a m¨¢s de un centenar de ayuntamientos andaluces donde las listas de progreso fueron las m¨¢s votadas de gobiernos que beneficien a todos los ciudadanos y ciudadanas, con pol¨ªticas m¨¢s sociales, m¨¢s emprendedoras, m¨¢s sostenibles y de mayor calidad democr¨¢tica. Nuestros acuerdos, por lo tanto, son pol¨ªticos, se hacen con luz y taqu¨ªgrafos y obedecen al mandato indiscutible de las urnas.
El Partido Popular, en cambio, es el que oculta un doble pacto. En primer lugar, la derecha ya pact¨® consigo misma en el seno del PP incluyendo a la ultraderecha y a los integristas del pensamiento m¨¢s retro y conservador. Pero lo peor son sus pactos con los especuladores, los privatizadores, los grupos de presi¨®n... Los pactos del PP son oscuros y se traducen en el enriquecimiento continuo de los m¨¢s poderosos y en menos bienestar y menos derechos para el com¨²n de la ciudadan¨ªa.
Dec¨ªa S¨®crates que la buena conciencia es la mejor almohada para dormir. En el PSOE de Andaluc¨ªa descansamos tranquilos, mientras que otros con su doble moral tienen un adoqu¨ªn como reposacabezas.
Mar Moreno es vicesecretaria general del PSOE de Andaluc¨ªa.
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